Manlio y sus tareas en el PRI
Juan Martínez Veloz.
Una de las notas de prensa más comentadas en días pasados fue sin duda la llegada del político sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera a la dirigencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Poco análisis serio se vio del tema, más propaganda o diatriba de sus adversarios que estudio de ello. Haremos unas reflexiones sobre este hecho:
¿Cómo llega Manlio a la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional? y ¿Cuáles son sus principales tareas en lo inmediato y en el futuro rumbo al año 2018 de la elección de Presidente de la República?
Es indudable que el político sonorense llega a dirigir al tricolor después de un periodo exitoso (bonanza) de su antecesor el Dr. César Camacho Quiroz, en virtud de que en el año 2012 el PRI recuperó la presidencia de la república (después de 12 años fuera del poder) y en junio de este año (2015) ganó la mayoría de escaños legislativos en la Cámara de Diputados así como las gubernaturas en disputa.
Se perdieron algunos estados por el PRI como Michoacán, Querétaro y Nuevo León pero se recuperaron otros como Guerrero y Sonora, pero el balance en lo general fue positivo para el PRI el 7 de junio pasado.
Manlio es indudable que tiene los méritos formales para ser presidente del PRI. Ha sido gobernador de su estado natal Sonora, legislador en la Cámara de Diputados y el Senador de la República, ha ocupado diferentes puestos importantes en la administración pública federal y conoce bien los sectores de su partido donde empezó su carrera como priista.
Los puntos que destacan como asteriscos (cuesta arriba) en su llegada al PRI son los siguientes:
1.- El presidente priista que se va, César Camacho Quiroz, pidió en una declaración de prensa el 1 de julio (El Financiero) que el próximo presidente del CEN no fuera candidato a la presidencia de la república.
Creemos que esta exigencia con cierta justificación política (el árbitro no juega) es de dudosa validez constitucional, dado que los derechos humanos y los derechos políticos como parte de ellos no son renunciables y sólo se suspenden en las condiciones que la Constitución establece (artículo 38 constitucional).
Seguramente el órgano máximo del PRI llegado el momento se pronunciará sobre ello al emitir la convocatoria para elegir candidato a Presidente de la República en 2018. Descartar desde ahora a Manlio para la silla presidencial nos parece una decisión precipitada (autogol) tomando en cuenta su amplia trayectoria política.
2.- El procedimiento de la llegada de Manlio al CEN del PRI sin contienda interna y elección por voto directo no permite un acercamiento del líder con las bases del PRI. Aunque esto le ayuda a su partido a no sufrir un desgaste interno, pero no es lo ideal en un partido que aspire a la modernización.
Creemos que la legislación electoral en el futuro debe avanzar, para obligar a realizar elecciones internas a todos los partidos de los cargos políticos más relevantes y para salvaguardar los derechos políticos de sus militantes.
3.- Habrá que esperar cómo se integra la mayoría de carteras del CEN del PRI. Esperamos que se le dé oportunidad al nuevo líder de nombrar la mayoría de las Secretarías y cargos del CEN para poder tener buenos resultados de la operación política.
Las tareas del PRI que Manlio tendrá que enfrentar son: primeramente, ganar las gubernaturas en disputa los próximos años (2016 y 2017).
Aquí la tarea de Manlio es de suma importancia ya que desde el CEN se podrán diseñar procedimientos y acuerdos que favorezcan los equilibrios políticos locales.
Durante los 12 años de gobiernos panistas, la influencia de los grupos políticos priistas locales (gobernadores) fue determinante en la selección de los candidatos a gobernador favoreciendo el centralismo político a nivel local.
Creemos que eso debe cambiar por el bien mismo del desarrollo político y económico de los estados y de la modernización del PRI. Hay que darle oportunidad a políticos de regiones importantes (que no son capitales) que existen en cada entidad de la Federación. Creemos que Manlio tiene la estatura y la jerarquía política para hablar con los gobernadores y hacerles entender esto.
Otra tarea importante de Manlio será que en 2016 el fenómeno “Bronco” (candidato independiente) de Nuevo León se reproduzca en otros estados. Aquí la clave será que el PRI realice una buena selección de sus candidatos a gobernador más que poner candados excesivos a los candidatos independientes.
Además de lo anterior, la principal tarea que tiene Manlio será garantizar la unidad interna del PRI rumbo a elección de Presidente de la República en 2018. Aquí será importante diseñar mecanismos trasparentes de selección del candidato presidencial.
Esta tarea es la más importante y urge diseñar un esquema de posicionamiento de los “presidenciables” del PRI dado que hoy en día aparecen muy abajo en las encuestas.
Seguiremos comentando.
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