El triunfo de Trump y los lloriqueos en México

José Guadalupe Robledo Guerrero.

Redacté este comentario horas después de la contundente victoria electoral de Donald Trump, ese sujeto mal visto por los beneficiarios del status quo mexicano (partidos, grandes medios de comunicación, actores, intelectuales, millonarios, gobernantes, políticos, periodis- tas), a quien las acusaciones de misógino, racista, antimigrantes, mujeriego, ignorante y payaso, sólo impulsaron su campaña y le dieron identidad social.

Y es que Trump, pese a ser ciertas todas las acusaciones que le hicieron y otras que no se atrevieron a decirlas, amenaza el estado de cosas que mantiene el imperio para seguir explotando y colonizando a los países debiles del mundo, pero el pueblo estadounidense mostró que mayoritariamente comulga con los prejuicios y fobias de su ahora presidente. Trump es el espejo de su pueblo como lo es Peña Nieto de los mexicanos, aunque nos cueste aceptarlo.

El triunfo de Trump provocó que los beneficiarios del statu quo mexicano que le apostaron a su igual Hillary Clinton, iniciaran una telenovela de lloriqueos y justificaciones. Los merolicos del canal de las estrellas fueron los primeros en responsabilizar de su equivocación a las encuestas y periódicos de México y EUA.

Pero las irredentas plañideras mexicanas no aprendieron la lección, ya justificaron la intervención de Trump en nuestros asuntos, y de paso mandaron al diablo aquello de la no intervención y ahora insisten en reivindicar a Luis Videgaray, aquel a quienes todos ellos se le fueron a la yugular por ser el responsable de la invitación que le hizo EPN a Trump.

Nadie sabe qué hará Trump, y el que crea saberlo está equivocado, pero lo cierto es que muchas cosas cambiaran, sobre todo aquellas planeadas y pactadas, como la de querer hacer a Margarita Zavala Presidente de México, pero tampoco AMLO tiene posibilidades de serlo. Otra moda política que seguramente será descartada es la de los homosexuales.

Lo que no se ha dicho, es que Hillary perdió porque se olvidó de la clase obrera, la clase media y los milenials y se enfocó a las minorías, igual que lo hace la partidocracia mexicana en su afán de cachar votos...