El reimpulso necesario a los
Derechos Humanos en México
Juan Martínez Veloz.
El combate a la delincuencia organizada, la reforma al artículo 1º constitucional en materia de derechos humanos y tratados internacionales en 2011, la atención a las víctimas del delito y la desaparición de personas, la migración centroamericana, el debate sobre el derecho a la vida y el aborto, las recomendaciones internacionales contra la tortura, los embarazos de las mujeres jóvenes fuera de matrimonio, la reforma al matrimonio igualitario planteada por el presidente de la república Enrique Peña Nieto son hechos que han provocado nuevos debates sobre las prioridades del Estado mexicano en materia de derechos humanos.
Creemos que el marcado interés que se observa en la actualidad en nuestro país por lograr un mayor grado de respeto a los derechos humanos ha sido producto, a nuestro juicio, de tres factores fundamentales:
*Una presión internacional de protesta contra el alto índice de violaciones a los derechos humanos que ha registrado nuestro país por algunos años.
*Una madurez cívica de amplios sectores de la sociedad mexicana que ha comenzado a ser consciente de sus derechos fundamentales.
*La voluntad política del Estado mexicano por perfeccionar los mecanismos e instituciones jurídicas protectoras de los derechos humanos, creándose para ello, tanto la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, como las comisiones estatales de la materia.
No obstante los avances logrados hasta hoy, pensamos que aún existen grandes desafíos para la sociedad mexicana a fin de lograr una plena vigencia de los derechos humanos, sobre todo en los siguientes aspectos:
• 1. Promover una cultura social de respeto a los derechos humanos;
• 2. Hacer posible la vigencia de los derechos sociales mediante políticas y programas de bienestar que permitan eliminar la marginación social en la cual se encuentran aún amplios sectores de la sociedad mexicana;
• 3. Ampliar la vigencia de los derechos humanos al interior de organismos sociales no gubernamentales.
Respecto al primer punto, en diversos foros se ha hablado por parte de analistas, servidores públicos y dirigentes sociales de la necesidad de promover una cultura mexicana por los derechos humanos, con el objetivo de que tales derechos formen no sólo los ordenamientos jurídicos que los consagran, sino las actitudes cotidianas de los ciudadanos y funcionarios públicos.
Creemos que la Comisión Nacional de Derechos Humanos y, las respectivas en los estados, deben redoblar sus esfuerzos en la capacitación de servidores públicos y en la organización de maestrías y diplomados en la materia.
Se debe capacitar a las policías en el tema y establecer metodologías para que la actuación de las mismas se realicen respetando los derechos fundamentales de las personas. El problema de los derechos humanos en México más que jurídico (están en la Constitución y tratados internacionales) es de vigencia, es decir falta de respeto por parte de la sociedad y los gobiernos.
Sobre el punto segundo, la plena vigencia de los derechos sociales; es decir, el derecho al trabajo, al salario remunerador, a la educación, a la vivienda, a la seguridad social, esta es una tarea que requiere un enorme esfuerzo de solidaridad nacional, que debe involucrar corresponsablemente a los gobiernos, federal, estatales y municipales, a las organizaciones sociales y a los empresarios.
En relación al tercer punto, debemos decir que históricamente los gobiernos han sido los principales violadores de los derechos humanos, sin embargo, en la vida moderna han surgido otros agentes que pueden afectar los derechos fundamentales de las personas en las escuelas, sindicatos, partidos políticos, frente a los cuales hay que establecer recursos jurídicos e instituciones para salvaguardarlos eficazmente.
juanmartinez_veloz@yahoo.com
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