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el periodico de saltillo
Septiembre 2015
Edición No. 319


El Ateneo, la polilla y el INAH

José Luis Carrillo Hernández.

Pésima intervención del INAH en los criterios que aplicó para la restauración de la madera del octogenario edificio del Ateneo Fuente, cómo es posible que permitiera que maderas viejas y apolilladas fueran resanadas, pintadas y reinstaladas, como si hubieran sido sustituidas por nuevas.

Hace alrededor de un año, estas obras de remodelación fueron entregadas, lo que bastó para que la polillas y el medio ambiente deshacieran esta simulada restauración y rehabilitación que salta a la vista, la polilla siguió consumiendo la madera y el sol, el viento y el agua hicieron el resto, las ventanas de los salones están una vez más deshaciéndose.

Los daneses están indignados y seguramente el gobernador lo estará también, pues se han invertido y se siguen invirtiendo muchos millones de pesos en este hermoso edificio que es la sede de la institución liberal, educativa, científica y cultural, depositaria de una larga historia de 148 años, y que cuenta con un patrimonio artístico invaluable, lo que junto con sus estudiantes, directivos y maestros hacen de ella una dinámica, respetable y digna institución.

Antes de las gestiones del director Ing. Miguel Ángel Rodríguez Calderón ante el gobernador Lic. Rubén Moreira, los salones y pasillos del Ateneo era territorio minado, desprendimientos y hundimientos por todos lados, ventanas y puertas rotas, sin vidrios, era deplorable y lamentable el estado y abandono de la casa de nuestra amada institución.

Salvo los prietitos en el arroz, hoy las cosas han cambiado, y la aulas del Ateneo lucen espléndidas como en 1933, pero con tecnológica de frontera, todos empeñados en la tarea educativa, trabajando arduamente para elevar los niveles educativos, así como estandarizar nuestro sistema con el nacional de bachilleratos para lograr la acreditación y los beneficios que conlleva.

En una restauración no cabe el resanador pues no es material original, lo único que puede sustituir y debe sustituir a la madera apolillada es la madera nueva, la del ateneo tiene ochenta años en un proceso de envejecimiento y desintegración que a pasar de las lijaditas, resanadas y barnizadas, en sus interior continua dicho proceso de descomposición, de usarse las mismas maderas primero se debieron aplicar los tratamientos adecuados de conservación, como son los baños antipolilla y anti carcoma, ésto se hace en piezas antiguas de madera artística, lo que no es el caso.

La gran inyección de recursos al edificio del Ateneo Fuente no es sólo para que llegue luciendo en todo su esplendor en su próximo 150 aniversario. Es la herencia que las generaciones de hoy hacen a la institución insigne de la educación y la cultura en Coahuila, para que en ella se siga formando nuestra juventud por medio siglo más; sin embargo, la burocracia ineficiente y la corrupción tan eficiente ya se asoman y se filtran por las ventanas.

 
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