“El segundo tirador”

Manuel Padilla Muñoz.

Othón Cortés Vázquez, conocido no solamente en México sino también a nivel internacional como “el segundo tirador” del Caso Colosio a quien se acusa de haber realizado el segundo disparo que recibió el candidato en el estómago mientras caía fulminado, relata la verdad histórica del caso de Lomas Taurinas.

Cuando le preguntamos cuál es la verdad real, cruda, la que millones de mexicanos reclaman saber desde hace más de 20 años, “El segundo tirador”, deja a la sociedad en general el exigir dicha verdad, lo que se considera poco menos que imposible.

Por lo anterior se infiere que dicha verdad nunca será revelada, lo que dejará a los autores intelectuales --- porque los hubo--- en la impunidad.

Othón Cortés , originario de Oaxaca pero radicado en Tijuana estuvo en esta ciudad participando como conferencista en el Tercer Congreso Internacional de Derecho y Ciencias Forenses organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Coahuila, cuyo director es el licenciado Carlos Centeno Aranda.

Sobre los hechos ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Othón Cortés relata que caminaba a unos cuantos centímetros del candidato priista Luis Donaldo Colosio a quien protegía de la multitud que trataba de estrechar su mano o cuando menos tocarlo. En esos momentos escuché dos “cuetitos”--- asegura---;¸nunca supe en esos momentos que eran disparos de una pistola pues el ruido de la música no permitía identificarlos.

Convencido, asegura que nunca vio que Mario Aburto, el autor material del magnicidio, haya disparado contra Colosio, solamente escuchó los dos “cuetitos”, lo que confirma que hubo dos disparos. Sin embargo, de acuerdo a la verdad histórica, Mario Aburto solamente hizo un disparo, el que perforó el cráneo de Luis Donaldo.

La autopsia de Colosio reveló que la “causa determinante de la muerte” es única: “herida por proyectil de arma de fuego, perforante de cráneo”. Pero, hay más, se establece que la lesión que recibió el candidato priista a la Presidencia de la República en el abdomen no interesó ningún órgano vital, sino que fue “en sedal”; es decir, sólo dañó “piel, tejido celular subcutáneo y músculo exclusivamente, sin penetrar a cavidad”

Confirmado: Othón Cortés asegura haber escuchado solamente los dos “cuetito# (disparo); el de Mario Aburto al cráneo, que fue de derecha a izquierda y el del estómago cuando el candidato caía ya fulminado de izquierda a derecha, es decir encontrados pero el entrevistado niega que él haya disparado como aseguraba Pablo Chapa Bezanilla a quien llama “el fiscal de las brujas” porque no traía arma ese día fatal.

Si hubo dos disparos que, de acuerdo a sus trayectorias, fueron realizado por dos personas diferentes se intuye, pues, que hubo, previamente, concertación para ejecutar el crimen, lo cual puede significar que los autores intelectuales querían a Luis Donaldo Colosio bien muerto.

El director de la Facultad de Derecho de la UA de C Carlos Centeno Aranda, Othón Cortes "El segundo Tirador" del caso Colosio y el periodista Manuel Padilla Muñoz.

Cuando se comete un crimen, todos los investigadores del mundo consideran como principales sospechosos del mismo a quienes se benefician. En este caso cabe la pregunta: ¿Quién o quiénes se beneficiaron con la muerte del candidato priista? Le suenan familiares, estimados lectores, nombres como el de Carlos Salinas de Gortari, Joshep Córdoba Montoya, el tenebroso súper asesor de Salinas y Ernesto Zedillo.

Othón Cortés , que fue detenido un año después de la muerte de Luis Donaldo, considera que él fue “el chivo expiatorio” que necesitaban las autoridades; que fue torturado hasta causarle daños severos irreversibles a su persona y a su familia daños morales.

Asegura Othón que en el trascurso de las torturas el entonces fiscal del caso, Pablo Chapa Bezanilla, le exigía que involucrara al entonces gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones, hoy fuerte aspirante a la presidencia de la República pero él siempre se negó a acceder a las pretensiones del “fiscal de las brujas” porque no eran ciertas.

La verdad sólo Dios la Sabe, considera el hombre involucrado --- bien o mal--- en un crimen que probablemente cambió la historia de México cuando afirma: podre engañar a la gente, me podré engañar yo mismo pero no podemos engañar a Dios.

¿Después de más de 20 años como se encuentra su conciencia?, le preguntamos. Tranquila y limpia, responde con seguridad. ¿Confía en el estado mexicano, en sus leyes? Son buenos, lo malos son los políticos encargados de aplicarlas.

Para finalizar le preguntamos si hubo conspiración en la muerte de Luis Donaldo Colosio. Asegura ignorarlo, lo mismo si fue un crimen de estado y que nunca había escuchado hablar de la nomenclatura del PRI que alguna vez Carlos Salinas culpó de la muerte de Luis Donaldo.

manuelpadillamuñoz@hotmail.com