Según el periodista Julio Hernández,
en Coahuila Riquelme va a ganar
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Ojalá y a Julio Hernández se le haga la boca chicharrón, porque no puedo imaginar que en Coahuila
tengamos otros seis años gobernándonos a un apéndice infecto de los Moreira, los tres deberían
estar en el basurero de nuestra historia, por sinvergüenzas y demagogos, pero en fin, ya veremos
el 4 de junio si a Julio Hernández o a los coahuilenses nos asiste la razón. |
 No estoy de acuerdo con las apreciaciones de Julio Hernández y me baso en ver en Coahuila, el amplio rechazo a todo lo que huela a los Moreira, porque nadie puede negar que Humberto y Rubén su encubridor, ante la ciudadanía, su prestigio, es menor que diez centavos, y el repudio hacia ellos es enorme y generalizado, por lo que tendrían que ser unos verdaderos magos para dividir el voto y mantener la esperanza, para comprar sufragios y ser competitivos, pero no nos confiemos, todo puede suceder en un país bananero como México en donde en las cinco últimas elecciones presi-denciales, tres requirieron de un fraude electoral orquestado entre el PRI, el PAN, el IFE y la clase empresarial, me refiero a los tres fraudes, el de Salinas, el de Calderón y el de Peña Nieto, tres presidentes espurios que nos han gobernado en los últimos 28 años.
El estado de México representa la joya de la corona del PRI, por lo que si pierde ese estado, lo más seguro es que sea barrido en las elecciones del 2018. Cosa tanto probable como deseable, porque nadie como Peña Nieto ha demostrado que si de hundir al país en rezagos y a los ciudadanos en la miseria, se trata, no hay como el PRI.
El Partido Revolucionario Institucional es en efecto revolucionario porque revolucionó el desarrollo y el progreso convirtiéndolo en pobreza y atraso, y a los pobres los ha revolucionado tanto por medio de Sedesol, que ya los ha convertido en miserables y hambrientos. De estos últimos hay 28 millones que padecen déficit alimenticio, y pobres ya somos más de 70 millones, y éstos avalan lo revolucionario que es el PRI.
¿Quién puede negar que el PRI es institu- cional? Solo hay que echarle un ojo a todas las instituciones del gobierno para comprobarlo. El ejército que era respetable, dejó de serlo; Gobernación no se diga, su titular en vez de hacer su trabajo se ha dedicado a denostar a López Obrador, contrincante, que no enemigo político del PRI; la secretaría de Energía ya vendió a PEMEX, el petróleo y a la Comisión Federal de Electricidad; la secretaría de Relaciones Exteriores, con Luis Videgaray de titular, ya empezó a hacerle los trabajos sucios a Donald Trump, impulsando desde la OEA (Organización de Estados Americanos) la expulsión de Venezuela, de dicho organismo. Se unió al coro de EEUU contra un país hermano, para derrocar a Nicolás Maduro.
EEUU (Rex Tillerson) le hizo prometer a Videgaray que se sumaría a otros países latinoame- ricanos para expulsar a Venezuela de la OEA, aduciendo falta de democracia. En Venezuela no hay fraudes electorales y en México sí. ¿Por qué México se presta como títere de EEUU para esa canallada?
Porque el PRI siendo institucional pudrió a todas y cada una de nuestras instituciones. Nuestro canciller en vez de denunciar a EEUU por sus ataques racistas contra México, optó por ser el sirviente del dictador de EEUU. Se alega que en Venezuela no hay respeto para los derechos humanos, cuando es en México donde este respeto no existe: Tlatlaya, Ayotzinapa, Tanhuato, Nochixtlán, Ostula, el ejido Patrocinio en San Pedro y Tepic son apenas unas muestras de ello.
Se alega que en Venezuela no hay prensa libre, cuando allá la mayoría de los medios atacan a Maduro cuando en México, los medios todos, son cómplices del gobierno, porque por medio del dinero del erario los han comprado y les han quitado su libertad y, ¿Qué decir de la muerte de decenas de periodistas que quedan en la impunidad? Es otra muestra de esto.
Por ello Julio Hernández, tal vez basándose en la falta de institucionalidad en México, le apuesta -contra todos los pronósticos- a que el PRI va a ganar este 4 de junio en el estado de México y en Coahuila estas próximas elecciones. Para mí el robarse una elección no es ganar, por lo que si el PRI se queda gobernando en Coahuila y en el estado de México no será porque triunfó sino porque se robó las elecciones comprando votos y haciendo chanchuyos coludido con el INE, una supuesta institución del Estado mexicano, creada exprofeso para seguir robando y engañando a los mexicanos. ¡Pobre México, tan lejos de la institucionalidad y tan cerca de una nueva revolución! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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