Riquelme, rodeado de extraños

José Guadalupe Robledo Guerrero.

El gobernador electo Miguel Ángel Riquelme Solís es un político de la cultura del esfuerzo, de orígenes modestos, cuya educación fue realizada en escuelas oficiales. Por tal motivo es comprensible lo que debió costarle llegar al lugar en que ahora se encuentra, sobre todo luchando en ese mundillo político lleno de intrigas, soberbia, descriminaciones y marginación en el que desarrolló su vida pública.

Por otro lado, la elección a gobernador del pasado 4 de junio aún no logra destrabarse por la judicialización en que fue metida por los candidatos perdedores que de todas formas quieren anularla.

La elección en donde salió ganador Riquelme tuvo claros tintes clasistas: de un lado estaban los priistas, los “comelonches” como los bautizaron sin ninguna excepción los contrarios, principalmente los panistas y los de Morena, aquellos que además de sentirse por encima del resto de los mexicanos, también creen poseer la franquicia de la democracia, la que poco hacen por mostrarla.

Pese a todo, fueron esos “comelonches” los que ganaron la elección con sus votos, mostrando que son la mayoría, (los jodidos siempre serán mayoría en las democracias), y haiga sido como haiga sido estos coahuilenses le dieron el triunfo a su candidato priista, a pesar de tantas descalificaciones que hubo para el voto popular.

Por todos estos detalles, se antoja curioso, kafkiano, que ahora en el triunfo Miguel Ángel Riquelme Solís se encuentre rodeado de gente extraña a su círculo político priista. Nadie sabe si lo rodearon de juniors y emisarios del capital, o él eligió rodearse de estos personajes.

Un priista de esos que desconocen lo que significa la autocrítica me dijo que el acercamiento de los adinerados era para darle mayor realce a la entrega-recepción del gobierno. Finalmente tuvo que admitir que estaba equivocado cuando se dio cuenta que para darle realce a algo se requiere rodearse de talento, capacidad, prestigio, experiencia y conocimiento, lo que está ausente en los ricos que rodean al gobernador electo.

Los adinerados que ahora quieren un hueso en el gobierno de Riquelme son los mismos que apoyaron a los adversarios del ahora gobernador electo, son los que en el río revuelto quieren quedarse con los principales cargos, sobre todo los relacionados con las finanzas y los negocios, además de los referentes a la anticorrupción.

Seguramente hay que recordar que en las elecciones se votó por Riquelme y su equipo lagunero, no por los mismos que han frenado el desarrollo de Coahuila y han conspirado contra todo gobierno que no sea el de ellos.

Los mismos y lo mismo ya no...