Mirando a fondo

Los gringos drogos pagarán el muro

Víctor González Avelar.

Entrada.- Esto nos da la medida de los coeficientes de inteligencia que actualmente gobiernan a la nación más poderosa del mundo.

Esta declaración pone de manifiesto el grado de torpeza que guía los actos del gobierno federal de los Estados Unidos de Norteamérica y de alguno de los integrantes del Senado de aquel país.

A raíz de las dificultades que ha encontrado el señor Trump y que sin duda seguirá encontrando en el futuro dentro de los diversos círculos de poder y áreas de gobierno en los Estados Unidos, será muy difícil que Trump consiga los miles de millones de dólares que necesita para la construcción del mesiánico muro, asunto que se ha convertido en una enfermiza obsesión psiquiátricamente medible.

Hasta hace días, algunos señores senadores han puesto a trabajar sus dos únicas neuronas que casi les funcionan al interior de su pequeño cerebro, para sugerir una de las ideas más torpes y estúpidas de las imaginables con que se podría llegar a financiar y pagar a costa de los mexicanos, el tantas veces citado muro del odio.

Quizá una de esas medidas sea la manifestada por el texano y senador Ted Cruz, a quien se le ocurrió, palabras más palabras menos, lo siguiente: “que la valla se financie con el dinero que se incautará al criminal Joaquín “El Chapo” Guzmán, prisionero en una cárcel de Nueva York y a espera de juicio”.

Para tal efecto el torpe senador Ted Cruz introdujo en el Senado una propuesta de ley denominada “El Chapo Act” para que cualquier dinero que provenga de multas o sanciones judiciales a líderes de cárteles de Sinaloa se destine a la seguridad nacional, incluida la construcción de la barrera física en la frontera.

Sopa.- El gobierno de EU está buscando una multa criminal por más de 14 mil millones de dólares por beneficios ilícitos provenientes del narco del Chapo, y aunque la probabilidad de que la ley no pase el filtro del Senado, su propuesta pone de manifiesto la supina ignorancia del texano senador.

Plato fuerte.- Ted Cruz olvida que de llegarse a aprobar la ley, quienes realmente estarían pagando el costo del Muro no seríamos los mexicanos, serían los 30 millones de drogadictos estadounidenses que gastaron millones de dólares en la compra de estupefacientes pagándoselos al Cartel de Sinaloa.

De ahí resulta que parte de los 14 mil millones de dólares que ahora pretenden expropiar al Chapo, realmente se los dieron los propios gringos adictos. En otras palabras: esa millonada de dólares fue dinero que los norteamericanos le pagaron al Chapo para que les vendiera droga, ergo, el muro lo pagarían finalmente con dinero de los gringos que ahora expropiarán al Chapo.

Las dificultades que ha tenido Trump frente al sistema político del vecino país, le han hecho desistir, por este año, de incluir una partida extraordinaria de dinero público para la construc- ción del Muro como han sido sus nefastas intencio- nes.
Esta semana el Partido Republicano presen-tó un borrador de presupuesto oficial sin ninguna asignación extraordinaria para el odiado Muro, cosa que evitó el peligro de que el gobierno federal se paralizara ante la falta de un acuerdo presupues- tario en el Congreso.

Pero la terquedad del insano parece no terminar nunca.

Postre.- El presidente Trump quiso ocultar su fracaso en conseguir fondos para la construcción de la barrera física en la frontera mediante meras profecías: “Tenemos mucho tiempo para hacerlo”, dijo, pese a que el proyecto estaba entre sus prioridades. “Vamos a empezar pronto. Ya nos estamos preparando (…). El muro es muy, muy importante”, remarcó el presidente, quien negó haber cambiado de opinión sobre este tema. “Vamos a construir el muro. No sé qué dice la gente: veo estos programas en televisión y los comentaristas no saben de qué están hablando. El muro se va a construir 100%” Así concluyó enloquecido.

Digestivo.- Como lo diagnosticaría cualquier psiquiatra más o menos preparado: El señor esta obseso y tiene un grave y traumático problema de personalidad y de conducta bipolar. Una casa de salud o de reposo en la campiña de Connecticut le haría mucho más bien a su salud, que vivir en la Casa Blanca.