Perfiles Coahuila, especulación y realidad

Luis Fernando Hernández González.

Coahuila está en marcha en tanto sus indicadores le otorguen factores de alta calidad y competencia en los distintos órdenes, lo vemos en aquellas mediciones que lo mismo hablan del desarrollo humano de su gente, como de su desarrollo económico y social, en donde nuestra entidad sale con amplias ventajas sobre otras entidades del país, lo que es una muestra del esfuerzo que sus habitantes le entregan en su actividad diaria. Esta razón resulta irrefutable para la gran mayoría, pero hay minorías que desearán ver otras condiciones de esplendidez en todo lo que acontece, y otras más que traen un cúmulo de esquemas perturbadores en sus cabezas llenas de rencor, odio y sediciones emocionales.

Los seres humanos somos por naturaleza racional en nuestro actuar, una asociación de factores biológicos, físicos, materiales y dogmáticos que inciden en nuestro comportamiento, al hacer uso de ellos definimos apreciaciones y juicios de valor, que van acompañados de empatías, antipatías, simpatías y perjuicios, es decir, expresamos lo que sentimos influenciados por las formas mediáticas o por los círculos sociales de nuestra convivencia cotidiana, situación y esquemas que formulamos circunstancialmente, como sucede también con las encuestas y levantamientos de opinión a modo que algunos medios realizan para ofertar un producto y así posicionarlo en el mercado.

Distintos analistas lanzan su cuarto de espadas para clarificar en sus observaciones bajo tal o cual circunstancia, determinan qué persona goza o carece de la simpatía para merecer una calificación que le acredite o rechace, cuantifica y cualifican tanto en su formación como en su capacidad las mediciones para desarrollar -según ellos- una actividad pública electoral, atreviéndose agregar a todo ello notas clasificatorias: de conducta, desempeño, honestidad, eficiencia e imagen, en el que confluye el carácter y la toma de decisiones ejecutivas para conducir con liderazgo nuestra sociedad.

Los candidatos acudieron a los dos debates obligados, en donde exhibieron sus mejores cualidades para exponer su oferta política en cuanto a seguridad, educación, salud, desarrollo económico, transparencia y rendición de cuentas, en donde de manera explícita unos configuraron sus propuestas serias, responsables y congruentes con la realidad social que subsiste en el estado; mientras que otros aprovecharon la pasarela para el desahogo de sus repetitivos señalamientos sobre la deuda, la aclaración de la misma y la correspondiente sanción para sus causantes. Motivo de especulación para algunos articulistas que desearán ver en estas comparecencias enjuiciamientos y deslindes que sólo ubican al estado a una condición de adversidad para su desarrollo que a nadie conviene.

Las campañas muestran el perfil de sus candidatos y en el comportamiento de ellos dejan claro quien conoce de esta responsabilidad y quien a la vez la desconoce:

Perfil 1.- Genera apreciaciones mediáticas tanto en el DF como en ciertos puntos de la entidad, con un discurso de provocación y de escasa cohesión social que da muestra de su inmadurez como político, elementos con los cuales busca incendiar a la gente con sus esquemas de odio y venganza que nadie entiende, mostrando a la vez una falta de visión con el grueso de la población, al buscar allegarse simpatizantes bajo la contraprestación de dinero.

Perfil 2.- Con más de 65 propuestas da prueba de que conoce las necesidades del estado y de su gente, “Por un Coahuila Seguro” para jóvenes, mujeres, adultos, condiciones comunitarias e instalaciones; así también el impulso y desarrollo que debe de tener la entidad, suscribiendo compromisos en cada lugar que dé sentido al desarrollo social y económico.

Perfil 3.- Su criterio discursivo lo finca en el esquema de Andrés Manuel López Obrador y su machacona insistencia de honradez, además de su discernimiento de empresario que presume una bonanza económica.

Perfil 4.- La maestra realizando sus propuestas sobre la familia y la equidad de género, puntualizando que ella no es más de lo mismo, advirtiendo de su criterio de sensibilidad y sensatez sobre los distintos temas de campaña.

Perfil 5.- Exhibe su exposición academicista, en donde lanza teorías y comportamientos que la población no logra asimilar por el inmediato pasado de este prospecto que se formó en las esferas del poder público al cual renunció.

Perfil 6.- Denota una personalidad difícil de entender al expresar esquemas mentales bastante conflictivos, tanto que sus exposiciones son poco claras y lo único que la ciudadanía recuerda de él es su repetitivo Arre! con el que termina sus alocuciones.

Perfil 7.- Como aspirante a la gubernatura muestra ser un profesionista que poco o nada tiene que hacer en el terreno que recorre, aun cuando busque ser formal, nadie lo considera como un candidato ciudadano.

En este momento que vive Coahuila recordamos a los clásicos que señalan que en todo gobierno existen tres funciones: hacer leyes (legislativo), administrar dichas leyes (Ejecutivo) y dirimir conflictos con lo que dicta la ley (Judicial). Para prevenir el abuso del poder, las tres funciones deben ejecutarse por un órgano diferente, pero al mismo tiempo debe haber un cierto traslape entre los tres, de tal suerte que cada órgano lleve a cabo una función, pero participa en el cumplimiento de las otras dos, para frenar los abusos del principal responsable. Un sistema de pesos y contrapesos obliga a todos a cooperar porque cada uno depende que todos los demás también funcionen.

Ante esta delineación de comportamientos que vive el Estado, sólo usted amable lector tiene la oportunidad de impulsar a Coahuila bajo el esquema que juzgue conveniente, mas no dude que la mayoría de los ciudadanos así lo hará.
Lo invito a que juntos digamos: Que Viva y que gane Coahuila que es nuestra entidad.