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el periodico de saltillo
Octubre 2016
Edición No. 332


La niña del napalm

Críticas a Facebook por “censurar” la icónica foto de la ‘Niña del Napalm’

A principios de septiembre pasado, varios miembros del Gobierno noruego, incluida la primera ministra Erna Solberg y el principal periódico del país Aftenposten, criticaron a Facebook después de que la red social prohibiera la publicación de la foto “la niña del napalm”, la icónica imagen tomada por el reportero Nick Ut en 1972 durante la guerra de Vietnam.

La polémica comenzó cuando se supo que Facebook había cerrado temporalmente la cuenta del escritor noruego Tom Egeland por difundir en su página la imagen en la que aparece una niña desnuda huyendo del bombardeo con napalm realizado por las fuerzas estadounidenses.

“Facebook comete un error por censurar fotos así. Hablamos de una imagen que ha contribuido a la historia universal, la imagen de una niña aterrorizada que huye de la guerra”, escribió en su cuenta en esa red social la primera ministra Erna Solberg.

Solberg pidió a la firma estadounidense que revise su política de edición y que asuma “la responsabilidad que una empresa grande que administra una plataforma de comunicación tan amplia debe tener”. El 9 de septiembre el diario Aftenposten dedicó toda su portada al tema y reprodujo la foto, además incluyó una carta abierta de su redactor jefe, Espen Egil Hansen, al fundador de la red social, Mark Zuckerberg, en la que señala que el diario no eliminará de su página en Facebook la foto, “ni ahora ni en el futuro”.

“Escucha Mark, esto es serio. Primero hacéis reglas que no distinguen entre pornografía infantil y famosas fotos de guerra, luego las aplicáis sin dejar margen al buen juicio y después censuráis también la crítica y el debate y castigáis a quienes se atreven a criticar”, escribe Hansen. La ministra de Cultura noruega, Linda Hofstad Helleland, aplaudió la iniciativa del diario y, como otros miembros del Gobierno, compartió el comentario de Solberg en la red social.

Finalmente Facebook rectificó y la fotografía de la niña vietnamita que huye con quemaduras en su espalda de un ataque con napalm durante la Guerra de Vietnam, ya puede verse publicada en la red social. La red social ha rectificado y ha levantado la censura que había impuesto sobre la famosa instantánea, apaciguando la controversia en Noruega.

Kim Phuc, la niña de la foto

La niña de la foto es una de las imágenes que cambiaron la percepción de la guerra de Vietnam. El 8 de junio de 1972, un avión de Vietnam del Sur bombardeó con napalm la población de Trang Bang. Allí se encontraba Kim Phuc con su familia. Con su ropa en llamas, la niña de nueve años corrió fuera de la población. En ese momento, cuando sus ropas ya habían sido consumidas, el fotógrafo Nick Ut registró la famosa imagen. Luego, Nick Ut la llevaría al hospital. Actualmente Kim Phuc vive en Canadá, desde donde conversó - en 2002- con Alejandra Martins de la BBC:

¿Cómo recuerda aquel 8 de junio de 1972?
“Siempre recuerdo ese día. Nos habíamos refugiado con mi familia, vecinos del pueblo y soldados en el templo. Habíamos almorzado, cuando vimos el humo amarillo despedido por los aviones para marcar el blanco de un bombardeo. Nos dimos cuenta de que iban a atacar el templo. Los soldados, survietnamitas nos dijeron que debíamos salir, primero los niños. Comencé a correr con los otros niños. Veía que el avión volaba cada vez más bajo y más cerca, cuando de pronto lanzó cuatro bombas. Me vi rodeada de fuego. Sentí el fuego en mi brazo izquierdo. Sabía que debía seguir corriendo. Mis ropas se consumieron con el fuego. Agradecí a Dios que mis pies no se habían quemado, y pude seguir corriendo. Huí del fuego y recuerdo que pude ver a mis hermanos y a mi primo, sólo corríamos y corríamos. En un momento estaba tan exhausta que no pude más y me detuve. Uno de los soldados me dio agua para beber. Yo gritaba, nam ua, nam ua, en vietnamita, que significa, demasiado caliente. El soldado tenía una cantimplora con agua y la vertió sobre mi cuerpo. Ahora sé que no debía hacer eso, pero él intentó ayudarme. En ese momento me desmayé y ya no supe más, hasta que me desperté mucho después en un hospital.”

¿Qué pasó con su familia?
“Ese día perdí a mis dos primos, uno de nueve meses y otro de tres años. Mi tía, la madre de los niños, sufrió graves quemaduras en un brazo y una pierna. Ella aún vive en Vietnam”.

¿Quién le llevó al hospital?
“Supe después que al quedar inconsciente quien me llevó al hospital fue el “tío Ut”, como yo llamo a Nick Ut (el fotógrafo vietnamita de la agencia Associated Press que capturó la famosa imagen). Me llevó en su auto. Mis padres no estaban allí. Ellos corrían detrás nuestro y no pudieron atravesar el fuego, así que debieron regresar al templo.”

Permaneció en el hospital durante 14 meses, y fue sometida a 17 operaciones de injertos de piel, pues había sufrido quemaduras de segundo y tercer grado en el 65% de su cuerpo ¿Cómo enfrentó esto una niña de nueve años?
“Fue terrible. Era tanto el dolor y la picazón. Estaba discapacitada, mi brazo, mi mano, mi axila, mi cuello, se contrajeron, y tenía que hacer ejercicios cada hora, y toda vez que lo hacía el dolor era enorme. Sufrí mucho con el dolor físico, además de las pesadillas frecuentes, del trauma. En su libro “La niña de la foto”, Denise Chong relata los baños de cada día en una solución especial. Eso fue muy difícil para mi. Era muy doloroso porque las enfermeras tenían que colocarme en esa bañera y cortar la piel muerta para prevenir una infección. Llegaba un punto en que ya no podía aguantar más el dolor y me desmayaba. Y eso me pasaba casi todos los días.”

