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el periodico de saltillo
Noviembre 2015
Edición No. 321



Don Atilano Barrera

Rigoberto Losoya Reyes.*

Detrás de don Venustiano Carranza aparece Atilano Barrera

En esta ocasión, quiero comentar la vida de don Atilano Barrera un revolucionario coahuilense quien sufrió la persecución del régimen de Porfirio Díaz por oponerse activamente a su gobierno a tal grado que fue desterrado y encarcelado.

Un personaje a quien la historia no le ha hecho justicia y solo lo recuerda de una manera lacónica, si bien es cierto, no figuró a nivel nacional, fue uno de los primeros que levantaron la voz para exigir justicia a un régimen en decadencia, a un régimen que castigaba duramente a todo aquel que se atreviera a criticar al gobierno.

Este atrevimiento ocasionó que sufriera el destierro en 1906, y de 1907 a 1909 estuvo recluido en la cárcel de la ciudad de Belén en la ciudad de México.

Este valiente revolucionario, nació en la población de Abasolo, Coahuila el 5 de octubre de 1871. Militó en las filas del Partido Liberal, opositor al gobierno de Porfirio Díaz.

Se casó en 1894 y en 1896 se trasladó a la población de Allende, Coahuila donde se dedicó al comercio hasta el año de 1906, época en que empezó a tener correspondencia con los hermanos Flores Magón, actividad que motivó que el gobierno del Estado girara una orden de aprehensión acusándolo por el delito de rebelión. En esos días, el se encontraba en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Cuando se enteró de su situación decidió refugiarse en los Estados Unidos cruzando la frontera por Nuevo Laredo, Tamaulipas, mientras su casa de Allende fue saqueada por las autoridades encargadas de ejecutar la orden de aprehensión. Se afirma que sacaron una yegua fina, un pequeño lote de municiones y otras mercancías que había en su establecimiento con el propósito de acabar con la única fuente de sus ingresos.

Al no encontrarlo, las autoridades enfurecidas, aprendieron al dependiente de su Montepío, primo de don Atilano el que estuvo preso seis meses en la tristemente cárcel de Belén, en la ciudad de México, lugar donde se acostumbraba recluir a los presos políticos. Después fueron aprehendidos don Ramón Barrera, Padre de Don Atilano, pero logró escapar guiado por un íntimo amigo y también se internó a los Estados Unidos de Norte América, precisamente a la población de Del Rió, Texas, donde finalmente se le reunió la familia. Involuntariamente todos fueron desterrados.

Tiempo después, cuando visitó la población de Eagle Pass, fue denunciado a las autoridades de Piedras Negras y estas buscaron la manera de comunicarse con él y con la falsa promesa de resolver su situación legal lograron que cruzara al lado mexicano, pero inmediatamente fue aprehendido y enviado a la cárcel de Belén en México, donde permaneció más de tres años en unión de Juan José Arredondo y Andrés Prieto, estos dos últimos murieron dentro de la cárcel.

Se dice que le ofrecieron su libertad si les ayudaba en la campaña política del General Ramón Corral, Andrés y Juan José Garza Galán, hijos del exgobernador de Coahuila José María Garza Galán.

Don Atilano no acepto y permaneció en la cárcel tres años y once días.

Al salir de la Penitenciaria, se reunió con su familia y en 1910, cuando se inició la revolución fue a San Antonio, Texas, para ponerse en contacto con don Francisco I. Madero y ofrecer sus servicios al movimiento revolucionario. Madero lo comisionó para que insurreccionara el Distrito de Río Grande. Al iniciar sus actividades, en Piedras Negras, uno que se decía su amigo, llamado Adolfo Valdés, lo denunció a las autoridades al mando de José Jiménez quien lo detuvo y al intentar interrogarlo, se tuvo que comer el papel donde estaban escritos los nombres de los que lo secundaban.

Fue así como fue frustrado el primer intento revolucionario de la frontera de Coahuila, quizás este si hubiera dado mejores resultados que el que prometió don Catarino Benavides.
Estuvo recluido en la prisión de Piedras Negras, hasta el primero de junio de 1911, fecha en que Madero regresó a Piedras Negras y lo puso en libertad. Se afirma que Madero lo invitó a subir al automóvil, como muestra de agradecimiento pues la esposa de Barrera lo había ocultado en su casa de Eagle Pass, habiendo estado tres días de donde lo saco Apolonio Barrera, primo de Atilano poniéndolo a salvo.

