El extraño camino hacia la legalización de la marihuana

Pocos han reparado en que de pronto, sin agua va, el gobierno de Enrique Peña Nieto inició un raro proceso para la supuesta legalización de la marihuana en México. Todavía nadie sabe, para qué se hizo este relajo que además de dividir a los mexicanos, no se tiene claro lo que persigue el gobierno federal y sus socios, los gobernadores de los estados. ¿Querrán legalizar la marihuana o desviar la atención de la grave problemática que vive México?

Lo cierto, es que Peña Nieto le ordenó a los bien pagados ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que atendieran un amparo promovido por las cuatro personas que integran la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), para que les permitan sembrar, producir y consumir marihuana, quienes aseguraron no ser consumidores de cannabis. ¿Entonces para qué hicieron el amparo?

El amparo invocaba los derechos humanos. No se le podía prohibir a los ciudadanos el consumo de productos con el sólo argumento de que es malo para su salud, en tal caso había que prohibir muchísimas cosas más: el azúcar, la grasa, el alcohol, el tabaco, el café, etc.
Con estos argumentos, los muy bien pagados ministros emitieron su voto logrando casi la unanimidad en un tema tan serio y controvertido: votaron 4 a favor del amparo y uno en contra. Se hubiera visto muy mal que los cinco votaran a favor.

También es verdad que Estados Unidos ya legalizó la marihuana en algunos estados, unos con fines medicinales y otros para el consumo recreativo. Por esa razón, los grandes agricultores estadounidenses ya están produciendo legalmente cannabis para el consumo de su país.

Frente a este escenario, sus homólogos de México ya se preparan para producir la marihuana que se demande internamente, comandados por distintos personajes, entre los que destacan los ex presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox. Éste último fue el primero que dijo que se convertiría en productor de marihuana, porque sabía que el gobierno de EUA le ordenaría a Peña Nieto que les quitara la prohibición a los drogadictos mexicanos, los cuales a decir verdad no tienen problemas para conseguir sus dosis de cannabis.

Este raro proceso para legalizar la marihuana, diseñado por el gobierno federal y sin que nadie se lo pidiera, excepto cuatro títeres que se prestaron a la farsa y que aseguran no ser marihuanos, nos dice que el estado mexicano es el que está interesado en la legalización de la marihuana, y desde ahora se puede asegurar que no habrá la discusión seria y calificada que el tema requiere para aclarar los mitos en pro y en contra que se dicen sobre la cannabis...