La SORIANA y Erick Javier Najar Montaño

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Para quienes somos de La Laguna, LA SORIANA siempre despertará nuestra atención. Tiene una historia de éxito interesante, la que dos hombres de origen español (españoles), Don Francisco y Don Armando Martín Borque escribieron con tesón, trabajo, esfuerzo y honestidad. Hasta hace 46-47 años, LA SORIANA vendía telas, ropa y bonetería, fue hasta que un alto funcionario de la empresa The National Cash Reg. Co. de México, luego de mucha insistencia, logró que Don Francisco asistiese a un seminario de Métodos Mercantiles Modernos, “MMM” basado y montado sobre el sistema operativo de las tiendas H-E-B, en el sur de EEUU.

Los seminarios se efectuaban en McAllen, Tx. y en Dayton Ohio. Don Francisco asistió a uno de McAllen y fue atendido personalmente por el conferencista, un peruano de apellido Trujillo. A Trujillo se le acredita el haber convencido a Don Francisco para lanzarse a abrir un negocio diferente en el que prácticamente se vendía de todo. Farmacia, tortillería, carnicería, verdulería, salchichonería, abarrotes en general sumados a todo tipo de lácteos e infinidad de artículos para el hogar. En México ya había negocios de esos impulsados también por The National Cash y el señor Trujillo. La cadena de tiendas Gigante, de Ángel Lozada –otro español- Merco, en Rosita y Monclova, de Alfredo Arteaga; Futurama y del Real, de Polo Mares en Chihuahua, y otros más en Guadalajara, Sinaloa y Veracruz. En el D. F. solo había dos cadenas importantes de supermercados propiamente, SUMESA y SEMERCA. Así entonces es como nació lo que hoy conocemos como LA SORIANA, un emporio que tiene más de 1000 localidades desperdigadas por todo el país, y que vende cientos de miles de millones de pesos anualmente. Esta es la historia de éxito.

Hay otras nuevas historias, algunas de ellas negras y deleznables y otras tantas de éxito pecuniario y de prepotencia. Estas han sido escritas por su director general Ricardo Martín Bringas. Una, en el 2012, Ricardo Martín Bringas denominado (El Grupo SORIANA), se coludió con el presidente del PRI, Humberto Moreira, con el fin de coadyuvar a ese partido tramposo a robarse la elección para la presidencia de la república. LA SORIANA por ello, perdió prestigio pero ganó dinero. Esto nos muestra que el prestigio ganado a pulso por Don Francisco y Don Armando –ya fallecidos- a Ricardo Martín Bringas, hijo de Don Francisco y director general de SORIANA, le importa menos que el dinero, y tan es así, que cuento otra historia deleznable por su prepotencia en la que está involucrada LA SORIANA y Erick Javier Najar Montaño, un retrasado mental.

Esta historia me llega de muchas partes pero he preferido montarme en la que Katia D´Artigues Beauregard, columnista del UNIVERSAL nos cuenta en su columna: “Erick, SORIANA y el debido proceso” con pelos y señales dice lo que le sucedió a Erick, un joven de 32 años y retrasado mental que fue a LA SORIANA a comprar unas manzanas para su novia.

El 20 de abril Erick fue a LA SORIANA a comprar manzanas reitero, tomó dos y las guardó entre su ropa, luego llega a la caja y toma un refresco. Es detenido por un guardia que dice que se estaba robando las manzanas y él alega que las iba a pagar. Hubo seguramente jaloneos e intervino un segundo guardia. Lo sometieron a la fuerza y lo entregaron a la policía –la que siempre está a disposición de quienes tienen poder y dinero- se lo llevan y lo acusan de robo agravado porque se resistió “y lastimó” a los dos guardias. Las manzanas tenían un precio de venta de 22 pesos y Erick, un retrasado mental, estuvo detenido hasta el día 24 de mayo en que LA SORIANA se desistió debido al gran escándalo que este caso suscitó en las redes del internet.

Esto me indica tres cosas, 1.- Que LA SORIANA ya le vendió el alma al diablo por unos cuantos pesos. 2.- Que el prestigio SORIANA se acabó junto con sus dos fundadores, Don Francisco y Don Armando Martín Borque. Y 3.- Que no podemos darnos el lujo de mandar o llevar a algún familiar discapacitado mental a comprar en LA SORIANA, a menos que queramos vernos inmiscuidos en casos de prepotencia empresarial como esta que victimó a Erick Javier Najar Montaño, un joven retrasado mental. Estas historias, la de éxito, las negras y las deleznables aún no terminan. Muy pronto, muy pronto, se escribirá otra historia de LA SORIANA, la de su venta al capital extranjero. Pronto o tarde veremos a esta empresa en manos de capital trasnacional. Para esto y no para más, pinta su director Ricardo Martín Bringas. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com