¡Salud!
Ángel Zavala Jr.
Hoy me permito tomar el tema de la salud, de la falta de atención a la salud de miles de personas. Y no me refiero únicamente al IMSS que ya de por sí cualquier nota que aparezca en los medios de comunicación referente a su falta de humanismo en el cuidado de la salud de los derechohabientes, ni siquiera les hace cosquillas. No. Me refiero a otras dos instituciones de “salud” que funcionan en Coahuila, una dependencia federal, que es el ISSSTE y la otra, derivada del SNTE, el Servicio Médico de la Sección 38.
El IMSS, ya lo sabemos, es una muestra de la mala aplicación de los recursos federales, de una mafia sindical que absorbe gran parte de los recursos destinados a los derechohabientes en forma de atención médica y prestaciones económicas.
Una de las aplicaciones, además de la salud, es el pago mensual (bastante exiguo, por cierto) de pensiones a quienes después de no se qué tantas cotizaciones semanales, obtienen por fin el dictamen para su pensión vitalicia, la cual se fija en una cantidad que no satisface las necesidades de los pensionados, no únicamente el control de su salud que a medida que avanza la edad se torna problemática, sino de la más básica de todas que es la alimentación.
Las quejas de los pensionados son en la mayor de las ocasiones, la falta de depósito de sus escasas pensiones en los bancos para que ellos puedan acceder a su efectivo mediante el uso de cajeros automáticos. No hablaré de que muchas personas pensionadas son de la tercera edad y que se les dificulta la consulta en las máquinas y el retiro de su efectivo. Eso es para otro comentario.
En cuanto al ISSSTE, muchos casos, sobre todo aquellos que deben ser atendidos por especialistas, se canalizan hacia Monterrey por la ausencia en Saltillo de médicos especializados, así como por la carencia de equipo de detección y tratamiento de muchos padecimientos, a saber: diabetes, cáncer, tuberculosis, etc.
Los derechohabientes que deben ser atendidos en Monterrey, reciben viáticos risibles. Ni siquiera son suficientes para cubrir un pasaje de “ida” en un Coahuilense. Pero ni modo. Además, hay qué llevar algún alimento preparado en casa para no exponerse a contraer alguna infección tomando cualquier preparación de fritangas en los puestos callejeros, que abundan siempre a la salida de los hospitales.
Una persona de esta capital de Coahuila, que atiende a un paciente parapléjico, que es su esposo, contrajo cáncer de seno. Afortunadamente el tratamiento dio resultado y se puede decir que “ya la hizo” sólo que debe presentarse mensualmente al hospital del ISSSTE en la Sultana del Norte, para su revisión. Ella, como beneficiaria de su esposo, es la encargada de cobrar la pensión por invalidez que recibe en forma vitalicia el enfermo. Al parecer no ha tenido problema, así es que se podría decir que este renglón de las pensiones en el ISSSTE está al corriente.
Ahora voy con el servicio médico de la Sección 38 del Sindicato de Trabajadores de la Educación, que entre paréntesis, no únicamente atiende a los trabajadores dependientes del Estado, sino que incluye a los trabajadores de las universidades Autónoma de Coahuila y Autónoma Agraria Antonio Narro.
Bastantes han sido las manifestaciones de extrañamiento que han mostrado los dos últimos grupos de derechohabientes, activos y jubilados, repudiando la falta de medicamentos en la farmacia y el trato de los trabajadores de ésta cuando se les inquiere por el surtido de una receta. “No hay”, es la respuesta más frecuente. “¿cómo que no hay, y luego los descuentos que se nos hacen?”, ¡pues son las instrucciones que tenemos. No hay medicamento, hasta el dos de enero de 2016! Y llega el dos, el tres y el cuatro de enero y los medicamentos no llegan. Cualquier paciente, hospitalizado o con tratamiento médico prescrito, debe aguantar estoicamente la búsqueda de los medicamentos en farmacias que no tienen convenio de subrogación con el servicio médico. Así es que si te consultaste en noviembre o diciembre del año pasado, debes permanecer con vida hasta que al encargado de surtir a la farmacia, se le pegue la gana cumplir con su trabajo. Si tu caso es urgente, ni modo.
En cuanto al desempeño profesional del personal médico y de enfermería, no hay quejas. Todos ellos realizan su trabajo, aunque el salario que perciben sea poco. He sabido de médicos que tienen un sueldo mensual de $ 3,000.00 y este diciembre recibieron como aguinaldo $ 5,000.00. Eso es en cuanto a un especialista que “presta” sus servicios a la Clínica de la 38. Ahora imagínese un médico general, pues cualquier albañil -y no por menospreciarlo- gana mensualmente más. Desde luego, la satisfacción del deber cumplido no se lo paga nadie a un médico de la Clínica de la 38. Pero muchos prefieren emigrar a otros sistemas de salud que verdaderamente cubran un salario digno. Y cosa curiosa, y esto se debe no sólo al paternalismo del gobierno federal hacia el IMSS, sino al trabajo sindical de sus dirigentes, que ha sido tan positivo para los trabajadores del sistema IMSS, que es un gremio absolutamente cerrado para quienes no tienen parientes en el “seguro” para acceder a una plaza. Las jubilaciones, ¡oiga usted!, son lo máximo en percepciones para un trabajador en México, aunque el servicio médico y el trato humano a los pacientes, sea el más deficiente, con una infraestructura que deja mucho qué desear; falta de equipo, aparatos inservibles, falta de papel para la impresión de electrocardiogramas, mal trato del personal, sanitarios que dan asco, cucarachas que se pasean por los cuartos, etc.
En cambio, vaya usted a la Clínica de la 38. Perfectamente pintada, interior y exteriormente, con pisos brillantes, baños impecables, personal atento -no así algunas empleadas de archivo, o de farmacia, por ejemplo- pero muchos médicos que por su profesionalismo son reconocidos por los pacientes sencillamente “se fueron”. Algunos se pensionaron, otros se van en busca de algún trabajo mejor remunerado y otros, que aún permanecen en la plantilla, hacen como que consultan.
De las pensiones me ocuparé en la próxima edición de El Periódico de Saltillo, ya que debo aprender e interpretar la reforma a la Ley de Pensiones de los Trabajadores del Estado, cuya iniciativa se debe al Sr. don Rubén Moreira.
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