Política aldeana
Entre moreiristas te veas.- La vendetta que propició la renuncia del director de la Facultad de Jurisprudencia de la UAC, Luis Efrén Ríos Vega, fue visto como un pleito entre moreiristas que buscan usufructuar cargos, para sobrevivir al próximo gobierno, porque saben que sea quien sea el próximo gobernador los hará a un lado, porque son contaminantes, tóxicos.
Los principales participantes en este pleito fueron: por una parte Luis Efrén Ríos Vega y Carlos Arredondo Sibaja; por el otro, Alfonso Yáñez Arreola (secretario particular del gobernador) y el magistrado Óscar Nájera Davis, que se dice fueron los que iniciaron el pleito, utilizando a los estudiantes para que pidieran el referendo, para deshacerse de Luis Efrén y quedarse con la dirección de Jurisprudencia.
El director de Jurisprudencia fue acusado de actos de corrupción, intimidación, soberbia, etc. Y aunque los alumnos y los funcionarios que presumen su cercanía con el gobernador querían el referendo, Luis Efrén no les hizo el juego y renunció a la dirección de la facultad, pues seguramente sabía que lo iban quitar y en el proceso saldrían más cosas de las que se ventilaron con su renuncia.
Por ejemplo, antes de renunciar, en los corrillos de la UAC se rumoraba que Luis Efrén tenía en la nómina a su novia con 120 mil pesos mensuales, pero de esto nada oficial se dijo, lo que no se ocultó es que Luis Efrén había realizado viajes a Italia con cargo a la Facultad de Jurisprudencia y a la Academia Interamericana de Derechos Humanos (AIDH), ambas dirigidas por él. El costo de los viajes fue de cerca de 500 mil pesos y fueron realizados por dos personas: Luis Efrén Ríos y su secretaria académica en la AIDH.
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El candidato del PT.- El dirigente del Partido del Trabajo (PT) en Coahuila, Virgilio Maltos Long logró que el ex panista y ex Presidente Municipal de Torreón, José Ángel Pérez Hernández aceptara ser el candidato del PT a la gubernatura de Coahuila, lo que ayudará a dividir aún más el voto de los opositores al PRI. Un personaje de derecha como candidato de un partido de izquierda no es una buena combinación, pero las prerrogativas electoreras bien valen la incongruencia ideológica.
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