El problema del agua en La laguna (I)
Manuel Padilla Muñoz.
El problema del agua en la Comarca Lagunera estriba en que los laguneros no hemos vivido con la naturaleza sino en contra de ella. Eso de que “vencimos al desierto” no deja de ser más que un eufemismo publicitario.
El problema del agua, sin embargo, es más grave de lo que se supone si no le buscamos solución los que vivimos en estas agrestes tierras laguneras que hasta hace cientos de años fueron el fondo de tres enormes lagunas de donde toma su nombre esta región para crear el gentilicio de Laguneros.
La causa principal del abatimiento de los mantos freáticos es la irresponsable extracción de agua del subsuelo que ha provocado un déficit de más de un millón de metros cúbicos anuales mientras que la recarga es de apenas o menos de la mitad. En efecto, de acuerdo con datos oficiales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en la Laguna anualmente se extraen 2,280 millones de metros cúbicos mientras que la recarga al subsuelo es de 518.9 millones de metros cúbicos, es decir apenas la cuarta parte.
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De acuerdo a los datos aportados por Conagua, del total de extracción anual 1,045 millones de metros cúbicos son para uso agrícola; 9.2 mm3 para uso doméstico, es decir uso humano; 349 mm3 para uso público urbano; 84 mm3 para uso industrial y 19mm3 para otros servicios por medio de 2,834 norias activas. Como podrá notarse, más del 80 por ciento de la extracción anual de agua es para la agricultura.
Lo más grave del problema del abatimiento del acuífero principal de la Laguna se originó a partir de los años 60 del siglo pasado cuando se inició la cuenca lechera más grande del país ubicada, paradójicamente, en el semidesierto y se cambió el cultivo del algodón por el de forrajes que demanda una gran cantidad de agua, especialmente la alfalfa, para la alimentación de ganado bovino, caprino y otras especies menores, provocando ello el abatimiento del acuífero principal.
La sobre explotación ha provocado, como daño colateral, la concentración de arsénico, flúor, fierro, calcio, magnesio, silicio entre otros metales y metaloides, provocando graves problemas de salud y muerte de seres humanos sobre todo en el municipio de Francisco I. Madero.
Contrario a lo que sostienen algunos fatalistas ambientalistas laguneros que viven de este problema, quienes aseguran que no nos queda agua más que para los próximos 10 o 15 años, nosotros sostenemos que el agua en el subsuelo nunca se va a terminar, lo que acabará, eso sí, será su calidad si seguimos sin solucionar el problema; es decir, los técnicos consideran que solamente nos quedan unos 7 años de calidad de agua y no muy buena.
En las últimas cuatro décadas del siglo pasado resultaba predecible el impacto que podría tener en el futuro la extracción irracional del agua del subsuelo lagunero y nada se hizo para prevenirle. Se sabía desde entonces que, para producir un kilo de alfalfa, se requieren entre 700 y 730 litros de agua y que no podía utilizarse agua superficial por la veda de 1931; de acuerdo a datos de la SAGARPA, en la laguna se siembran 76,000 hectáreas de cultivos que requieren agua para riego y la mayoría son de alfalfa.
Más de un millón se laguneros estamos tomando “aguas fósiles”, es decir las del subsuelo más profundo y padecemos las enfermedades lógicas de ingerir arsénico y otros metaloides pesados. En el año de 1963 se extraía agua a 150 metros; en el año de 2012 a 450 metros y actualmente, de acuerdo a las norias perforadas por SIMAS, a 700 metros y más. En los últimos 53 años, aumentó la profundidad de extracción de agua de los mantos freáticos en 10.4 metros por año. Algunos técnicos y especialistas que hemos consultado consideran que una gota de agua de lluvia tarda en llegar al subsuelo dos años o más.
En la Laguna, la tempora- da de lluvias es de julio a octubre. En esta temporada que está por finalizar, las lluvias han sido prolíficas en mayor cantidad que en años anteriores, algunos de los cuales han sido magros en ese aspecto. Sin embargo, algunos estudiosos consideran que el agua de esas lluvias en gran cantidad no llegan a los mantos freáticos debido a la evaporación por el calor y porque los cultivos de forraje las absorben antes de llegar al sub subsuelo.
El grave problema del agua en la Laguna ha sido bastante estudiado en sus causas y efectos, Pero, ¿Hay solución? ¡Claro que hay solución! Como para todos los problemas de esta vida, aunque hay quienes consi- deran que solamente para la muerte no hay solución pero se equivocan, la solución para la muerte es que no hay solución, así que dejemos de pensar en ella y no le tengamos miedo. De cualquier manera, no pretende- mos ser fatalistas.
Las posibles soluciones las dejaremos para otra colabora-ción pero de antemano estable- cemos que en todas ellas debemos involucrarnos todos, autoridades de todos los niveles y ciudadanos en general. De otra manera no habrá solución.
Fuente: Diario Oficial de la Federación, Conagua. Nuestro agradecimiento a la empresa Proyectos Estructurales y Construcciones Civiles, cuyo director, el ing. Leonel Chaul Chamut, nos permitió abrevar en sus archivos y ensayos de este tema. |