Política aldeana
Los simuladores del Frente
Finalmente el Frente Por México, coalición electorera que integran los partidos PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, ya tiene candidato que no es otro que el que siempre se mencionó, debido fundamentalmente a que el PAN (partido al que pertenece) tiene mayor presencia nacional que los otros dos integrantes, por eso su candidato presidencial es Ricardo Anaya Cortés.
Seguramente en algo ayudaron las negocia- ciones de las elecciones de Edomex y Coahuila para que Anaya Cortés se haya agandallado la candidatura panista, lo que provocó que la ex primera dama del país Margarita Zavala -esposa de Felipe Calderón- renunciara a su larga militancia en el PAN.
En la constitución del Frente no participaron las bases de los tres partidos que lo integran, a pesar de que se dicen democráticos, dicha coalición es un acuerdo cupular de los tres dirigentes partidistas: Ricardo Anaya Cortés (PAN), Alejandra Barrales Magdaleno (PRD) y Dante Delgado Rannauro (Movimiento Ciudadano), quienes además de acordar coaligarse, también decidieron quien sería su candidato y redactaron las promesas que le harían a los ingenuos votantes mexicanos.
Las promesas que determinaron los diri- gentes son las mismas que enarbolan en términos generales y demagogicamente los partidos políticos, excepto el PRI que no habla de corrupción porque en sus filas tiene a los principales saqueadores de México, pero todos los partidos sin excepción (la partidocracia) están llenos de corruptos y se encuentran infiltrados por el crimen organizado.
Según los corruptos y amnésicos líderes del Frente por México, de llegar a la presidencia de la república Ricardo Anaya Cortés hará lo siguiente:
Terminar con la corrupción, la inseguridad, la impunidad, la violencia y la desigualdad social.
Sin decir cómo le harán para realizar tales milagros, pero sobre todo sin recordar que ninguno de los tres dirigentes partidistas tiene autoridad moral para prometer terminar con la corrupción y la impunidad, pues este trío de simuladores son parte de esa gran corrupción que quieren terminar y han sido acusados de delitos de ese orden:
Ricardo Anaya Cortés (PAN) ha sido acusado recientemente de enriquecimiento ilícito no sólo él sino también su familia. Hasta la fecha no ha demostrado con pruebas que tales acusacio- nes son falsas.
Alejandra Barrales Magdaleno el pasado marzo se dio a conocer sobre un lujoso departamento en Miami de su propiedad valuado en un millón de dólares. Dicha propiedad no la incluyó en su declaración patrimonial. La operación financiera, según se reveló, se hizo a través de un pago en efectivo de 693 mil dólares y un préstamo hipotecario con el Eastern National Bank por la cantidad de 297 mil dólares.
También en octubre pasado se reveló que la millonaria dirigente perredista es dueña de una casa en la zona más exclusiva de las Lomas de Chapultepec con un valor de 13 millones 300 mil pesos.
Alejandra Barrales fue denunciada por sus mismos correligionarios, una de esas denunciantes fue Dorisol González quien es integrante del CEN del PRD.
Dante Delgado Rannauro (Movimiento Ciudadano) quizás el principal simulador de los tres, en 1996 estuvo encarcelado 15 meses en el penal de Pacho Viejo por delitos de corrupción con los cuales causó un daño al erario de 450 millones de pesos. Fue puesto en libertad por el recurso de prescripción del delito.
En síntesis, la poca madre de estos corruptos seudo dirigentes y la ingenuidad de los votantes son determinantes para que cualquier saqueador y ladrón se presente como el Salvador de México, y habrá quien vote por él. ¿Pobre México!...
JSHV próximo rector de la UAC
Con la renuncia de Blas Flores Dávila a la Rectoría de la UAC, el Secretario General Jesús Salvador Hernández Vélez se quedó al fente de la Universidad como Encargado del Despacho de Rectoría, figura administrativa que fue inventada luego de que se obtuviera la Autonomía Universitaria el 4 de abril de 1973, con el fin de darle tiempo al Consejo Universitario de redactar la legislación de la Universidad Autónoma: La Declaración de Principios y el Estatuto Universitario, lo que tardó dos años en realizarse.
Dicha figura, la de Encargado del Despacho de Rectoría, fue utilizada luego de los dos movimientos universitarios más importantes de la UAC: La Autonomía Universitaria (1973) y el Movimiento Pro Dignificación de la UAC (1984), en éste último se echó mano de esta figura para pacificar a la universidad antes de convocar al proceso electoral para elegir Rector. En la primera ocasión el nombramiento recayó en Melchor de los Santos Ordoñez, y en la segunda se nombró a Jesús Ochoa Ruesga.
En estas dos ocasiones, la utilización de la figura del Encargado del Despacho de Rectoría anunció cambios sustanciales en la vida universitaria. En esta ocasión también se esperan cambios importantes. Para empezar, terminarán los 22 años en los que la Rectoría de la UAC ha estado en manos de la cofradía encabezada por José María Fraustro Siller, ahora Secretario de Gobierno.
