Proceso electoral 2016

Luis Fernando Hernández González.

Actualmente cuando el mundo se debate entre ideas antiéticas e intereses encontrados por efectos de la misma globalización, en donde se manifiestan los hechos evidentes de una aguda descomposición social que aquejan a la humanidad, es importante replantearnos la fortaleza de nuestras instituciones como una vía de encuentro y para salir adelante como población y como país.

La política no es una actividad pervertida, es un ejercicio virtuoso para servir a la colectividad, establecer concensos, sumar fuerzas, lograr acuer- dos, plantear objetivos y concertar proyectos que sirvan a la gobernabilidad y a toda la sociedad.

Por esa razón, las elecciones en las doce entidades del país el próximo domingo marcarán un importante parte aguas de sentido y rumbo de la política nacional, que se verá reflejado conforme a sus resultados en proyectos y esquemas tanto de organizaciones como de actores personales dedicados a este quehacer en la sociedad, pues derivado de ello, tanto esquemas como prácticas y operaciones en las actividades de gobierno como en su reflejo en las políticas públicas serán necesariamente valoradas y puestas a consideración de los electores para ahora y por consecuencia para su futuro.

Como integrantes que somos de una sociedad que busca estar informada en estas campañas políticas de las doce entidades en referencia, podemos comentar que muchos de los candidatos han utilizado la descalificación del adversario con acusaciones de distinto género, que se oponen al sentir del orden que la misma sociedad alienta para su búsqueda de horizontes virtuosos que le brinden claridad en su formación social y colectiva.

Así hemos sido testigos dentro de este proceso electoral de actos y señalamientos acusatorios, en donde lo mismo que se incrimina, se amenaza la integridad de personas y familias, con muertes y secuestros, dando muestras que el cieno, lodo y el fango son las herramientas del odio, utilizadas para contrarrestar a militantes y simpatizantes del adversario temporal, alejado del sentir de utilidad para construir una sociedad superior con mayor bienestar y de calidad en los variados aspectos.

Para este domingo 5 de junio los ciudadanos vemos a un Partido de Acción Nacional conservador de derecha, deteriorado tanto en su estructura interna, como en su confianza entre los ciudadanos a tal punto que necesariamente tuvo que formalizar alianzas con sus naturales enemigos de izquierda como es el PRD, para buscar conquistar algunos resultados que les sean favorables, como ejemplo está Veracruz, Tamaulipas y Oaxaca en el proceso del año pasado; el PRI y el Partido Verde, jugando una posición de centro democrático en conjunto, obtuvieron 39 por ciento de la votación que les valida ser mayoría en el Congreso Federal. Lo más probable es que ese porcentaje baje en el proceso electoral del domingo pero sí les da la contundencia necesaria para ganar el mayor número de entidades, ayuntamientos y diputados locales en donde se estarán efectuando estos procesos, situación que les da garantía para la elección presidencial de 2018. En el otro extremo, Morena obtuvo 9.9 por ciento de los votos válidos y quedó como la cuarta fuerza electoral del país. No va a ser sorpresa que en esta elección obtenga un porcentaje significativamente mayor y se convierta en la tercera fuerza electoral de México desplazando al PRD, que hace un año consiguió 11.7 por ciento de los votos.

Las encuestas son un reflejo de las expresiones de ciudadanos en edad electoral, en cada una de las entidades que tendrán proceso el próximo domingo se definen con cierta claridad sus preferencias, más en dos o tres existe un empate técnico en la apreciación del sondeo de opinión; situación que es indispensable puntualizar que en cada una de estas sumas de opiniones levantadas, también existe un alto porcentaje de personas que se reservan su sentir y que son las que definitivamente pueden, si participan, ser las que definan con mayor claridad a la opción política que resulte triunfadora.

Y mire usted todos quisiéramos ver en los resultados una armonía como la que posee nuestro estado que es un ejemplo para otras entidades, en donde la educación, la salud, la inversión, el empleo, la seguridad, el desarrollo económico y humano en general, son muestra clara de que en Coahuila se trabaja y su sociedad de mujeres y hombres son responsables y laboriosos.

¿Qué debemos de esperar de este proceso los mexicanos? Que surja un respeto a la decisión popular, en donde triunfadores y vencidos se sumen al gran proyecto nacional y que en unidad venzamos las acechanzas encubiertas que interna y externamente se ciernen sobre México.