Purga benéfica
Samuel Cepeda Tovar.
Me parece un rotundo éxito de la reciente reforma electoral la convocatoria que acaba de publicar el Instituto Nacional Electoral, para renovar los consejos electorales de los llamados OPLES (Organismos Públicos Locales Electorales). Proceso que dio inicio el año pasado y que continúa en este 2015 en los Estados de Aguascalientes, Baja California, Durango, Hidalgo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Puebla y Quintana Roo.
Todo basado en el acuerdo del consejo general del Instituto Nacional Electoral por el que se aprueba el reglamento del Instituto Nacional Electoral para la designación y la remoción de las y los consejeros presidentes y las y los consejeros electorales de los organismos públicos locales electorales. La noticia sin duda, más que bienvenida era ya necesaria, pues para el caso de Coahuila, el Consejo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPC) era ya un grupo enquistado en el poder y sumamente cuestionado en cuanto a su imparcialidad a favor de gobernadores y sus respectivos partidos. Particularmente, su consejero presidente, Leopoldo “El Pollo” Lara Escalante llevaba ya desde el año 2006 dirigiendo la maquinaria ineficiente electoral de nuestra entidad y se había reelegido hasta el 2020. Lástima por él.
Elecciones seriamente cuestionadas, participación ciudadana mediocre, parcialidad en sus decisiones, redistritaciones sospechosas, eran sólo algunas de las suspicacias que Lara Escalante provocaba junto con la camarilla gansteril que suponía el consejo que siempre estaba a su modo con la venia del congreso local. Infortunadamente para ellos, les llegó el momento de su partida, pues ahora la designación de los consejeros corre a cargo del INE a través de un complicado proceso de selección basada en concomimientos en materia electoral y habilidades gerenciales. Los filtros alejan a los participantes de la designación tradicional del congreso local y sus polutas negociaciones políticas.
A Leopoldo Lara y sus secuaces les quedan tan solo unos meses de seguir mamando la ubre del erario, pues para el mes de Octubre deben estar designados ya los nuevos consejeros que ocuparán los cargos de manera meritocrática. La oxigenación dentro de IEPC era ya urgente y necesaria, de igual manera, el ICAI necesita una buena dosis similar de oxígeno para cumplir cabalmente su cometido de transparentar la función pública en el Estado de Coahuila.
¡Enhorabuena!!, celebro con mucho gusto las nuevas reglas en materia electoral en nuestra entidad, tarde pero seguro está llegando el proceso democrático a nuestra entidad, aunque lamentablemente sólo puede darse alejado del recinto que se supone es la máxima expresión de la democracia representativa: Nuestro Congreso Local. Triste pero cierto, alejados de ellos, es como podemos avanzar.
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