ALCOHÓLICO
Oliverio Ascascius.
El alcohólico es grotesco,
camina en zig-zag,
sin control.
La mente obnubilada, perdida,
descarriada.
Todos le han vuelto la cara
y medio transita
abandonado por las calles.
Es sucio, maloliente, torpe.
Se tropieza, se cae, se arrastra,
y la lengua se le traba
como la de un animal sacrificado.
Suele ir orinado, vomitado y sin sentido,
acabado.
Es alguien que tira el dinero
sin pudor
y no tiene valor momentáneo
como persona.
Es despreciado, segregado
y ni siquiera es motivo de lástima.
Es hocicón, llorón
de hablar incoherente
y tontamente suicida.
Agrede, provoca, patalea,
hace el ridículo
y chilla idiotamente.
En ese estado, quisiera morir
y sabe que por cobardía,
va buscando la muerte.
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