Cada quien su hueso
                                           
 
Fidencio Treviño Maldonado.
         
Irse a la cargada o unirse al grupo selecto o escogido era la regla de los de abajo, así estaba la consigna, el palomeado era el bueno y para la grande como uso y costumbre había un tapado, cual si fuera la elección del Papa, fue  la obra bufa de hace décadas, está representada por la clase política y los poderes fácticos que movían los hilos, pero a su tiempo se unieron los hombres y mujeres que reptan y los imperios de fortunas llegaron, crecieron y se quedaron  a la par de la ambición, de la desobediencia política, de aquella sentencia  de que si se movía no salían en la foto y ahora es al revés, el que se mueve es el que sale. 

Nuestro país ha corrido la suerte, más no la fortuna de tener cientos de corrientes políticas, que van desde el socialismo, comunismo, anarquismo, los liberales, los reformistas, democrático, dictaduras, tiranías y desde luego el populismo, que marcha a la par del caos y  que parece ser el que, entre otras corrientes, ha mantenido en la miseria a millones de familias  y, a otras pocas familias, en la opulencia.

En los millones de funcionarios que desde la revolución han desfilado por algún puesto público han sido beneficiados por los legados de esta última revuelta del siglo pasado
(1910/1924).

Desde los generales que vieron las batallas desde la loma y que sanos y salvos llegaron para hacerse dueños de la aldea, los generales que cambiaron de camisa y colores y que algunos sin saber leer ni escribir firmaron papeles y escrituras  y se repartieron la república, heredando a sus hijos y nietos  el puesto; mientras, la tropa, los que quedaron en los campos de batalla y murieron sin siquiera saber por qué, sus familias siguen sumidos en la miseria.

Ahora sucede lo mismo, los de siempre van en busca de su puesto, conocido en el argot político como hueso, es decir a no vivir en el error e irse a la cargada con el bueno, con el ungido, porque a estas alturas el equivocarse y cabecear al lado del golpe es estar "out", es decir ahora si  condenado a vivir en el error.

De ahí que cientos o miles de pseudopolíticos  pregunten y traten de adivinar quién sigue de jefe, quién será el bueno en los próximos seis o cuatro o menos años e ir tras el hueso ...Por decir algo o citar un ejemplo,  al ex mandatario de Coahuila Enrique Martínez y M. lo mandan a la congeladora, es decir lo pueden mandar de embajador a Belice, a Haití, a Nicaragua o a un país Africano, como le pasó a Emilio Chuayffet y estar condenado al destierro, dejarlo al garete y de veleta, por no decir “chiflando en la loma” así que sus seguidores a un hueso pues se pueden despedir, y con crueldad ni siquiera contestarle el teléfono.

Sin embargo, a Javier Guerrero o la mentada "Coneja" Gutiérrez , ahorita los traen volados y a M. Riquelme, como otros por ahí  tal vez los quemen como las carreras de tercias en ciclismo, uno estira y otro es el que llega, por eso y de ahí que cuidado con equivocarse o quererse ir con otros gallos de Independiente, porque el destierro político o vivir en el error, puede costar mucho, por eso es mejor roer un hueso, aunque sea una flaca costilla, pero al fin hueso…

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