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el periodico de saltillo
Octubre 2016
Edición No. 332


¿Cuándo trabajaron los legisladores para el pueblo?

Fidencio Treviño Maldonado.

Ahora que nuestros representantes, senadores y diputados les dio por dar los informes con bombos y platillos, con cornetas y panderos, la gente, los habitantes y ciudadanos se preguntan ¿De qué informan, ¿en dónde y cuándo hicieron algo para beneficiar al pueblo? y las respuestas son: ¡Nunca! y ¡Nada!

Con más pena que gloria pasó el informe de Javier Guerrero, diputado federal del PRI que más allá de llenar un recinto y ser una simple pasarela de nuestro burlesque político, nada ha gestionado o traído en esas ponencias, sugerencias o llamadas iniciativas para el pueblo, que mandó mil o un millón de ocurrencias, que les llaman “Iniciativas” es otra cosa, pero de eso a que éstas traigan algún beneficio para los habitantes NUNCA, es decir, “Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa”.

Ahora el senador del PAN, Luis Fernando Salazar, se anda promocionado para ser gobernador de Coahuila y también rindió un informe de su gestión (el sábado 24 de septiembre), y este “servidor público” ya dijo las mil mentiras que taparán los cientos de sofismas que su antecesor, Javier Guerrero, dijo.


No es ningún favor el que le hacen al pueblo, el que algunos diputados, senadores, presidente de la República, gobernadores o presidentes municipales, informen de su gestión, de sus obras, ya que sus proyectos a corto o largo tiempo son obvios y todos los conocemos: Seguir mamando de la escuálida teta presupuestal y es una obligación con el dinero público hacer obras y prestar servicios al pueblo.

Los señores de la Casta Divina tienen que entender que lo que se ve no se juzga y para el caso está don Lázaro Cárdenas del Río, quien a base de valor, sudor y trabajo y hasta sangre de su gente le dio al país muchas cosas y no fue presumiendo por ahí, aunque otros pendejos lo hicieron por él, el mismo General Plutarco Elías Calles, reformador y fundador del partido que ostenta actualmente el poder en el país. Don Lázaro siendo caudillo, cacique y jefe de la república por varios años, jamás pregonó sus logros y para nada le gustaban los aplausos.

Tampoco el tribuno sacrificado don Belisario Domínguez, claudicó ni se dejó llevar por el canto armonioso de las sirenas, y así podemos seguir con cientos de hombres y mujeres que al menos dejaron un legado a los habitantes de éste aun codiciado país, y no como ahora que cualquier caricatura disfrazado de político nos llega a decir que ya inventó el agua en polvo y pronto sacará al mercado un aparato para moler la espuma del jabón.

Así que ahora después de varios años sirviéndose de los impuestos y de los “moches”, los que pretenden brincar a otros puestos para mejorar su peculado, su entorno y status, llegan a un luminoso estrado, con un ramillete de micrófonos -algunos incluso prostituidos- a decirnos sus logros, que sus 478 iniciativas son las únicas y mejores, que redujeron la pobreza, la violencia, mejoraron la impartición de justicia, generaron un mínimo de 15,000 empleos, mejorarán el nivel de estudios en los mexicanos que ahora ya leen cuando menos medio libro por año, que ya mero y es por él que se llevará y pasará, más no se aplicará la ley anticorrupción y que ocupamos el número 16 en corrupción de 24 países y estamos arriba de Honduras, Nicaragua, el Salvador, Nigeria, Cuba, Venezuela, y otros países en lo concerniente a democracia.

Éste es nuestro folklore, es lo que aun permanece como testigo y estigma de nuestros ancestros, es decir el uso y costumbre que no puede desterrar la clase política, porque tal vez su cerebro no da para más y echarle la culpa a sus asesores es más fácil y porque aún no pueden entender que el pueblo necesita gente honesta, ínclita, proba; y, sobre todo, que para gobernar usen el sentido común, rasgo desde hace tiempo extraviado o perdido en nuestra Casta Divina que aun en nuestra época del modernismo sigue gobernando con una ley: La del menor esfuerzo... O como dijo un cantante: mientras sigan aplaudiendo yo sigo cantando, que es lo mismo. Es volado el indio cuando esta triste, ya lo podemos imaginar alegre y tocándole los tambores.

Así que viendo, escuchando y a sabiendas de los aconteceres y estado que guarda el país, ¿Qué nos pueden decir los informes de los políticos?, cuando la realidad la vemos en la calle, en los recintos de justicia, en los diferentes actos de los bufones que hay que reconocer son muy, pero muy buenos actores en su representación.

kinotre@hotmail.com

 
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