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el periodico de saltillo
Noviembre 2015
Edición No. 321


Los primeros avances democráticos en México 1968-1977

Juan Martínez Veloz.

Una de las reformas políticas más importantes que ha tenido México es la de 1977.

Antes de ella (desde 1917) y posteriormente a 1977 se han realizado otras reformas electorales para adecuar nuestras instituciones a las nuevas realidades, sin embargo esa, del ´77 destaca por que llevó a la Constitución el tema de los partidos políticos y les otorgó diferentes garantías y prerrogativas en la ley para cumplir con sus fines. Podemos afirmar válidamente que fue la primera gran reforma electoral de México.

En reconocimiento a los jóvenes estudiantes de 1968 y al impulsor de esa reforma don Jesús Reyes Heroles, Secretario de Gobernación en aquella época (1977) hacemos un recuento breve de esta reforma electoral, la cual no hubiese sido posible sin la gran participación que se observó en aquellos años por la juventud universitaria sobre todo en el Distrito Federal y en muchas más partes del mundo.

Los años de los 60s (del siglo XX) en el mundo fueron particularmente conflictivos. Los dos grandes países líderes del mundo EEUU y la Unión Soviética se disputaban la hegemonía y mantenían un enfrentamiento indirecto a través de la “Guerra Fría” apoyando a países y movimientos aliados sin enfrentarse directamente.

En Bolivia el Che Guevara había sido asesinado de manera ignominiosa en octubre de 1967. En Sudamérica algunas democracias históricas como la de Chile habían colapsado con el Golpe militar de Estado en 1973.

En el año de 1968 surgieron en el mundo una serie de movimientos estudiantiles que originalmente plantearon demandas académicas y anti autoritarias, pero que después se trasformaron en movimientos por el cambio social y la apertura democrática.

En México los primeros cambios políticos importantes no se dieron el mismo año 1968 sino varios años después en 1977 (aunque con Luis Echeverría 1970-1976) también se dieron algunos avances en materia electoral aunque mínimos.

El primero y gran avance de la reforma política de 1977 fue llevar el tema electoral y de los partidos políticos a la Constitución General de la República.

Ciertamente ya desde 1963 la Constitución hacía referencia indirecta en el artículo 41 a los partidos con la introducción de la figura de diputados de partido.

Sin embargo, la Constitucionalización plena de los partidos políticos propiamente dicha en nuestro país se realizó en 1977 y obedeció a una razón política de fondo del Estado mexicano: la necesidad de impulsar un sistema pluralista de partidos y una apertura democrática en el país.

El sistema de partido hegemónico que había prevalecido por muchos años (desde 1929) recibía severas críticas dentro de los regímenes políticos democráticos, pues se trataba de un sistema en donde un sólo partido dominaba casi toda la estructura política del Estado (Federación, Estados y Municipios), lo cual hacía concluir a algunos analistas políticos de que se trataba de un régimen autoritario, similar al régimen de partido único en Cuba y la entonces Unión Soviética y los países de Europa oriental.

En esa época había otros indicadores alarmantes para la legitimidad del sistema político mexicano. En las elecciones federales de 1976, José López Portillo había sido candidato único a la presidencia de la República, situación a todas luces contraria a los principios del pluralismo democrático.

Además, algunas organizaciones políticas entonces existentes, como el Partido Comunista Mexicano, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, el Partido Demócrata Mexicano y el Partido Socialista de los Trabajadores se encontraban fuera de las contiendas electorales, actitud más peligrosa para la estabilidad del régimen que si participaban dentro del juego democrático a través de las elecciones.

Igualmente, los índices de abstencionismo electoral resultaban altos en las elecciones nacionales. En 1970 de 23’721,400 electores probables; 9’669,321 (el 40.76%) ciudadanos se abstuvieron de votar. En 1976 de 29’239,000 electores probables 11’632.288 (el 39.78%) no votaron.

Como principal producto de dicha reforma, se modificó el 6 de diciembre de 1977 el texto del artículo 41 constitucional.

La Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales sería la encargada de desarrollar las diferentes garantías que la Constitución otorgó a los partidos políticos en esa época.

Seguiremos comentando

juanmartinez_veloz@yahoo.com

 
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