Quién es Donald Trump
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Philip Milton Roth, escritor norteamericano de renombre y un referente destacado entre los judíos de
EEUU, dice que Donald Trump: “Es un limitado de intelecto y carácter; es humanamente pobre; es
ignorante del gobierno, de la ciencia, de la historia, de la filosofía, del arte; incapaz de reconocer los
matices de la sutileza; desprovisto de toda decencia y maneja un vocabulario de 77 palabras, que
es mejor llamar imbecilidad que inglés. ¿Y qué ha hecho? Puras cosas desastrosas.” |
Desde el gobierno de Franklin D. Roosevelt, es costumbre en la política estadounidense, analizar los primeros cien días de gobierno de todos los presidentes, con el fin de evaluar cómo será el resto de su mandato, y Trump ha resultado un fiasco, un fracaso absoluto y un motivo poderoso para tener preocupados a los norteamericanos, particularmente a los de las clases políticas, empresariales y financieras, sin dejar de lado a una inmensa mayoría de ciudadanos de EEUU -los que no votaron por él, y muchos de los que sí lo hicieron- que lo ven como un peligro para las instituciones, para Estados Unidos e incluso para el mundo. Se expresan de él, peor de como lo hizo con su opinión personal, Philip Milton Roth.
No está loco como piensan muchos de él, es sólo un excéntrico mitómano, palurdo, racista y ciertamente peligroso para las instituciones de su país, para los norteamericanos y para los habitantes de todo el mundo, porque se hizo de un poder mayúsculo que no debería de estar en manos de alguien como él. No vale la pena evaluar y analizar cuáles o cuántos son sus desaciertos, todo lo hecho, dicho y por hacer y decir por él, son y serán desaciertos. Él quiere imponer en base a su investidura todo lo que le viene en mente y que cree conveniente para él, aunque asegure que lo hará por el bien de EEUU y de los estadounidenses.
Confunde el gobernar con la venta y compra de bienes raíces, pero si nos adentramos un poco en su personalidad, se podría llegar a la conclusión que es igual que su abuelo, un migrante alemán que llegó a sus 16 años a EEUU, a Nueva York precisamente, para luego trasladarse a Seattle, en donde adquirió un burdel, y ahí empezó a amasar una fortuna considerable para comenzar de nuevo en Nueva York en el negocio de la compra y venta de bienes raíces. Esa historia es la que Donald Trump quiere volver a repetir.
Piensa en sus adentros que a la gente de menos recursos pecuniarios que él, las debe tratar como su abuelo -seguramente lo hacía- trataba a las prostitutas con las que hacía negocio. El trato que les da a las mujeres y quienes tienen menos dinero que él es exactamente el comportamiento de los padrotes, quienes primero humillan, amedrentan y golpean a la víctima para luego negociar con ella de manera ventajosa. ¡Ah!... Pero si la supuesta víctima tiene la fuerza y el poder para defenderse, entonces negocia en otros términos más equitativos. Eso es y ese es Trump el nuevo presidente de EEUU, y por ello sólo nos queda un recurso para tratarlo: hacerlo a la defensiva.
Las instituciones en EEUU son fuertes, bien estructuradas, manejadas con inteligencia, y con normas claras preestablecidas en la Constitución, por ello hay que dejar que quienes gobiernan en EEUU lo controlen y lo sometan a las normas legales. Nosotros los mexicanos no vamos a ser sus víctimas, lo seremos sólo si el gobierno de Peña Nieto/Videgaray se deja apabullar, porque al agacharse ante él, lo que harán es dañar a México y a los mexicanos. No hay que olvidar, que en la historia de EEUU y la nuestra, ha habido presidentes gringos que nos han vejado, se han adueñado de nuestros territorios, de nuestras riquezas y nuestra voluntad en base a mantenernos endeudados. Esto lo saben nuestros gobiernos, sin embargo y a pesar de ello, Peña Nieto ha endeudado a México con EEUU y con otras naciones, más que todos los presidentes juntos, me refiero a nuestros presidentes, desde Guadalupe Victoria e Iturbide, hasta Felipe Calderón. Peña Nieto por nuestra deuda ante ellos, les está entregado el alma de México y nuestra soberanía.
Trump sabe que Peña Nieto ni es político ni inteligente y menos patriota, de ahí que la haya emprendido contra nosotros en todos los sentidos. Nos ofendió y lo sigue haciendo a diario, sin embargo Peña Nieto y el otro infausto que lo acompaña en este mal gobierno, Luis Videgaray, se desviven por congraciarse con este energúmeno, con tal de que ellos y el PRI, salgan bien librados, y con ello poder continuar dentro del gobierno por tiempo indefinido. Esta forma humillante con la que Peña Nieto/Videgaray tratan con EEUU, y de congraciarse con Trump, apelando a su buena fe y conmiseración, no es la adecuada sino que nos expone a ceder en todos los caprichos de Trump, no sólo en el TLCAN sino que al comportarse sumisos, ponen un precio muy barato a nuestra dignidad y soberanía. Tenemos que evitar que Peña Nieto sea quien renegocie el TLCAN, porque seguramente nos afectará negativamente. Este gobierno no sólo nos roba sino nos traiciona. |