En Septiembre de 1911, la suerte cambió para Atilano Barrera, fue electo Diputado al Congreso del Estado, durante el gobierno de don Venustiano Carranza. Fue el Creador del Departamento de Catastro, así como del proyecto del ramal ferrocarrilero entre Allende y San Carlos y fue comisionado para que separara la Congregación de las Vacas del Municipio de Jiménez y levantara el acta de fundación de la Villa de Acuña, en su carácter de Presidente del Congreso del Estado.

El 19 de febrero de 1913, el XXII Congreso Constitucional del Estado de Coahuila, asumió un papel importante en la historia del País pues emitió un Decreto para desconocer al General Victoriano Huerta en su carácter de Jefe del Poder Ejecutivo de la Nación y en el mismo se otorgaron facultades extraordinarias al Ejecutivo del Estado en todos los ramos de la Administración Pública para que supriman los que crea convenientes y armar fuerzas para coadyuvar al sostenimiento del Orden Constitucional de la República.

De igual forma se invitó a los demás Estados, a los Jefes de las fuerzas Federales, rurales y Auxiliares de la federación para que secundaran la actitud del Gobierno del Estado.

Este Decreto fue firmado por don Atilano Barrera en su carácter de Diputado Presidente y los Diputados J. Sánchez Herrera y Gabriel Calzada.

Posteriormente, Atilano barrera se adhirió al Plan de Guadalupe como Jefe de las Armas en Allende, Coahuila; después, participó en algunos hechos de armas como la toma de Monterrey a las órdenes de don Antonio I. Villarreal; de igual forma lo hizo en Tampico, Guerrero, Monclova, San Buenaventura y Abasolo. Estos méritos militares le permitieron que lo promovieran al grado de Coronel.

Posteriormente en 1914 fue designado Jefe de las Armas en Piedras Negras. Durante su estancia, llegó a esta población un Inspector de Aduanas llamado Jerónimo Elizondo para investigar un contrabando que estaba ocurriendo en esta aduana fronteriza.

Se tuvo conocimiento que se estaba pasando trigo mexicano para los Estados Unidos en carros de ferrocarril, declarando en su lugar la exportación de ladrillo. Se descubrió que algunos personajes importantes estaban participando en dicho ilícito, como el Administrador de la Aduana Enrique Preceda, Sebastián Carranza, sobrino de don Venustiano, entre otros. El importe del contrabando ascendía a una cantidad muy importante. Durante estos días, la escasez de alimentos era uno de los principales problemas en la región, por lo tanto, resultó detestable que algunos se aprovecharan de su posición en el gobierno para cometer estos actos de corrupción.

El Inspector Elizondo se vio precisado a solicitar el apoyo del Jefe de las Armas quien era don Atilano Barrera, quien honorablemente prefirió hacer cumplir la ley que permitir la impunidad para los influyentes personajes acusados. Aprendió a Enrique Breceda, hermano del Jefe del estado Mayor de don Venustiano Carranza quien al tener conocimiento abogó por su hermano y ordenó su inmediata libertad sin averiguar y lo restituyera en su cargo. Preceda al quedar libre, se va inmediatamente a Veracruz para entrevistarse con don Venustiano Carranza e intrigó en contra de Atilano Barrera diciendo que se había volteado con Francisco Villa.

El Primer Jefe creyó esta versión y ordenó el cambio en la Jefatura de las Armas en Piedras Negras; pero Atilano Barrera se negó a entregar el puesto a Sebastián Carranza. Sospechando que se encontraba en peligro, fue a ver a su familia en Del Río, Texas y al regresar por la Villa de Acuña, el sobrino de Don Venustiano Carranza lo aprehendió y le exigía la devolución del expediente formado con motivo del contrabando de trigo en Piedras Negras. Sus argumentos no le valieron y fue incomunicado y torturado y al no obtener ningún resultado después de tres días, lo sacaron de la cárcel y fue llevado a un paraje solitario conocido como “La Mezquitoza” y lo pasaron por las armas el día 12 de abril de 1915.

*Director del Instituto de Capacitación Obrera José Vasconcelos
Contacto: lorrgo@hotmail.com

Bibliografía:
Berrueto González, Arturo; Diccionario Biográfico de Coahuila; Editado por el Gobierno del Estado de Coahuila.1999
Herrán Canales; Narraciones Monográficas de Ciudad Acuña; Cía. Editora Fronteriza, S.A. Acuña, Coahuila, 1962.
De la Cruz Gamboa, Alfredo; Coahuilenses en la Construcción y Defensa de la Patria; R. Ayuntamiento de Torreón, Edit. Del Norte Mexicano, 1991.

 
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