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el periodico de saltillo
Septiembre 2015
Edición No. 319


Otra vez la burra al trigo y los cochinos al maíz

Fidencio Treviño Maldonado.

--Ahorita se me van a la pastura-- Esa era la orden de mi padre para mí y mi hermano Chuy de apenas 10 años y había que ir a esa encomienda, lo mismo era trabajar y ayudar a quemar nopal para las vacas, o limpiar las acequias, cortar maíz, desgranar, cargar bultos y otras tareas propia de una familia de campesinos siempre fregados, en un pueblo chico, sin servicios públicos, sin fuentes de empleo, con cosechas magras y acaparados por los caciques protegidos por la sombra de los poderosos, y así fue y sigue la cotidiana fregadez de la gente del campo y ahora de las ciudades, es copia al carbón de miles o tal vez millones de niños que le pegan al trabajo del campo, en las ciudades estaba y está igual con los niños de ayudantes en el negocio familiar en pueblos grandes para ayudar en sus gastos.

Ahí va una: Cuando la huelga del mineral de Nueva Rosita, Coahuila en el año de 1953/54, los dueños de esa empresa ocuparon niños de 14 años para escarbar y sacar carbón de las tripas de la tierra, trabajos que antes hacían los huelguistas, ahí los dueños de esa empresa, por cierto extranjeros, los mantenían como prisioneros, porque no salían de la Compañía y, comían, dormían, tenían clínica, y por las noches los que no tenían turno de tercera, les proyectaban películas con tal de mantenerlos en esa prisión, así que esto de tener niños en ingratos trabajos, es común y costumbre en el país, a pesar de que hay instituciones y sindicatos que supuestamente defienden los intereses de los trabajadores y son respetuosos de sus derechos laborales.

En Europa antes y después de la Primera y no se diga en la Segunda Guerra Mundial, todos los trabajos eran acaparados por menores, tanto hombres como mujeres. ¿O cómo creen que crecieron esas naciones devastadas por las guerras?

Ahora que nuestras autoridades incorruptas y sus filiales hacen el descubrimiento, porque hubo una denuncia, de que predios agrícolas tenían trabajando a hombres, mujeres y niños, y que la paga era de 80 a 100 pesos diarios. Que el dueño de esos predios agrícolas se llama Óscar Lozano Chávez y su empresa es PROKARNE, y que doña Norma González Córdova, secretaria de SETRA (Secretaría del Trabajo) en Coahuila, va a crucificar a este señor, pues aunque parezca raro, en mi humilde opinión al señor Lozano Chávez deberían de premiarlo por darle ocupación a más de 300 personas, por pagar más que el miserable salario mínimo decretado por la clase triunfante, por ocupar niños que no tienen cabida en este mundo irreal en que viven nuestras bien pagadas autoridades, y que permiten que niños de 16 años mueran en una revolvedora de alimento en la región Laguna hace apenas unos días, o que en los mentados pocitos de la región carbonífera (Progreso, Sabinas, Nueva Rosita, Palaú, Múzquiz, Barroterán, Cloete, Las Esperanzas, Agujita) trabajen sin ninguna seguridad a decenas de metros bajo tierra, niños y adolescentes sacando carbón, y que se les pague por el tonelaje que logren extraer. O los cientos de niños de los municipios de Matamoros y Viesca, Coahuila, que en época de melones, sandías, chiles y tomates, desde las 6 de la mañana hasta que se levante la cosecha de ese día, por 100 pesos.

Este señor propietario de PROKARNE, dueño de varios predios y al que hay que “crucificar”, explota a estos jornaleros y a sus familias, que nada tienen que ver con los estúpidos programas de televisión en donde se ridiculiza y presenta a niños en pingües negocios con consentimientos de sus padres, nada que ver con los miles de niños que trabajan también con consentimiento de sus padres en los cruceros, los limpia vidrios, franeleros, otros miles laboran desde antes de las 5 de la madrugada en las centrales de abastos de México, Monterrey, Guadalajara y Torreón, de burreros, limpiando frutas, amarrando legumbres, de cargadores y que no asisten a la escuela porque ya están ocupados los puestos en las prepas o secundarias o porque ni siquiera tienen para pagar la cuota “voluntaria” que se les exige a cada padre de familia. Esos niños ¿A quién fregados les puede importar? si no es noticia que impacte como tener niños trabajando.

Señores ésta es la tangible realidad de un país tercer tercermundista, aunque nuestra clase política se cree del primer mundo, porque los sueldos para los de arriba son superiores a los de cualquier buen funcionario de otro país, y donde la batalla contra el hambre tiene más de un siglo dándose desde aquella fórmula de Porfirio Díaz, --Pan o Palo-- o desde cuando, Oscar Lewis escribió “Antropología de la Pobreza” y después “Los Hijos de Sanchez” (1954/1958).

Y como están las cosas, parece que el programa de quitar el hambre a los miserables ha sido un rotundo fracaso y sólo ha servido para quitar el hambre a los cientos de peces gordos que manejan los programa sociales, incluyendo a la señora dueña de esa institución que se carga bolsas de marca hasta de 5 mil dólares ¿Pos cuánto dinero o tarjetas cargará esa señora en esas bolsas de marcas caras?

La otra pregunta que millones de mexicanos se hacen, es en el caso de los niños que trabajan y pomposamente fueron rescatados a sangre y fuego ¿Qué va a ser de ellos? ¿ Acaso les darán escuela gratuita, alimentación, beca, casa de Infonavit, ropa ? ¿ O sólo es lo que miles de pensantes dicen: otra distracción más de nuestra bien pagada clase política?... Cualquier semejanza con los niños rescatados en unos predios en Guanajuato hace 12 años, y hace 10 años en Chihuahua, es mera casualidad, porque ahora esos niños son los mismos trabajadores que lograron rescatar en el predio de Coahuila...

kinotre@hotmail.com




 
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