El costo de la corrupción
Fidencio Treviño Maldonado.
---Y en el país que nació y murió en paz nunca se convirtió en verdad aquella metáfora de que: los patos le tiran a las escopetas.
Epitafios: F. Treviño.
La tranza es la única que avanza en este país rico en cultura, aunque esta cultura está escondida, país vasto en todos los aspectos al grado de que con más de 300 años de conquista y dos siglos de independientes, con la rapiña, saqueo, traiciones, lleno de bandidos, truhanes y caciques aun a México le queda mucho por dar.
La corrupción es sin duda la mala madrastra que por años ha mandado, azote en mano en el país, en todos los rincones de nuestros rublos que van desde la justicia, hasta los servicios que el Estado nos vende muy caros.
“La Corrupción es cultural” lo dijo hace meses el Presidente Peña Nieto; “La Corrupción somos todos”, lo dijo hace 30 años López Portillo otro icono de la operación "tranza"; y, antes en 1950, don Miguel Alemán V. declaró que “La corrupción es un mal necesario que a nadie hace daño, al contrario cura males y compone desperfectos”. Y parece mentira que nuestro país siga en esa descomposición llamada corrupción, con declaraciones y usufructos que para enumerarlos se necesitan muchos volúmenes y gruesos tomos de hojas, esto sin meternos en materia de dinero - costo y ganancias para unos cuantos y pérdidas para millones.
“Apoco creían que iba a trabajar de oquis”, dijo un folclórico gobernador de Coahuila llamado, Oscar Flores Tapia, cuando se le cuestionó sobre un desfalco en su administración; también los Duarte , gobernadores de Chihuahua y Veracruz, al cuestionarlos sobre las finanzas de sus Estados dijeron “Todos roban, o que tire la primera piedra quien no lo haga en este país”; es decir, para este par de gobernadores todos somos de su condición, es decir se llevan entre las patas desde el presidente de la República, hasta el más honesto obrero o estudiante del país.
Según datos de los diferentes institutos que regulan todo en este país, la corrupción aquí y ahora es tangible, es constante y permanente y no es PUNIBLE en un 90 % (es decir queda sin castigo) cuyo costo es del 9 al 12 % de nuestro presupuesto, casi un total de todo el dinero que se utiliza para las universidades o un 70% del gasto en servicios sociales, de ese pelo.
La corrupción es única, así sea en el municipio más chico como en las grandes ciudades y así sean $ 100 pesos de cohecho o varios miles de millones en la operación para una obra o licitación, sigue siendo corrupción y no hay poder humano ni celestial que lo pare ya que a la fecha este rasgo va en aumento, porque los fraudes, los hurtos y las tranzas son de mayor envergadura.
Nuestra clase política y el pueblo dejó crecer esta bola de nieve, convirtiéndose en un apestoso pantano, fueron muchas veces los líderes de los partidos, podemos echarle la culpa a los encumbrados; sin embargo, nada hacemos ni hicimos para parar esto o darles castigos ejemplares a los corruptos y aprovechando nuestra ignorancia, nuestro temor y miedo, la corrupción se implantó como dijo el presidente Peña Nieto, ...como una cultura.
Las pérdidas para el país por esta lacra llamada Corrupción, son incontables e incontenibles y eso sólo de los "ganes " que hacen a media luz, están muy aparte los megafraudes de los que nunca se da cuenta el pueblo y que son en su mayoría los paridores de Imperios de Fortunas y los herederos del destino del país, los que imponen modas, redactan leyes y componen reformas y son parte de todas las comisiones y en todas manejan a su libre albedrío y con ellos llevan ganancias, total una verdadera cochinada que sólo una república como la nuestra con gente sorda, muda, manca, ciega y casi enuca por siglos de los siglos ha podido y lo peor acostumbrarse a soportar esta plaga que día a día nos agobia y sin duda, algún día nos matara…
Al tiempo, y sólo basta ver los servicios de salud, la falta de servicios educativos y hasta la pérdida al rato de pensiones, todo tiene un título, un nombre y un apodo llamado: Costo de la Corrupción.
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