Teoría de las cuatro raíces o elementos

José Luis Flores Rodríguez.

Los filósofos griegos Tales de Mileto, Anaxímenes, Heráclito, Jenófanes, y Empédocles sostenían la teoría de los cuatro elementos. Tales de Mileto creía que la sustancia primordial es el agua; Anaxímenes dedujo que era el aire; Heráclito sostenía que es el fuego, Jenófanes la Tierra. Hasta ahí son las cuatro raíces conocidas en el mundo, pero otro filosofo griego no tan célebre: Empédocles, quizá el menos importante de los cinco filósofos relatados añadió otros dos principios esenciales que han movido al mundo desde sus inicios: el amor y el odio…

¡Hoy cobran fuerza las amenazas del líder norcoreano Kim Jong Un, contra Trump, y la isla de Guam y contra Norteamérica, y ¡viceversa! Un Trump belicoso pone un ultimátum al pueblo de Corea del Norte, y es cuando cobran relevancia los sublimes pensamientos del filósofo griego Empédocles ¡el principio del amor y el odio!

El referido filósofo nacería el año 495 A. de C., en Agrigento Sicilia Italia, personaje que diera origen al popular apodo dado de manera coloquial a los ciudadanos alcohólicos, o como llaman vulgarmente a los borrachos cuando andan de juerga: “estum ec Empédocles”, en español quiere decir estar como el filósofo Empédocles, célebre personaje sobre el que se dicen fábulas fascinantes, como la que describo enseguida:

Cuenta la fábula que Empédocles cuando niño al ser bautizado en el Templo de Atenea, Diosa de Sabiduría, entonces sucedió una huelga de maestros sicilianos tomando el Templo de Atenea, no quedándoles a los papas de Empédocles otro remedio que llevarlo a bautizar al templo de “Baco” Dios de la Agricultura y comúnmente en la mitología clásica griega llamado Dios del Vino y que estaba a unas cuadras del Templo de Atenea (esta bella obra de arquitectura neo clásica fue creada por los fenicios para adorar a Baal Dios de la Lluvia, el Trueno y la Fertilidad, hoy en día los vestigios se alojan en la bella ciudad Heliópolis actual Baalbek a 86 kilómetros de Beirut), a la sazón en pleno bautizo, justo cuando el niño Empédocles era hundido en agua ocurrió en ese instante la llegada de un visitante judío llamado Macías, y convirtió el agua en vino. (es mito).

Sigue el mito en su narración: de tal suceso dio como resultado cuando entonces el niño Empédocles al ser sumergido en agua y vino, agarrara una borrachera monumental, por lo que se le conoce como el primer borracho de la humanidad. Pese a su tendencia al alcoholismo, tuvo una corriente modesta de pensamiento “Sobre la Naturaleza de los Seres y las Purificaciones”, también según Aristóteles se le atribuye el escrito “El Transito de Jerje y un “proemio a Apolo” en estilo de hexámetro; y como al inicio mencione su teoría sobre “El Amor y el Odio”, su muerte es un misterio, pero dicen fue trágica, arrojándose al volcán Etna, buscando su unión divina supuesta con la naturaleza, pero no está confirmado como fue su destino fatal.

Luego de hablar sobre los borrachos, viene a mi mente un chiste de un célebre borracho de nuestro muy querido Saltillo, por allá del año 1975, esta historia es verídica; pero se cambia el nombre del personaje que gustaba andar borracho y con mujeres de la vida galante, obvio por razones de ética, pero cuentan que “José Pancracio Aristeo” hombre de negocios prominentes en esta ciudad del sarape, en cierta ocasión, llegaba un día en avanzado estado etílico (pedo) al Casino de Saltillo, con dos rubias despampanantes con muy poca vestimenta, una hembra en cada lado, a las que se les veían hasta los “chones”; cuando fue abordado por el portero del Casino y le recriminó por qué su actitud de entrar con dos mujeres de dudosa reputación a tan prestigioso Centro Social, donde se celebraba una boda de alta alcurnia, y “José Pancracio Aristeo” airado dijo, ¡no amigo! ¡Está usted muy equivocado! ¡Estas dos son putas reconocidas, las de dudosa reputación están adentro!

Joseluisrf1@hotmail.com