Población con sobre peso es mal negocio.

JABA.

En esta semana se dio la noticia de que la carrera de Nutrición que ofrece la Universidad Autónoma de Coahuila en Piedras Negras cerraba sus puertas a nuevas inscripciones por falta de empleo de sus egresados. Un golpe no sólo a las aspiraciones de los que ven este ramo de estudios como una posibilidad, sino para todos los que han pertenecido a esta casa de estudios y para la población en general.

Fue Guillermo Tuirán, coordinador de la Escuela de Ciencias de la Salud quien dio el aviso, argumentando que “debe haber más cultura entre la gente, en empresas” y yo me pregunto, ¿fue lo mejor que este funcionario pudo decir para justificar un fracaso social y universitario?

Cierto es que la UAdeC se ha ido alejando en lo que refiere a servicios sociales y brigadas para la población. Parece ser que la mala agenda del gobierno Estatal, se ha permeado a una agenda ramplona de la Universidad. Ya no es visible el trabajo social de la máxima casa de estudios hacia la gente. Y en este entendido, si las empresas y particulares no les interesa contar con profesionales de la nutrición, el gobierno (en la quiebra) debería ser el primer interesado en estas cuestiones.

¿Habrá acaso algo más importante y barato para el estado, en materia de salud, que la prevención de enfermedades? Estos chicos desairados por la sociedad y por el gobierno, tienen la llave del ahorro de miles de millones de pesos en gasto de salud pública. Imaginar una sociedad bien alimentada es equivalente a ahorro multimillonario en salud.

Aquí algunos datos generales: México es el principal cliente de Coca Cola, después de los Estados Unidos, empresas como Bimbo, Sabritas y demás procesadoras de alimentos chatarra han encontrado en el país la llave de una ganancia sustancial; tenemos el primer lugar en obesidad infantil y el grueso de la población padece sobrepeso.

Para muestra basta un botón, si usted sale a la calle, podrá mirar que la mayoría de las personas, padecen alguno de estos males. Y con todo y eso, parecen no ser requeridos los nutriólogos, en un país gravemente enfermo por la mala alimentación.

Las nuevas carreras que el rectorísimo Blas Flores ha anunciado con bombo y platillo son las licenciaturas en Artes Escénicas, Psicología e ingeniería Automotriz, esto en la Unidad Torreón. En la Unidad Norte se ofertarán las licenciaturas en Derecho, Contaduría, Administración de Empresas y Psicología.

Claro que se aplauden este tipo de esfuerzos, pero de qué sirve tener ingenieros automotrices bien educados si los obreros padecen diabetes o hipertensión o colesterol. La ganancia que traerá la inversión en capital humano que la Universidad hace para responder la demanda empresarial se verá mermada en gastos de seguro social y tratamiento de males derivados de una mala alimentación.

Querer abatir las enfermedades con medicinas y doctores, omitiendo la prevención, es como querer acabar con el crimen organizado y la corrupción con armas y cárceles, sin voltear a ver la educación.