Desencuentro de EUA y Rusia

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

Curiosamente mientras este desencuentro de Rusia/EEUU se daba en Moscú, acá en Torreón yo leía La Divina Comedia. Estaba en El Canto decimosexto del Cielo en los párrafos en que: “Dante se refiere a la familia Adimari como una insolente raza, gente de origen humilde que se muestra como feroz dragón con el que huye y es mansa oveja, ante quien le enseña los dientes o la bolsa, aunque ya encopetada, y es que venía de tan ínfima ralea, que habría de ser indignante emparentarse con ellos.” Al leer esta parte que entrecomillé, si no supiera que estaba leyendo a Dante, me estaría imaginando que se hablaba de Donald Trump y de su familia, porque su estirpe proviene –de parte de su abuelo paterno- de muy baja ralea. L a historia de su abuelo es de quien ha regenteado un burdel en Seattle, para la compra y venta de mujeres de la vida galante.

Ese paralelismo entre los Adamari a quienes Dante se refiere y a la familia Trump de quienes conozco bien poco pero lo suficiente para hacer esta comparación que me vino en mente, porque la estirpe de Trump proviene de una ínfima ralea, que tienen la costumbre de mostrar sus dientes de dragón ante los débiles. ¡Ah! Pero con quienes saben defenderse, prefieren negociar. Esto lo ha escrito el propio Donald Trump en uno de sus libros. Pero centrándonos en el asunto de Siria en donde a la hora del postre en una comida con el presidente de China, ordenó –él y sus voceros lo dicen- bombardear una base militar siria con 59 misiles lanzados desde un barco de la marina de EEUU, en medio del Mediterráneo. Este ataque cobarde contra el régimen de Bashar El-Assad el presidente de Siria, según Trump y sus corifeos se debe a que el gobierno sirio usó gas Sarín en contra de civiles, matando a 58 personas –muchos de ellos niños- y dejó heridos y hospitalizados a 70 civiles más. Trump no tiene ninguna prueba de que haya sido el gobierno de Siria quien haya hecho uso del gas Sarín en contra de civiles, y aun así, se abrogó el derecho de bombardear.

El problema de Siria y de los sirios no es una revolución ni nada parecido, es un ataque feroz de dos fuerzas. Una.- Proveniente de ISIS el Estado Islámico que es derivado de Al Qaeda, la que antes fue formada y aliada a EEUU y se les separó por las traiciones de EEUU. Ellos quieren un Estado Islámico sin fronteras. Otra.- Es el ingreso de mercenarios –más de 50 mil- pagados por EEUU desde el 2011, con el fin de derrocar al régimen sirio por dos razones. La primera es porque Rusia tiene bases militares –aéreas y navales- en Tartus y Lataquíe, dos puertos con cara al Mediterráneo y eso le incomoda a EEUU para perpetrar sus fechorías. La segunda también de suma importancia, que Siria es el único país del Medio Oriente que no se ha sometido a EEUU.

Cuando alguna nación no se somete a los designios e intereses de Washington, en automático se convierte en enemigo de “Occidente”, EEUU actúa como un imperio, como los de Persia y Roma para no ir muy lejos. Norteamérica finca su poderío en el expolio de los pueblos que se dejan y se lo permiten, pues de no someterse por las buenas, ya se convierte en enemigo de “La libertad y la democracia”, así es como ha ido funcionando la política exterior de EEUU desde hace 200 años. Pero en estos momentos tiene a contrapelo a China y a Rusia y con ellos no muestra sus dientes de dragón y prefiere negociar con el fin de sacar algunas ventajas. Hoy Rusia y China tienen como aliados a Siria y a Irán, y esto le incomoda tanto a Trump, que siempre anda en busca de cualquier pretexto para intervenir como ahora lo ha hecho con Siria por medio del bombardeo y de una lucha sin cuartel mediáticamente. Por medio de la Massmedia, Trump quiere enemistar a todo el mundo contra el régimen de Siria, y creo que a pesar de su insidia descarada, a corto plazo no lo logrará, porque el mundo percibe a Trump como lo que es, un palurdo y patán.

Rusia no renunciará por ningún motivo a sus bases militares en Siria con cara al Mediterráneo y China por su lado, tampoco se va a intimidar y seguirá su alianza con Rusia, Irán y Siria, porque si se acobardan y ceden ante los embates de Trump, quedarían copados y en las manos del imperio estadounidense. Por lo pronto no habrá guerra y quedará todo en las bravuconadas de Trump, el que en lo doméstico ya mostró ser un inservible presidente que día a día se ha visto disminuido por no poder cumplir con sus promesas de campaña. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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