Loqueras presidenciales
Sócrates Amado Campos Lemus.
Cuando se trata de “defender” al presidente no dudan en tirarse al piso. El secretario Guajardo declara que si tiene que hablar con el diablo lo va a hacer... si ya lo hicieron con Donald Trump, no veo la necesidad de que busquen al Diablo, porque lo más seguro es que lo van a encontrar.
Y para que no quede ninguna duda, el presidente Peña Nieto, grita, a voz en cuello: “Ningún presidente se levanta pensando cómo JODER A MÉXICO”, a lo mejor no se levantan así, pero bien que lo joden y nos joden, así que el presidente “desjodedor” de México, ahora, se da cuenta de que independientemente de la apreciación que tengamos de él, debemos hablar bien del país y, por qué no lo hace al revés, no importa lo que pensemos de él pero que no joda al país y a los mexicanos…
Anteriormente la locura les entraba a los presidentes al final del sexenio pero por alguna extraña razón que, muchos dicen, es culpa del súper asesor y virrey del país, el presidente Peña Nieto, al parecer, comienza a enloquecer… sería bueno que en vez de tener tan cerca al virrey, lo dejara partir o lo enviara como enviaron a Echeverría, por allá a las islas, lejos, como la chingada, o de otra manera, podría perder el juicio (el histórico y el personal) y si ya tuvimos a la loca de Carlota, no pienso que sería lo mejor para el país, tener a un presidente tan obviamente enloquecido…
Recordemos que Adolfo, el joven, enloqueció por los viajes, las viejas y los autos deportivos; Díaz Ordaz perdió la visión del destapador y le dio por andar matando gente a lo loco y dejando en el poder a un sucesor no menos loco que termina el sexenio queriendo ser Secretario general de la ONU y andar de pata de perro en los países del tercer mundo; a López Portillo le da por andar de novio con la nuera del que le deja el poder, amante de varias señoras hermosas y escribir libros sobre la filosofía de la vida, no tan malos, para terminar llorando en las abandonadas colinas, cuando le parten la madre los bancos y los banqueros que se habían llevado el dinero de los mexicanos, cuando todos estábamos distraídos con el cuento de que deberíamos administrar la riqueza.
Miguel de la Madrid enloquece ante los temblores, le da por andar realizando fiestas de disfraces con sus cuates y cuatas, deja el poder en manos de los gringos y procura que nos lleve la reverenda chingada, para vengarse de las críticas que le hicimos todos los mexicanos cuando, temblando, se escondió en los oscuros brazos del regente para no salir o sacar al ejército a las calles para socorrer a los mexicanos, con el cuento de que le “podrían dar un golpe de estado”, y para colmo, nos deja a varios de sus descendientes que rescatan los niños bonitos en el poder; así, don Carlos Salinas, si no enloqueció, cuando menos lo pretendieron enloquecer con los asesinatos del cardenal, del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, de su ex cuñado y para joderla encarcelan- do a su hermano Raúl, y para desquitarse, escribe libros como todos los que queremos joder a los demás, para que se vean obligados a leer nuestras pendejadas, así nos deja a Ernesto Zedillo que, sin más, le da por renegar del que lo puso en el poder y además aliarse con los bancos y banqueros para endeudarnos a todos, obligándonos a pagar por lo que bancos y banqueros se robaron y dejando endeudado al país con el famoso ROBAPROA, y para que no nos quejáramos de él, nos chingó, adelantando la entrega del poder a Vicente Fox, el gerente de la Caca-cola; así, puestos en las manos de los gringos, ni para donde hacerse, y no se notan las locuras de los que dicen mandar cuando solamente se dedican a chingar, por ello, inventando al diablo de AMLO, procuran engañarnos a todos y dejan al borrachín de Jelipe Calderón que, como primer acto y en la cruda de autoridad y de mando de la nueva policía, nos chingó a todos, robándose, de la primera contabilidad, más de cincuenta millones de dólares que ahora le está reclamando Shenli Ye Gon; así que para que no viéramos naderías de su gestión nos mostró la carnicería y el baño de sangre que se genera en todo el país, donde hasta el momento, según cálculos al más o menos, más menos que más, hay más de 150 mil asesinados, más de 32 mil desaparecidos, medio millón de desplazados, miles de viudos y viudas, miles de mutilados y encarcelados.
Y para que no reneguemos y veamos el bien en el mal, todavía nos quiere endosar a “la calderona”, su mujer, que dicen las malas lenguas es la que protegió a sus familiares que eran los responsables de la muerte de muchos niños en Sonora, en el incendio de la guardería ABC, y deja el caminito para el desmantelamiento de las empresas públicas robándose, con los suyos y los otros, gran parte de PEMEX, y por ello, al inicio del gobierno de Peña Nieto, explotan las oficinas de PEMEX, para quitar las pruebas de los robos que al lado del sindicato han enriquecido a muchos políticos, incluyendo a Peña y su equipo de desmanteladores que nos han chingado a todos.
Así, dicen los aprendices de brujo que la locura de los presidentes es producto de las mentadas de madre y recordatorios familiares que les hace gratuitamente el pueblo de México que, finalmente, para jodernos, a pesar de que diga que no se levanta pensando en jodernos, tenemos que pagar por los robos y las pendejadas y entreguismo de los políticos que les acompañan…
Así, hasta la llorona ya no tiene lágrimas para continuar vociferando por su desgracia, por ello, han aparecido los letreros en las calles que dicen; “los políticos no son nuestros hijos” firman: las putas de la calle, esta es la verdadera historia del terror en los tiempos del haloguin, o como se escriba, y botellita de jerez, todo lo que digan será al revés.
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