Fidel, el último revolucionario...
Alejandro Robledo Flores.
“Hemos hecho una Revolución más grande que nosotros mismos” Fidel Castro . 1959. |
El pasado 25 de noviembre el mundo atestiguó una noticia, que aunque esperada, causó conmoción: el fallecimiento del Comandante Fidel Castro, líder de la Revolución cubana.
En todo el mundo hubo reacciones; de los líderes de los países hubo pésames; en los pueblos hubo tristeza, habían perdido un aliado, una fuente incansable de reflexiones sobre el ¿qué hacer?. La mayoría de estos pueblos eran personas pobres, de esos que producen la riqueza pero no la ven.
Se había ido el último revolucionario, el último referente de aquellas luchas de emancipa- ción y liberación del Siglo pasado que definieron la historia contemporánea. Fidel Castro no sólo fue el Comandante en Jefe de una Revolución, de un pequeño país de poco más de 11 millones de habitantes; fue un referente mundial por su oposición al “imperialismo”, su lucha por la autodeterminación de los pueblos, y por el internacionalismo y la solidaridad.
Muchos han hecho análisis para catalogar a Castro: libertador o dictador. En muchos casos desde la comodidad de la ignorancia se han construido historias que dibujan un país que no es, de balseros y prostitutas, de vendedores y timadores. Desde esa posición también la propaganda “izquierdosa”, militante de las palabras no de los hechos, ha tergiversado la historia de la Revolución cubana. Al margen de estas confusiones, donde se confunde a Fidel con Pinochet, a Camilo con el Ché; es justo decir, no quién fue Fidel, mejor qué hizo Fidel.
Su fallecimiento representa una nueva etapa en la Revolución cubana, la cual no culminó con su triunfo el primero de enero de 1959. A punto de cumplir 57 años, la Revolución continúa siendo un proceso de logros a favor del pueblo cubano. En Cuba hablar de Revolución es hablar de la sociedad, el Estado, la Patria y de la heroicidad y estoicidad de su pueblo.
Los logros de la Revolución destacan a nivel internacional. En educación, Cuba tiene el galardón de ser el único país de América Latina que terminó con el analfabetismo, y de garantizar el acceso de la juventud a la educación universitaria. Los profesores cubanos son considerados como los más preparados de toda América Latina.
Otro logro revolucionario es la baja mortalidad infantil, comparable con la de países más desarrollados. Los sistemas de salud son gratuitos y todos los cubanos tienen acceso a ellos. Sus servicios médicos son de los mejores del planeta. Los médicos cubanos son reconocidos internacionalmente.
La solidaridad de la Revolución cubana con pueblos del mundo se ha manifestado a través de las misiones internacionales que realizan médicos, maestros, trabajadores sociales e ingenieros a favor de los más marginados de otros países. Y se ha solidarizado también con las luchas libertarias de países como Angola, Congo y Nicaragua.
La generosa Revolución cubana ha enviado a sus mejores hijos a pelear por la libertad de otros pueblos. La entrega y dedicación de los cubanos a su país es, dicen ellos, su aportación a la Revolución a la cual le deben todo.
A lo largo de estos casi 57 años, Fidel Castro encabezó la conducción de la Revolución y los cubanos se desarrollaron como un pueblo humanista, socialista y solidario.
Desde el triunfo de la Revolución, Cuba ha sido objeto de innumerables y constantes agresiones y amenazas, bloqueo económico, aislamientos, invasiones, sabotajes, conspiraciones y más de 600 intentos de asesinato a Fidel.
Con el derrumbe del campo soviético, en el cual Cuba tenía ligada su economía, la Isla padeció una depresión económica, sumado al bloqueo económico que impide a otros países y empresas comerciar o invertir en Cuba. Los cubanos tampoco pueden adquirir insumos necesarios para desarrollar su productividad.
El derrumbe de la URSS y el bloqueo llevaron a Cuba en 1991 a una severa crisis económica, en la cual el PIB decreció casi el 40 por ciento, provocando escasez de alimentos, medicamentos, combustibles, vestido y afectando a todo el sistema productivo cubano. En 1994 comenzó la recuperación de la economía cubana.
Aun con eso, la conducción de Fidel, y el apoyo de su pueblo, lograron conservar su Revolución. El impulso que llevó a los cubanos al combate hace 60 años, es el mismo que los hace luchar por mantener su Revolución.
La historia mundial del Siglo XX, y en particular la de Latinoamérica, no puede contarse sin mencionar a Fidel, líder, estadista y revolucio- nario. Fidel y su pueblo, fueron la inspiración para países de América Latina y África, para transformar sus naciones, los resultados como el método, dependen de la voluntad de cada pueblo.
Fidel, el último gran líder del Siglo XX, murió sin que sus adversarios pudieran vencerlo. En sus funerales, ante Jefes de Estado de todo el mundo, los cubanos reafirmaron que aún ausente físicamente seguirá siendo el ideólogo y la conciencia de la Revolución cubana.
En sus funerales, Raúl Castro, Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de Cuba, junto al monumento a José Martí en la imponente Plaza de la Revolución iluminada por las figuras del “Ché” Guevara y Camilo Cienfuegos, le dio el adiós final: “…aquí donde nos hemos reunido durante más de medio siglo, en momentos de extraordinario dolor, o para honrar a nuestros mártires, proclamar nuestros ideales, reverenciar nuestros símbolos y consultar al pueblo sobre trascendentales decisiones. Donde conmemora- mos nuestras victorias, te decimos junto a nuestro abnegado, combativo y heroico pueblo: ¡Hasta la victoria siempre!..”
Muchos crecimos escuchando las historias de sus hazañas revolucionarias, de su paso por México y el apoyo que le brindó nuestro país para regresar a Cuba a hacer la Revolución que germinó en México, así como también germinó el amor y la hermandad que siente el pueblo mexicano por el pueblo cubano.
Por ello también debemos decir:
¡Hasta siempre, viejo guerrero de la Sierra Maestra! |