 El mundo va hacia la “derecha”.
¿Y México?
Juan Martínez Veloz.
No se necesita ser sabio ni experto en ciencias políticas para entender que en la actualidad el mundo políticamente se está moviendo hacia la “derecha” (posiciones conservadoras) con diferentes matices y modalidades en cada país.
Hay múltiples ejemplos de ello. Los más recientes, el triunfo de Donald Trump y el Partido Republicano en EUA; la investidura de Mariano Rajoy en España; el triunfo del NO a la CEE en Reino Unido (Brexit británico).
En Iberoamérica se observa algo semejante: Bolivia realizó recientemente un referendo para definir la posibilidad de que el actual presidente Evo Morales Ayma pudiera reelegirse de nueva cuenta para las elecciones presidenciales de 2019. El voto del NO triunfó por más del 3% de los votos emitidos. Esta derrota se suma a otras en Iberoamérica en las cuales la izquierda retrocede después de más de 15 años en el poder.
A finales del pasado 2015, tres países elegieron autoridades: Argentina, Venezuela y España. En esas tres naciones, muy cercanas culturalmente a México, se observó el llamado “voto de castigo” a los partidos en el poder con diferentes particularidades.
En Sudamérica, después de la ola de gobiernos de orientación de centro izquierda surgidos años atrás: Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela (1998-2016); Luis Ignacio Lula Da Silva y Dilma Ruselff en Brasil (2002-2015); Tabaré Vázquez y José Mujica en Uruguay (2004-2016); Evo Morales en Bolivia (2005-2016); Rafael Correa en Ecuador (2006-2016); Néstor y Cristina Fernández Kirchner en Argentina (2003-2015); a partir de 2015 empieza a construirse un panorama electoral distinto con el triunfo de las oposiciones en Argentina, Venezuela, Bolivia y Brasil con la destitución de Dilma Rousself.
Lo que está pasando en el mundo y en Latinoamérica es absolutamente normal en la democracia. Las izquierdas se han desgastado y la sociedad ha volteado a ver otras opciones, sin embargo las derechas que llegan tampoco se ven muy firmes por los graves problemas económicos que tienen que enfrentar.
¿Cómo queda México en estos cambios?
México tendrá elecciones de presidente de la república en 2018. Como parte del mundo y de la comunidad de naciones no está libre de sufrir estas tendencias. A diferencia de Sudamérica, en México entre 2000 y 2012 tuvimos una alternancia hacia el partido conservador en México (PAN).
En 2012 regresa el PRI al gobierno federal con una posición más neoliberal (FMI) y muy ligado a la suerte del TLC de 1992, que el nuevo presi- dente electo norteamericano está rechazando.
México está siendo afectado recientemente con la llegada de Donald Trump al poder en EUA. Si logra consolidarse Trump en el poder afectará indudablemente aun más la relación con México.
Está por verse ¿Qué pasa en EUA?, porque en algunos temas las posiciones de Trump repliegan a EUA del lugar de hiperpotencia mundial que ganó a partir de 1991 con la desintegración de la URSS y la caída del muro de Berlín.
En teoría el aliado natural en México del nuevo presidente electo de USA debe ser el PAN, sin embargo los actores principales de este partido jugaron muy mal sus cartas en el proceso electoral norteamericano (Vicente Fox, Margarita Zavala y Ricardo Anaya).
Están también las izquierdas representadas por Andrés Manuel López Obrador. Tienen un gran apoyo en elección presidencial, pero se ve difícil que puedan entenderse con los republicanos estadounidenses que en forma natural están más distantes de las izquierdas. Si AMLO logra una alianza que incluya a PRI o PAN tal vez pueda “pasar” ante los ojos norteamericanos que consideran que su sistema bipartidista es el mejor. México no puede alejarse mucho de ese modelo.
El PRI quizás pueda intentar construir un puente con el nuevo presidente norteamericano a través de Luis Videgaray (ex Secretario de Hacienda), sin embargo hay que esperar que Trump mande un mensaje hacia México en el tema.
La visita de Trump a México y la negativa de Hillary Clinton de entrevistarse con nuestro presidente EPN a la luz de los resultados electorales estadounidenses juegan a favor de México, para intentar construir una buena relación con el presidente electo Donald Trump, aunque la agenda binacional se ve muy complicada.
Saludamos que la democracia mundial y latinoamericana avance y se consolide para que le cierren el paso a los golpes de Estado que tanto daño les han hecho en el pasado.
juanmartinez_veloz@yahoo.com |