¿Antes del ataque con napalm, qué experiencia tenía de la guerra?
“Sabía de la guerra, pero nunca se me había aparecido. Teníamos todo, mi mamá tenía un restaurante, mi hermana era maestra. Cuando volvía de la escuela, entraba a mi casa, grande y preciosa. Pero de repente llegó la guerra, y se lo llevó todo.”

¿Cuáles eran sus sentimientos respecto a aquellos que lanzaron el napalm?
“Sufrí tanto dolor, pesadillas. Todo eso fue generando en mi una carga de odio, ira, resentimiento. Pero ahora le agradezco a Dios, cuando me hice cristiana mi fe realmente me ayudó y recé para que Dios me ayudara a liberarme de esos sentimientos. Odiaba a todo el mundo, no quería seguir viviendo. Pude cambiar el significado para mí de lo que sucedió y puedo vivir con alegría, paz en mi corazón, esperanza y perdón. Ahora vivo en el presente, y tengo una familia maravillosa.”

Usted vivió en Cuba cerca de seis años, ¿qué recuerdos tiene?
“Tengo muchos recuerdos de Cuba, mucha gente que me ayudó, como mi familia adoptiva, mami Nuria y papi Manolo, ellos me querían mucho, y yo pude aprender español, fue magnífico, quiero mucho a Cuba, el país es muy lindo y la gente muy amable, amistosa. Allí me casé con mi marido, vietnamita, tengo muy buenos recuerdos. Tengo deseos de, algún día llevar a mis hijos Thomas y Steven a Cuba, para que conozcan a mi familia adoptiva y a mis amigos. Hablan un poquito de español porque yo les enseño, cada día les enseño una palabra nueva.”

¿Cuál es la misión de la fundación Kim Phuc?
“A través de la fundación ayudamos a niños en todo el mundo que son víctimas de la guerra. Y como embajadora de buena voluntad de UNESCO, mi misión es difundir un mensaje de paz.

¿Qué siente al ver que la foto de Kim Phuc corriendo desnuda a los 9 años sigue siendo vista una y otra vez en todo el mundo?
“Creo que es una imagen terrible, porque en ella podemos ver cuán atroz puede ser la guerra. No hay que decir mucho. Cualquiera que vea esa fotografía puede ver la profundidad del sufrimiento, la desesperanza, el dolor humano de la guerra, especialmente para los niños. Los niños necesitan cariño y alegría, no acabar corriendo así. Cuando veo esa imagen una y otra vez, le agradezco a Dios que el “tío Ut” congeló ese momento de la historia con su fotografía, y permitió que las próximas generaciones vieran lo que puede ser el horror de la guerra. La gente puede ver con estas imágenes que puede elegir algo mucho mejor que la guerra.”

Treinta años después de la guerra, cuando piensa en las víctimas: 58.000 estadounidenses y 2 millones de vietnamitas, ¿qué siente respecto a su país?
“Vivimos miedo, desesperación y sufrimiento. Treinta años después hay mucho por hacer, pero veo a la nueva generación y creo que nos espera un futuro maravilloso. Siempre rezo por mi país. Creo que debemos recordar lo que pasó, pero debemos seguir adelante y hacer lo mejor que podamos por nuestro futuro y por nuestros niños. Es hora de sanar y enfocarnos en una vida mejor.”

La foto de Nick Ut

Nick Ut, un fotógrafo de 20 años que colaboraba en la Agencia Associated Press, comenta que durante toda la mañana del 8 de junio, él, junto con un grupo de fotógrafos de varias agencias, estuvieron tomando instantáneas de lo que ocurría en el poblado; a eso de media tarde, escucharon el ruido de los aviones y acto seguido, el bombardeo con napalm. Nick pudo captar el momento en que Kim caminaba por la calle sollozando y con los brazos abiertos a causa de las quemaduras.

Después de tomada la fotografía, Nick le roció el agua de su cantimplora a la niña, la subió a su camioneta y la llevó al hospital para que la atendieran inmediatamente. Mientras los médicos hacían lo posible por salvar a Kim, Nick se trasladó a las oficinas de su agencia para revelar las películas y observar las fotografías. Cuando vieron en el cuarto oscuro la instantánea de Kim, él y su equipo estuvieron seguros de que esa imagen pasaría a la historia; sin embargo, no estaban seguros de poder publicarla a causa del desnudo frontal que exhibía.

Al conocer la foto, Horst Faas, jefe de Nick, decidió que saldría a la luz inmediatamente. Hace más de 40 años que Kim y Nick se encontraron por primera vez; hoy ella vive en Toronto y dirige una asociación que protege a niños víctimas de conflictos bélicos, The Kim Foundation. Kim comenta que sólo una vez ha vuelto a Vietnam, a causa de la muerte de su hermano -el mismo que aparece en la foto-; dice que no se siente lo suficientemente fuerte, ni física ni emocionalmente, para regresar.

Nick, quien ganó el Pulitzer Prize en 1973, ha recorrido el mundo dando charlas, enseñando fotografía y tomando más instantáneas, y ha declarado que le gustaría que la gente que ve la imagen de Kim entienda que no deben ocurrir más guerras.

 
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