publicación Online
 
 
el periodico de saltillo
Mayo 2016
Edición No. 327


Mirando a fondo...

Durango en alarma roja

Víctor González Avelar.

Entrada.- Es una realidad histórica que en el Estado de Durango -desde la misma fundación del PRI- la gubernatura ha sido de ese partido. Durante décadas y desde que ese partido fue fundado por Plutarco Elías Calles ha detentado el gobierno estatal en aquella entidad. Ahí nunca ha sido superado electoramente por otro partido por lo que históricamente ha sido reconocido como un bastión del priismo nacional.

Sin embargo parece que las cosas están cambiando. Soplan vientos encontrados y como consecuencia de cambios con motivo de la elección para gobernador. En estas elecciones son dos candidatos registrados los que aspiran seriamente a gobernar aquel estado. El candidato del PRI Esteban Villegas Villarreal, y por la coalición PAN-PRD José Rosas Aispuro Torres. Ambos ya se encuentran en plena campaña electoral en busca del voto ciudadano.

Sopa.- Durango ha sido por décadas una entidad de bajo perfil en el conjunto nacional. Por lo general conservador, con una clase política bien estructurada y grupos económicos tradicionales casi todos ellos herederos de la vieja organización latifundista y la hacienda como sistema anacrónico de producción.

Sin embargo sufre de ancestrales y gravísimos problemas y de otros nuevos que Herrera Caldera no ha podido resolver menos atemperar, como son la inseguridad en las ciudades, y en el medio rural el crimen organizado ha rebasado al gobierno. Un día sí y otro también, los desesperados familiares de las víctimas desaparecidas descubren horrorizados fosas clandestinas por todo el estado y por otra parte, la producción de drogas y el trasiego aumentó peligrosamente.

Es de hacer notar que durante el gobierno de Ismael Hernández Deras éste pudo crear un cacicazgo político perfectamente coordinado con algunos miembros de la clase empresarial y los dueños del dinero con el fin de adquirir al amparo del poder público, grandes superficies de terrenos que actualmente rodean a la Ciudad de Durango con valor de cientos de millones de pesos.

Plato Fuerte.- Terminada que fue la gubernatura de Ismael Hernández Deras, éste dejó como su sucesor (en ese momento no existía el fiel de la balanza de Los Pinos) al actual Jorge Herrera Caldera, quien desde el inicio de su gobierno sintió la presión por parte de Ismael Hernández Deras para ser manipulado. Aunque durante el transcurso de su gobierno pudo en lo general contrarrestar esos intentos de manipulación, no pudo sin embargo exhibir ni denunciar el enriquecimiento inexplicable de su antecesor. Esto lo obligó a protegerlo políticamente tanto a él como a sus socios y cómplices en los negocios inmobiliarios.

La percepción del imaginario colectivo en el estado de Durango es que Esteban Villegas es un eslabón más de aquella cadena de control político que aún detenta Hernández Deras en el estado, y por lo mismo se asegura, que éste será un eficaz protector de las riquezas mal habidas por Hernández Deras y socios.

Por lo pronto ya se prendió la alarma roja en el último acto priista organizado por Lety Herrera en Gómez Palacio, cuando al tomar la palabra Esteban Villegas, materialmente todos los asistentes se salieron del local dejándolo solo. Éste no ha sido el primer tropiezo de campaña, otro y muy principal parece ser la designación que hizo de Luis Enrique Benítez como coordinador de su campaña, no obstante que se trata de un renegado histórico del priismo y que tiene muchos enemigos en las bases del PRI.

Postre.- Por éstas y otras muchas razones, el PRI nacional y Manlio Fabio Beltrones ya entraron en nervios sobre la posibilidad real de que el PRI pierda la elección para gobernador de Durango, lo que sería la primera vez en la historia en aquel estado.

La gente de Durango reclama ya un cambio y parece que no se inclina, por ahora, su ánimo en favor del abanderado priista.

 
 
© 2014 El Periódico de Saltillo contacto@elperiodicodesaltillo.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     
carton noviembre 09 Noviembre 09 Rufino