No hay duda que Salvador Hernández Vélez será el primer Rector que inaugure la nueva etapa universitaria, pues debido a que los universitarios están en la víspera de las vacaciones decembrinas, será hasta enero próximo que se convoque a las elecciones del nuevo Rector, de donde saldrá electo Jesús Salvador Hernández Vélez.
El tesorero de la UAC, Francisco Osorio Morales, insiste en que se registrará como candidato para disputarle a Hernández Vélez la Rectoría, pero quienes tienen información cupular insisten en que Osorio no competirá, pues además de que no tiene con qué ganar, se disciplinará ante lo inevitable. Y terminan diciendo: “a él ya lo negociaron sus jefes de la cofradía”.
Sin embargo, hay quienes insisten que lo mejor para la UAC es que Osorio Morales se inscriba como candidato, así de un plumazo y con los votos de la mayoría de los universitarios, la cofradía de Fraustro Siller sería contundente- mente echada de la estructura universitaria, pues el rechazo a ellos es inocultable.
Lo cierto es que Salvador Hernández Vélez es el mejor candidato. Su trayectoria en la Universidad es larga, en 1974 ingresó a la UAC como profesor en la Facultad de Comercio y Administración de Torreón, impartiendo cátedra a los alumnos de la sección de Economía. Luego solicitó un permiso para realizar otras actividades, cuando las terminó retornó a la Universidad, por esa razón sólo se le reconocen 23 años como profesor universitario. En ese lapso de tiempo, Hernández Vélez fue Coordinador de la Unidad Torreón.
En una edición anterior señalamos algunas cualidades de Jesús Salvador Hernández Vélez, agreguemos en esta ocasión algunos datos que nos faltaron: honesto, preparado profesionalmente y de ideas avanzadas. En su juventud, Hernández Vélez participó en movimientos sociales reivindi- cativos al lado de estudiantes, colonos, campesinos y obreros.
Hernández Vélez es un universitario confiable, con suficiente bagaje intelectual para hacer de la UAC una institución que brille por sus actividades fundamentales: Docencia, Investigación, cultura y deporte, y tiene claridad de cómo sacar a la Universidad del bache en que se encuentra, después de 22 años de corrupción, saqueo, despilfarro, incapacidad, etc...
AMLO, fraude y amnistía
Los miembros de Morena, es decir los fanáticos de López Obrador, desde ahora están hablando del fraude en las elecciones presidenciales del 2018 que según ellos les hará el PRI, Peña Nieto, Salinas de Gortari y los “comelonches” priistas en complicidad con todo aquel que no pertenezca al Movimiento de Regeneración Nacional, que se asumen como los buenos de la película. Así lo dicen.
Para tratar de entender a los mesiánicos lopezobradoristas, hay quienes se preguntan: ¿Por qué participar en el juego electorero si ya saben que les harán fraude como lo aseguran desde ahora?
Seguramente por ello, López Obrador convocó el apoyo de los narcotraficantes en el Estado de Guerrero a través de prometerles una amnistía, o el perdón en términos clericales, medida que según AMLO es para recuperar la paz.
Para los observadores esta vez “el mesías” no se midió, su obsesión por ser presidente le ha acarreado amnesia. A AMLO se le olvidaron los más de 300 mil asesinados y los más de 32 mil desaparecidos. ¿Qué pensarán los familiares y amigos de todos ellos? ¿Qué pensará el pueblo de México que tiene una década aterrorizado por la violencia?
Por el otro lado, los analistas gubernamentales ligados a los asuntos de seguridad se preguntan: ¿Qué pasará si AMLO pierde las elecciones? ¿Habrá un levantamiento o tomarán otra vez el Paseo de la Reforma?
La respuesta en la que muchos conocedores coinciden es que no se dará ninguna de las dos posibilidades, pero lo cierto es que en algunos puntos o regiones de nuestro país se incrementará el caos y la violencia por aquellos que la estimulan, y por eso surgen otras preguntas: ¿Será eso lo que López Obrador quiere que pase si no le dan la presidencia aunque no gane? ¿Será por las preocupantes expectativas que se avizoran que el gobierno de Peña Nieto insiste en dejar al ejército y a la Marina en las calles haciendo las funciones de policías?
Lo que suceda en las elecciones del 2018 será una guerra pírrica, ningún bando ganará, todos saldrán perdiendo, pero el principal perdedor será México, que cada día está inerme ante los intereses de las trasnacionales, que se han adueñado de nuestras riquezas y recursos naturales gracias al juego electorero en que el sistema mantiene ocupados al 50 por ciento de la población, y al resto lo mantienen ignorando lo que está pasando y entretenido con el internet.
Mientras tanto, la clase política que controla la partidocracia se está despachando con la cuchara grande, saqueando el erario, haciendo negocios con los activos nacionales y apoderándose de la estructura del país y de todos sus empleos. |