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el periodico de saltillo
Mayo 2016
Edición No. 327


Un día para avergonzarse de los diputados y senadores

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El viernes 29 de abril del 2016 quedará indeleblemente marcado como un viernes negro para todos y cada uno de los mexicanos de a pie. Los legisladores, diputados y senadores se han alineado de parte de lo peor entre los mexicanos y han condenado “legalmente” a sus representados a ser víctimas de un Peña Nieto entronizado como el pequeño dictador.

 

La cámara de diputados aprobó la ley de ética para evitar que sus integrantes realicen prácticas fuera de la ley. Esto es una tomadura de pelo para malgastar el tiempo de los legisladores y darle más atole con el dedo a la ciudadanía. La realidad es que todas las leyes ya existentes son suficientes para entender que no se requiere una nueva ley para que los diputados no sean rateros, omisos de sus obligaciones o parias y mal nacidos, en pocas palabras. Sin embargo, la inmensa mayoría de ellos son corruptos. Entonces, ¿qué sentido tiene esta nueva ley? Esta nueva ley busca imponer mordaza a los legisladores. Busca sancionar a quienes promuevan movilizaciones de protesta contra la cámara. Se cree y piensa que es para frenar a la oposición.

Por ejemplo: ¿Si el día de ayer -sin esta ley- un diputado es ratero, llega tarde o arma alboroto dentro de San Lázaro, se le sancionaba? Absolutamente que no. Mañana, ya con esta ley, ¿si pescan a un diputado actuando fuera de la ley y por lógica sin ética, se le va a sancionar? Claro que sí, pero mientras éste sea de algún partido opositor al PRI, pero si es diputado del PRI, del Panal, del Verde, PAN y PES, o sea parte de los que aprobaron esta ley, no será sancionado, ya que a la hora de votar, ellos son mayoría. De ahí y de todo el contenido de esta nueva ley se desprende que fue sólo para darle atole con el dedo a los gobernados, y de paso, hacer ver a los diputados como que trabajan, aunque sólo sean levanta manos a la orden del que dé más moches.

En la Cámara de Senadores, también el 29 de abril del 2016, se aprobó otra ley aún más retrógrada, carente de sustento constitucional porque despoja de sus derechos y garantías a la ciudadanía. Es una ley prácticamente dictatorial. Una ley al estilo de Augusto Pinochet. Una ley que autoriza a los soldados a entrar a los hogares sin orden judicial alguna, demostrándonos que este gobierno tiene bajo el mando del ejecutivo a los otros dos poderes, al legislativo y al judicial.

Esta ley, nos guste o no, está diseñada ex profeso para una dictadura con apariencia de democracia. Esta ley es una barbaridad legislativa y una canallada, que nos deja ver las peores intenciones de un presidente vengativo que quiere desquitarse de la población, debido a que se siente despreciado por el pueblo, como efectivamente lo es.

Sin importarles las recomendaciones de la ONU y otros organismos sobre derechos humanos, los senadores se comportaron como una piara hambrienta. Sí, hambrienta porque por hambre aprobaron 78 votos a favor y 20 en contra una ley que en automático nos lleva a un Estado de Excepción, y ¿qué es esto?… ¿De qué estamos hablando? Ni más ni menos que se les autoriza “legalmente” a los militares a catear nuestros hogares y obligar a civiles, entre ellos a indígenas y niños, a comparecer ante ellos para ser investigados. ¿Y en concreto, este cambio de leyes, para qué sirve? Exactamente para “legalizar” una dictadura y encumbrar a Peña Nieto como dictador.

Las modificaciones al código de justicia militar y al código militar de procedimientos penales, se aprobó, reitero, con una votación de 78 votos a favor y 20 en contra. En ellos se establece que quienes tengan entre 12 y 18 años se les informará que deben conducirse con verdad ante los militares y de no hacerlo, se tipificará como delito penal. Aquí hay que aclarar dos cosas: Una.- es un hecho inconstitucional que los militares anden por las calles para poner orden en el país entre los ciudadanos (Artículo 129 Constitucional). Y dos.- Que obligar a los niños a declarar ante los militares, contradice todas las leyes y normas nacionales y extranjeras, porque este tipo de procedimiento, amén de leonino y bárbaro es inconstitucional. Esto se vivió en la guerra de Vietnam de parte de los militares de EEUU.

¡Señores senadores!... ¿Éste es el México que los mexicanos quieren?... O, ¿es el México que ustedes y Peña Nieto necesitan para dar al traste con todos los avances democráticos y de calidad de vida, que paso a paso fuimos construyendo desde hace 106 años? Y sobre esto, ¿usted qué opina, apreciable lector?

ah.pd@hotmail.com

 
 
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