El bandido de Sonora

Víctor González Avelar.

ENTRADA.- Los restos mortales de don Manuel Gómez Morín, fundador del Partido Acción Nacional, se revuelven agitados en su frío lecho mortuorio. Y es que don Manuel ha venido sufriendo desde el más allá y durante estos últimos veinte años, las trapacerías e inmoralidades de algunos personajes de la política azul.

Después del escandaloso affaire de los “moches” que instituyeron de manera draconiana algunos legisladores panistas para aprobar las participaciones (el muy cristiano 10%) en favor de algunos municipios azules, ahora don Manuel padece el escándalos de quien fuera gobernador panista de Sonora don Guillermo Padres Elías.

SOPA.- Resulta que Guillermo Padrés salió más ratero de lo que muchos hubieran podido imaginar. Por fortuna la nueva gobernadora de aquel estado, la priista Alicia Pavlovich Arellano (hija de Alicia Arellano Tapia una de las valientes políticas que lograron el voto para la mujer), ya lo arrinconó usando los largos brazos de la justicia y lo tiene en capilla para que ingrese a una prisión de máxima seguridad pasadas las navidades.

PLATO FUERTE.- Guillermo Padrés Elías ha sido señalado por la justicia de haber cometido actos de corrupción y operaciones con recursos de procedencia ilícita; pero lo más curioso del sainete, es que Padrés Elías en lugar de ir a comparecer ante las fiscalías en donde tiene instauradas varias averiguaciones para aclarar su delicada situación jurídica, resulta que mejor se fue a las oficinas de Acción Nacional en la colonia Del Valle del Distrito Federal, para dar su versión de los hechos ante el Zar de la anticorrupción dentro del Comité Nacional del PAN, don Felipe Bravo Mena.

Hincadito y de rodillas ante Felipe (como la Martina) quien por pura casualidad tiene toda la apariencia de cura pueblerino, Padrés confesó los hechos cometidos en daño del patrimonio del estado que gobernó y de la población que votó y también de la que no votó por él. Según Felipe Bravo Mena, el “muchachón” Padrés (como solía decir “El Diablo” de las Fuentes), le comprobó a plena satisfacción su inocencia y agregó: que la plática había sido muy amena pero que tiene que guardar discreción y no está en condiciones de revelar su contenido.

Como pilón sobre las corruptelas azules, Luis Felipe Bravo informó que también Luis Vizcaíno Christian, asesor del Delegado panista en la Benito Juárez, ya se le confesó con motivo de la acusación que le hicieron de pedir un soborno de 90 mil pesos a una empresa deportiva. Queda claro que ambos casos ya se investigan al seno de la comisión anticorrupción panista y que continuará hasta agotarse y que de encontrarse culpables, serán severamente castigados.

Pero para confirmar el mundo kafkiano dentro del cual se mueve felizmente el PAN y también otros partidos como el PRD, Morena, el Verde y hasta el mismísimo PRI, don Felipe precisó: “Que la comisión que preside realmente no ¡existe¡ pero que con la reforma estatutaria el PAN tendrá capacidad para investigar, hacer señalamientos e imponer las sanciones vía esas Comisiones de Orden y de Justicia partidistas, o sea, Padrés se hincó ante un confesionario inexistente.

Ya encarrerado Bravo Mena aprovechó la situación, como si estuviese trepado en un pulpito de iglesia pueblerina y evangelizó: “Además, el PAN impulsará la cultura de ética en los militantes y dirigentes, porque de nada sirven mil leyes, 40 reglamentos, 20 comisiones, si en el corazón de las personas se cree que la política es para enriquecerse y no para servir. Ahí está el núcleo del problema de la corrupción. Y siguió. Que la comisión anticorrupción tiene que trabajar en la formación de una cultura de ética y limpieza en la vida pública, siendo la prevención una de sus tareas más importantes subrayó.

POSTRE.- Como se podrá ver, los chicos malos pueden ser de muchos colores y los hay también azules.