El Senado y 30 mil firmas pugnan para
recibir en México refugiados de Siria
| Peña Nieto y Meade Kuri-Breña, de origen sirio libanés. Pactaron con EEUU el recibir a miles de ciudadanos sirios expulsados por la guerra y el hambre, factores provocados por EEUU en su lucha hegemónica contra todas las naciones que no se someten a sus designios. Obligan al senado a pedir el aceptar 10 mil refugiados. Esto es coadyuvar en el trabajo sucio de EEUU. |
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Aclaro… no estoy de ningún manera en contra de que México reciba 10 mil o más refugiados de Siria, por el contrario, me uniría a ese esfuerzo si no fuese porque este hecho humanitario es un ordenamiento de las políticas de Washington que inducen –obligatoriamente- a nuestro gobierno a hacerse cargo de este asunto que coadyuva a hacerle a EEUU los trabajos sucios que lleva a cabo en el Medio Oriente. No me conduelo de ese niño de 3 años que amaneció en una playa ahogado, porque cientos de miles han muerto en su fuga del desorden que EEUU y sus cómplices europeos están provocando en Siria y otros países del Oriente Medio con fines hegemónicos.
Antes de que esta oleada de sirios que atiborraron las estaciones de trenes en Hungría y que ello se hiciese un escándalo internacional, he estado recibiendo cartas de miembros de la Unión Libanesa Mundial, filial Guyana en las que sus dirigentes se quejan amargamente de las condiciones precarias que este éxodo ha provocado en Líbano, tildando el hecho como algo muy injusto para el Líbano -su madre patria-, cuestión que ha agravado las condiciones de vida de los libaneses, sin embargo no hay que olvidar que lo que está sucediendo en Siria ya ha sucedido en Irak, Afganistán, Libia y el propio Líbano, quienes han sufrido los embates hegemónicos de EEUU y de sus aliados, los que no paran por ningún motivo para llevar a cabo sus acciones bélicas con el único de fin de expoliar a dichas naciones de sus riquezas naturales, imponiéndoles gobiernos títeres de EEUU, como son los casos de los regímenes del propio Líbano, de Jordania, Egipto y todos los países del Golfo Pérsico incluyendo a Arabia Saudita.
 La guerra en Siria ahora es igual que antes la de Libia, la de Irak y Afganistán, obedecían a los intereses y designios de Washington, tal como sucedió en Líbano en 1975, cuando una milicia cristiana en Damur, Líbano, comandada por el ex presidente libanés Camille Chamoun, provocó a las fuerzas palestinas asentadas en Líbano, las que luchaban contra el único enemigo en la zona, el estado paria de Israel. Chamoun se alió con Las Fuezas Libanesas del partido El Kataeb, dirigida por la familia Gemayel, y ellos, los Gemayel y Chamoun, hicieron de Líbano, país que entonces era considerado la Suiza del Medio Oriente, en un ente miserable sometido a los designios de los judíos israelitas y de EEUU. Esta guerra expulsó a dos millones de libaneses.
Todo esto me lleva a analizar el hecho de que el Senado de la República pugne por recibir a refugiados sirios, y he llegado a la conclusión que Peña Nieto y el ex secretario de relaciones exteriores, el señor Meade Kuri-Breña –de origen sirio libanés- hayan sido presionados por EEUU para recibir refugiados de Siria, pretextando el hecho de que México siempre ha sido un refugio y santuario de refugiados de otras naciones, cuando la realidad nos indica que con estos pésimos gobiernos, más de la mitad de los mexicanos viven en peores circunstancias que esos refugiados.
Insisto, no estoy en contra que México de asilo a los refugiados sirios y que esta iniciativa que supuestamente nace en el Senado sea llevada a cabo, pero en estos momentos hay que pensar lo que en la realidad está pasando. Hay un candidato a la presidencia de EEUU –Donald Trump- que está pugnando en su campaña por regresar a México a 11 millones de mexicanos porque los considera una basura que los contamina con sus “vicios que enarbola el racista Trump” cuestión falsa absolutamente, entonces… ¿Por qué tenemos que hacerle el trabajo sucio a EEUU, si ellos son los que han provocado este éxodo masivo de libaneses, sirios, libios, iraquíes y afganos? El Senado de la República tiene otros trabajos más importantes que hacer y no los hace. ¿Por qué entonces buscar 30 mil firmas de mexicanos que lo único que harán es coadyuvar con los trabajos sucios de Washington? Además Peña Nieto no hace nada ni declara nada contra Donald Trump, y no lo hace disque por no hacerle “El Caldo Gordo”. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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