“ Atrás de la raya….”
Crónica de un despido anunciado
Algo más sobre Laurita...
Ángel Zavala Jr.
Con todo el respeto para el gran Gabriel García Márquez, me permito parafrasear el título “Crónica de una muerte anunciada”, novela de corte policiaco, publicada en l981 y en 1987.
Sin ánimo de ofender al colombiano ni a su obra, la crónica que en esta colaboración se comenta es el despido anunciado de un trabajador de la radio, que se atrevió a ponerse “con Sansón a las patadas”
Aún sin saberlo, hace cuatro años comenzó a escribirse la historia. Un mes antes de la renovación del comité ejecutivo seccional, cuya celebración sería en el mes de septiembre, comenzó el “trabajo político” de un personaje de cuyo nombre “no quiero acordarme, pero que se apellida Escalante, para mayor seña, “líder” del STIRT.
El trabajador – del que me reservo su nombre – resultó incómodo para el desarrollo de la política sindical y la idea fue que se remplazara por gente que sí pudiera ser manejada.
Los recursos de que se valieron, fueron la compra de votos, la promoción de préstamos express para los trabajadores, regalos para los hijos de los trabajadores, - lap tops y demás -, extorsión y chantaje.
Por supuesto que la maquinación alcanzó a llegar a la elección de comité; sin embargo, no tuvo éxito, lo que significó una derrota, un fracaso político para Escalante.
Obviamente guardó su rencor para más tarde, cuando fuera posible encontrar un buen pretexto para sacar de la jugada al trabajador. Y en 2015 encontró un motivo perfecto: “una supuesta acusación por malos manejos”.
Curiosamente, en una de tantas reuniones a nivel nacional a las que asiste la mayor parte de los secretarios generales del país, el mencionado trabajador, ahora despedido, y siendo en ese entonces aún secretario general, destapó los pormenores de la operación fracasada de Escalante en 2011, quien frente a todos los presentes negó las acusaciones. Pero en el ánimo de los asistentes a la reunión, quedó la certeza de la verdad.
Un motivo más para echar del STIRT a la gente que estorba a las directrices de vanguardia del sindicato.
En 2015 se vivió el epílogo de la historia.
Las mismas estratagemas, política sucia, rastrera, acusaciones bobas de trabajadores con el cerebro lavado y la complicidad del gerente – gato del gato del gato del patrón – llevó al ahora ex – trabajador al despido, después de suspensiones arbitrarias y cambios de turno, todo ordenado desde la sede máxima de una organización que se supone es para defender a los trabajadores, pero que en la realidad no deja de ser más que una pobre banda de ambiciosos sin escrúpulos. Ellos acusan a los secretarios generales de malos manejos económicos en las secciones, pero se hacen que “la virgen les habla” cuando se les exigen cuentas.
El periódico EL UNIVERSAL, en su edición del día 19 de abril del ¡2010!, ya hablaba de un desfalco en el STIRT, sin comprobar, de casi 40 millones de pesos, acusando opacidad por parte de Acedo Samaniego su líder nacional. A 5 años, ese desfalco ya debe haber superado el 100%. Y sin embargo, se desgarran las vestiduras cuando “encuentran malos manejos” en alguna de las secciones del país.
Urge la renovación del Sindicato, desde la raíz; urge que los trabajadores adheridos a la organización hagan verdadera conciencia de lo que se hace en su beneficio y sepan encontrar en las actitudes de los líderes esas intenciones perversas a través de las cuales pretenden eternizarse en el poder.
Los trabajadores tienen en sus manos el destino de la organización.
Se necesita, y mucho, el valor suficiente para denunciar a los corruptos que sin miramientos se reparten a su antojo las cuotas sindicales y manejan grandes cantidades en su beneficio.
En fin, esta crónica de un despido anunciado no es la única de la que se puede hablar. Existen en el país muchos otros casos en los que aquellos trabajadores que desarrollan una labor en bien de sus compañeros, encuentren en ellos, mediante regalos, engaños y palabras amorosas, las más grandes traiciones: la ingratitud y el desprecio; pero bueno: los humanos somos así, proclives a dar la espala a quien nos ayuda.
Los nuevos comités seccionales ya están electos; tienen el visto bueno de la líder y del jefe máximo. Corresponde a los trabajadores de cada una de las secciones hacer valer con honor y valentía sus derechos sindicales y laborales, no vaya a ser que Sansón les vaya a ganar a las patadas y se queden chiflando en la loma: después de suspendidos sin goce de sueldo, de ser cambiados a los turnos más peligrosos (madrugada), y de sufrir el desprecio y la ingratitud de sus compañeros, se queden sin chamba…
angel.zavala14@hotmail.com
|