Niñez migrante en la frontera norte
Salvador Alcázar Aguilar.
Un fenómeno que obliga a la UNICEF y al D .I.F. a legislar para proteger los derechos de los niños, salud, educación, igualdad y protección,
Al que se sumaron la secretaria de Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración, esto inicia como ocho años antes de 1986 fecha en que se investigó la causa del fenómeno y su alarmante origen
Buscando la protección de niños y niñas adolescentes que se encuentran solos y lejos de su familia, buscando el garantizar los derechos absolutos de todos y cada uno de ellos en Baja California, Tijuana, Chihuahua, Ciudad Juárez, Coahuila, Piedras Negras, Ciudad Acuña, Sonora, Agua Prieta, Nogales, Tamaulipas, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros
Este fenómeno se dio y sextuplicó no solo el comercio GATT 1986, TLC 1994, también aumentó la explotación de la mano de obra y el mercado con nuestro vecino país. Asimismo aumentó la vigilancia fronteriza, con alta tecnología, radares helicópteros, faros más grandes y más potentes, los migrantes en busca de una mejor vida, se incrementó también el personaje sin escrúpulos que vende al mejor postor a su propia sangre para saciar sus bolsillos, vividor y comerciante de vidas humanas, parásito de migrantes, pollero ganando de diez a cuarenta mil pesos por cada uno para intentar pasarlos al otro lado a Estados Unidos.
El gobierno de México y los Estados Unidos buscan repatriar a los connacionales y llevarlos a su lugar de origen.
Surgen como por encanto los alberges de migrantes y aparecen miles de almas piadosas que quieren compartir y ayudar a los migrantes. A lo largo de la ruta que cruza por nuestro país muchos son niños y niñas que lo único que quieren es reunirse con sus familiares que están del otro lado del río. Estos grupos vulnerables lo son más cuando la ambición trabaja y no duerme, detectándolos para explotarlos y ponerles precio, abusando y violando no sólo sus derechos sino su integridad física. Es aberrante que adultos y niños estén a merced de pirañas con sed de sangre y sean auxiliados para poner en sus manos a víctimas inocentes como ya se ha comprobado que malos elementos de la policía y de migración participan en las entregas de migrantes.
Estos grupos los retienen y negocian con su familia solicitando hasta mil dólares por cada uno, so pena de no cumplir.
Es entonces cuando nos damos cuenta de que ser pobre es un delito y que la brecha que divide a ricos y pobres es cada día más amplia, y nos preguntemos en qué país vivimos porque aquí no existen las oportunidades de una vida digna, un trabajo seguro y bien remunerado, un país donde no podemos tener sueños hermosos con finales felices, con buena educación, seguridad social, centros hospitalarios dignos, jueces y congresistas honrados, políticos comprometidos con México no con un partido, seria hermoso contar con un país de leyes y que se aplicaran con tutela plena e igualitaria de los derechos humanos y garantías constitucionales.
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