La universidad necesita oxigenarse

José Luis Carrillo Hernández.

La Unidad Saltillo de la Universidad Autónoma de Coahuila, pronto habrá de renovar a su coordinador, cada tres años por estas fechas el Consejo Universitario por unidad se reúne para emitir la convocatoria para elegir al coordinador, y los requisitos para poder participar como candidato.

En la Unidad Torreón y la Unidad Norte la elección de coordinador reviste vital importancia por su distancia geográfica de la rectoría que está en Saltillo, a esa distancia el coordinador en verdad puede ejercer las funciones que el estatuto le otorga. En la Unidad Saltillo las cosas son distintas, pues el contacto entre la administración central de rectoría no es relevante, pues todos los directores acuerdan directamente con el rector o sus subalternos sin necesitar al coordinador de unidad.

En este sentido pareciera que este puesto tiene poca importancia, y con razón, es un puesto decorativo pero con un excelente y nada despreciable salario, motivo por el cual muchos burócratas universitarios lo desean, sin embargo a los estudiantes y docentes, poco o nada les interesa la Coordinación de la Unidad Saltillo, todos acuden a su director respectivo.

El coordinador es un colaborador y representante del rector para asegurar la buena marcha de los programas y tareas universitarias en su respectiva unidad.

En el terreno financiero, la coordinación de la Unidad Saltillo depende de la tesorería general de la universidad, por lo que ahí no se mueven los grandes recursos, esto la hace menos atractiva para muchos funcionarios deshonestos, por lo tanto no es un puesto muy peleado, pero es parte de la estructura administrativa dispuesta por el estatuto.

En la Unidad Saltillo de la UAdeC no existe una oposición organizada, pero si una espontánea, venida extramuros, producto del entorno, del hartazgo social, que pudiera ser usada o explotada por algunos de los resentidos o dolidos, marginados del maximato que vive la universidad, algunos de los cuales ya comienzan a manifestarse desde el anonimato con pintas en contra del rector.

En este escenario universitario donde la competencia electoral es casi nula, es importante generar espacios de reflexión que permitan a los universitarios un verdadero encuentro con los postulados básicos de la universidad y sus tareas sustantivas.

La realidad de la UAdeC que viven sus directivos y funcionarios es muy distinta de la que viven los alumnos y docentes que están más ligados a la realidad de una universidad que cada vez se aleja más de ellos y de la sociedad; una universidad a la que se le cuestiona su nivel académico, con un modelo educativo caduco; una universidad cuya burocracia universitaria se resiste a renovarse, anclada en favoritismos y concesiones de grupo.

Al momento que usted lea este comentario seguramente estará en pleno desarrollo la campaña para elegir al coordinador de la Unidad Saltillo. En este proceso destaca la figura del Ingeniero Miguel Ángel Rodríguez, “El Maik”, así conocido por los ateneístas, joven maestro que en su gestión como Director transformó el Ateneo Fuente, institución fundadora de la universidad y que está por cumplir su 150 aniversario casi totalmente renovada, gracias a los 90 millones de pesos que el gobierno aplicó en las obras de restauración.

En la gestión del Maik de casi seis años en la dirección de la escuela, los ateneístas pasamos de salones y mobiliarios casi en ruinas a un entorno renovado con tecnología de última generación. Ésta es una de las cartas, entre otras, que hablan de las capacidades que Miguel Ángel tiene como administrador, gestor y dirigente de una comunidad universitaria tan grande y significativa como la del Ateneo Fuente.

Sin duda el Maik es una opción buena para los estudiantes, pues ha estado muy cerca de las últimas generaciones de egresados ateneístas, muchos de los cuales actualmente cursan sus estudios en escuelas y facultades de la Unidad Saltillo. El Maik es un universitario arraigado, hecho en la misma universidad, como alumno y maestro del Ateneo, y Graduado de Ingeniería en Sistemas en la escuela del mismo nombre de la UAdeC.

Con su presencia renueva espacios de participación y de relevo generacional, sin duda emergente, es conciliador e incluyente y ahora pretende dirigir las tareas de la coordinación de la Unidad Saltillo.

La universidad necesita oxigenarse, pues los poquitos que por tanto tiempo han estado enquistados en la administración, presupuesto, nómina y compensaciones generan dudas en la honestidad de quienes dicen velar por ella.

La universidad va más allá de la rectoría, de la coordinación y de una dirección. La universidad está en cada uno de sus integrantes, en el espíritu de sus alumnos, en la cátedra, en el salón de clases, por eso es necesario fortalecer las tareas sustantivas que le dan vida a la universidad, para que ella no regrese a las calles como en el pasado para exigir autonomía y después luchar para dignificarla.

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