Política Aldeana
Los saqueadores del sexenio pasado, campantemente se pasean por Saltillo, algunos siguen pegados a la ubre del gobierno estatal en cargos relevantes, otros se convirtieron en nuevos empresarios invirtiendo lo que se robaron, y un par de ellos andan prófugos de la policía estadounidense. Pero todos quieren volver a puestos públicos y de elección popular.
Isidro López Villarreal jura y perjura que una vez que termine su “administración” municipal le entregará la alcaldía saltillense a su ahijado, el priista Manuel Jiménez Salinas, y promete que le ayudará a llegar para que le cuide las espaldas, y continue sus incontables programas de gobierno. ¿Será?
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