Chilo, otro farsante más
José Guadalupe Robledo Guerrero.
Para simular contacto con el populacho, al inútil alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal, se le ocurrió (o alguien se lo recomendó) escoger una palabra, la que fuera pero que tuviera tinte popular, para con ella hacer la propaganda y publicidad del final de su fracasada “administración” municipal. Y escogió una palabra que se originó en el caló de barriada: Chido, que entre otras cosas significa bueno, agradable, bonito, etc.
Así fue que se comenzaron a ver por doquier frases sin sustento, publicitando al “gobierno” de Saltillo y a la capital de Coahuila ahora convertida en una gran maquiladora, la cual se encuentra llena de baches, sin un transporte público digno y eficiente y con una policía sin honestidad ni vocación de servicio, gracias al farsante presidente municipal, Isidro López y a los casi 4 años de indolencia, dejadez e irresponsabi- lidad con que Isidro y su esposa Lourdes Naranjo “manejaron” el gobierno municipal.
En esos casi cuatro años, Isidro López (y su esposa por supuesto) decidieron el destino de poco menos de 9 mil millones de pesos de la Presidencia Municipal, y no hicieron ninguna obra pública digna de mencionarse.
Esa enorme suma de dinero público, se ha dicho hasta el hartazgo, se gastó en elevados sueldos para los funcionarios de cuello blanco y cortesanos, en los negocios de Isidro López y sus amigos de la iniciativa privada, en los viajes vacacionales de la “pareja presidencial” y su séquito de aduladores y lamesuelas.
En estos últimos cuatro años, en la presidencia municipal de Saltillo “al mando” de Chilo López (y su esposa desde luego) ha habido de todo: corrupción, negocios a la sombra del poder, nula obra pública, despilfarro, ineficiencia, incapa- cidad, mandilonería y hasta escándalos de homose- xuales.
Pero a pesar de que Isidro López (y su esposa) nada meritorio hizo, sigue apuntado para participar como candidato a gobernador si las elecciones del pasado julio se anulan. Y si no se anulan, Chilo ya se apuntó para la próxima y amenaza con buscar otra vez -dentro de un año- ser alcalde de Saltillo, siempre y cuando no lo convierta su partido, el PAN, en senador de la república. Pero eso no es todo, dentro de 6 años quiere convertirse en gobernador.
Nada es broma, a Isidro López ya le gustó “la política”, mejor dicho los cargos públicos que para él sólo representan: generosos sueldos, viajes a cualquier parte, viáticos ilimitados, y negocios con sus amigos. Todo esto sin hacer nada, sin ninguna responsabilidad y con todo el tiempo libre para jugar golf. Estos juniors deberían gastar sus herencias en lugar de joder a Coahuila... |