publicación Online
 
 
el periodico de saltillo
Noviembre 2015
Edición No. 321


México, ¿hacia la legalización de la marihuana?

Carlos Alfredo Dávila Aguilar.

El miércoles 4 de Octubre, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un fallo histórico, que podría desencadenar un proceso que culmine con la legalización de la marihuana en nuestro país. Ante el amparo promovido por cuatro ciudadanos, el fallo de la Corte aprobó el cultivo para uso personal y el uso recreativo de cannabis.

Este fallo sólo aplica para los promotores del amparo, pero sienta un precedente trascendental para el futuro del debate sobre la legalización en México. Una primera consecuencia de este fallo será que cualquier mexicano que se ampare en los mismos términos, deberá recibir un fallo en el mismo sentido al emitido por la SCJN hoy, y por lo tanto también gozará del derecho al cultivo y consumo personal.

Más importante aún, el fallo emitido hoy por la Corte vuelve a poner sobre la mesa un debate que México, un país azotado por una violenta “guerra” contra el narcotráfico que no tiene visos de terminar, no puede seguir posponiendo.

Los argumentos del amparo promovido por el ministro Arturo Zaldívar, tienen que ver, sobre todo, con la violación de la garantía constitucional del “derecho a la libre realización de la personalidad” que resulta de la prohibición actual del consumo de esta planta.

Sin embargo, los amparados ofrecen más argumentos interesantes. Los cuatro ciudadanos que promovieron dicho amparo desde 2013, forman parte de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante, una asociación creada por ellos mismos con el fin de promover la legalización de la marihuana en México. Dato curioso: los cuatro han declarado no ser consumidores de la planta. Sus razones, afirman, tienen que ver con quitarle al narcotráfico su principal herramienta, es decir, el dinero.

En efecto, la historia de la prohibición de diversas sustancias nos enseña varias cosas; entre ellas, que la prohibición no disminuye los niveles de consumo de la sustancia prohibida, y en cambio crea mercados negros extremadamente lucrativos (ya que el precio de la sustancia prohibida se vuelve mucho más elevado) que son aprovechados por grupos del crimen organizado que crecen gracias a la existencia de estos mercados negros.

Si pensamos en la época de la prohibición del alcohol en Estados Unidos durante la década de los 20’, el panorama no era muy diferente al del México actual: niveles de violencia extremos producto de la lucha por las plazas entre distintas organizaciones criminales, enriquecimiento de estas organizaciones y creciente influencia en la política y las policías a través de la corrupción, proliferación de centros de consumo y puntos de venta de la sustancia prohibida, y una constante “guerra” del gobierno contra los capos o gánsteres del tráfico ilegal que, además de producir numerosas víctimas civiles inocentes, se evidenció incapaz de resolver el problema.

Además de los ya trillados argumentos de que la cannabis es menos perjudicial a la salud que el tabaco, o provoca menos accidentes mortales que el alcohol, y es menos adictiva que ambas sustancias legales, hay aún más motivos por los cuales todos los mexicanos deberíamos considerar seriamente los potenciales beneficios de la legalización.

Por un lado, la legalización abre la puerta a la regulación. Es decir, como en el mercado de alcohol o tabaco, o cualquier otro producto de consumo legal, el gobierno mexicano puede aplicar regulaciones relacionadas a ciertos estándares de salubridad a los productos que se comercializan, cosa imposible cuando los productos circulan en un mercado negro. La regulación, además, permitiría que fuera más difícil (aunque evidentemente no imposible) para los menores de edad acceder a dichas sustancias, como en el caso de alcohol o tabaco.

Por el otro, existe un beneficio económico importante en varios niveles que, algunos estados de Estados Unidos han comenzado a ver como un incentivo más para la legalización. El potencial económico de la legalización de la industria de la marihuana tendría que ver con la creación de empleos, y la recaudación fiscal que el Estado podría hacer de su comercialización.

Los argumentos están sobre la mesa, y los ejemplos comienzan a proliferar en el mundo: países como Holanda, Estados Unidos y Uruguay ya han comenzado a experimentar los beneficios señalados, sin que se hayan registrado alzas en el número de adictos. El principal beneficiario de la prohibición es el crimen organizado, y mientras dicha política no cambie, difícilmente se resolverá la problemática del narcotráfico en nuestro país, al menos en cuanto a la marihuana corresponde.

 
© 2014 El Periódico de Saltillo contacto@elperiodicodesaltillo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino