Fuerza Coahuila, un peligro
Manuel Padilla Muñoz.
Cuando el gobernador Rubén Moreira anunció la creación de una nueva policía denominada Fuerza Coahuila -que de nueva no tiene nada, son los mismos de antes con otro nombre- le creí cuando aseguró que nos cuidaría de las bandas delincuenciales y de las del crimen organizado y que con ella estaríamos más seguros -inocente de mí-. O sea, nos cuidarían de los malos.
Pero, en cuanto llegaron a Torreón los de Fuerza Coahuila, en vez de combatir los delitos, se dedicaron a detener a todo conductor de vehículos con faltas al reglamento de vialidad y a muchos de ellos, sobre todo los que no portan placas, amenazándolos con recogerles sus vehículos. Es decir, a la “mordida” en todo su apogeo realizando vulgares tareas de agentes de vialidad contra los que implementaron furiosa competencia. ¿Y los malos? Amplia libertad para seguir cometiendo fechorías; por eso los índices de delitos no han bajado en esta ciudad aun cuando los mandos policíacos aseguran lo contrario. Yo me pregunto: ¿Tendrán estos mandos la desfatachez de enfrentar a las víctimas de delitos para anunciarles que jamás recuperarán lo que les robaron, porque no cumplen con su función de brindarnos seguridad a pesar de que para ello les pagamos? No, nunca enfrentan a los ciudadanos afectados. En cambio, la corrupción en su apogeo de Fuerza Coahuila. Un flagelo más para los torreonenses.
A fuerza de ser sincero, estimado lector, ¿a quién le tiene más temor, a un ladrón o a un policía? Exacto, a un policía: Ya sabe Usted de antemano que el ladrón lo va a robar; en cambio el policía lo puede robar, golpear, llevarlos a la cárcel y hasta matarlo. Y no pasa absolutamente nada. ¿O no es cierto?
Ha ido creciendo el descontento ciudadano contra Fuerza Coahuila tanto que el pasado miércoles 13 de abril el señor Eugenio Treviño, vocero del Grupo Empresarial de la Laguna (GEL) dio a conocer que existe descontento entre los empresarios de ese grupo y los ciudadanos contra Fuerza Coahuila cuyos elementos “están realizando operativos solos cuando generalmente los realizan coordinadamente con elementos municipales o federales” para ser supervisados por otros órdenes de gobierno.
Al mismo tiempo, en forma simultánea, se unió a la protesta el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública a través de su presidente Oscar Soto Sánchez, quien le recordó al “mando único” que la misión de Fuerza Coahuila, “además de atender al estado también debe cubrir las zonas rurales, en donde la policía municipal y preventiva (sic) no llega y son los abusos que se están reportando” y no realizar funciones de agentes de vialidad que es la mayor fuente de corrupción en el gobierno municipal.
Voy a pecar de ingenuo al suponer que el gobernador tuvo buenas intenciones al crear Fuerza Coahuila para tener mayor seguridad pública. Entre éste y los agentes policíacos y la ciudadanía existen funcionarios de segundo nivel en materia de seguridad pública, cuya cabeza principal es el “mando único”, general Juan Manuel Díaz Organitos, ubicado en un bunker al cual resulta casi imposible acceder. Si la intención del ejecutivo del estado es buena y son esos funcionarios intermedios quienes fallan, son los que no escuchan a los ciudadanos, no leen las quejas en los medios de comunicación y, por tanto, en nada ayudan al gobernador a quien le causan animadversión de los ciudadanos.
¿Y el alcalde Miguel Riquelme? Muy bien, gracias, sigue en sus sueños guajiros de ser gobernador.
Así que, estimado lector, mejor no venga a Torreón y si es imprescindible hacerlo, cuídese de los agentes de Fuerza Coahuila, nuestros mejores deseos es que no caiga en sus garras.
Sacapuntas
En la ciudad de México, en los pasillos de Gobernación se escuchan muchos rumores que pueden ser ciertos. En Durango, que el triunfador será Rosas Aispuro quien cada día gana más votos mientras que Esteban Villegas, el candidato oficial, del PRI y del gobernador, no “levanta” su campaña asegurando que en La Laguna ha perdido muchos votos pues Lety Herrera va a lo suyo exclusivamente, es decir, a ser alcaldesa de Gómez Palacio, otra presidencia municipal lagunera y un diputado, que obtuvo como premio en la negociación política.
Respecto a Coahuila, aseguran voceros de “radio pasillo” del edificio de Bucareli que el mensaje al gobernador Rubén Moreira fue tajante: no intervendrá, para nada, en la sucesión gubernamental, para nada. El grupo que decidirá está integrado por el secretario de gobernación, el dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, los representantes de las bancadas priistas de las cámaras de diputados y senadores, quienes elaborarán una lista de aspirantes, misma que será presentada al presidente Peña Nieto, quien será el máximo elector de esta “democracia a la mexicana”; o sea lo que siempre ha sido, solamente que en esta ocasión el gobernador Rubén Moreira no será invitado. Ello significaría que Peña Nieto ve al moreirismo como un pesado lastre.
manuelpadillaperiodista@hotmail.com
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