La injerencia de EPN en otros países

Augusto Hugo Peña Delgadillo.

El comunicado de la SRE dice: “Tras darse a conocer el reciente lanzamiento de un misil balístico de Corea del Norte que impactó el mar de Japón, el gobierno de Peña Nieto condenó enérgicamente esta acción, toda vez que se trata de una conducta que pone en peligro la paz y la seguridad Internacional. A través de un comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores a cargo de Luis Videgaray, el gobierno de México expresó su mayor solidaridad con el gobierno y el pueblo de Japón. Así como hizo énfasis en la preocupación que despierta el uso de esta clase de tecnología para atacar a las naciones. Exigió a la República Popular de Corea, a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en torno a detener lanzamientos de misiles balísticos, y para frenar cualquier clase de provocación”.

Esto nos indica que si Peña Nieto y el canciller Videgaray no entienden ni saben un ápice de la política interior como tal, menos entenderán la política hegemónica, porque hay que saber que Corea del Norte se arma con un fin determinado, evitar que EEUU le ataque para someter a sus designios toda la península de Corea, tal y como lo tiene contemplado. Kim Jong-Un, el líder de Corea del Norte sabe lo que está haciendo, mientras Peña Nieto no sabe siquiera gobernar a México, y por ello ha permitido que nuestra soberanía quede al auspicio de Washington. En el caso que hubiese una confrontación entre EEUU y Corea del Norte –cosa que no sucederá-, México no tiene por qué inmiscuirse en políticas hegemónicas porque a quienes ponen en riesgo son a nuestro país y a los mexicanos. Cabe mencionar una bomba yucateca para definir esta actuación de Peña Nieto y Videgaray, que reza: “¡No puedes andas y quieres corres… Bomba!

Respecto a Venezuela, como mexicano me avergüenzo de nuestro presidente y del canciller por cobardes y pusilánimes, amén de lo ineptos y corruptos que son, por tomar partido y alinearse del lado del agresor que es EEUU, y de su presidente que un día sí y otro también, nos ofende, humilla y nos trata con la punta del pie. Venezuela es una nación hermanada con México por su propia naturaleza y porque ambas son repúblicas vejadas constantemente por Washington. México como lo dice nuestra historia, es el país que más ha sido ofendido durante los 200 años de nuestra existencia, por Estados Unidos, y a pesar de ello, nuestro presidente y el canciller se coluden con Washington para sobajar a Venezuela y a los venezolanos, sometiéndose cobardemente a Trump.

La doctrina diplomática a la que se someten Peña Nieto y Videgaray es a la de Trump, un soez y palurdo sujeto que se empeña en seguir “haciendo Grande a América” a costa de los demás.

La actitud vergonzosa que han asumido la presidencia de la república y nuestra cancillería, obedece a intereses ajenos a los nuestros, pero hay una razón, y esta es: Qué Peña Nieto y Videgaray ya se han asumido como mandaderos del imperio norteamericano, creyendo que con ello, no México, pero sí el sistema dominante PRI/PAN, obtendrá dividendos. Para empezar, el PRI y Peña Nieto más los que forman su gabinete, ya son un deshecho de nuestra política interior. Van a perder la presidencia por ineptos, corruptos y ojetes, ya que no han servido al pueblo más que para maldita la cosa. Pero eso sí, se han servido de nuestros recursos y bienes nacionales, los que por antonomasia son propiedad de los mexicanos todos y no solo de quienes gobiernan y sus cómplices dentro del sistema partidista, y los enclavados en el sector empresarial, en específico en El Consejo Mexicano de Negocios que representa a los 50 oligarcas mexicanos más ricos.

Por todo lo anterior dicho y escrito, resulta suficiente el saber que Peña Nieto en cuestiones de las relaciones exteriores no entiende cuales son los intereses de los mexicanos sino solo ve los de sus partidarios y cómplices. Írsele a la yugular a quienes ha seleccionado EEUU como sus enemigos, no es ninguna clase de política, porque la política es ciencia y arte y no sumisión implícita y explícita, ante quien nos ha tratado de terrible manera a lo largo de nuestra historia, mostrándonos que nuestro presidente y el canciller son cobardes y pusilánimes, amén, -como ya lo he dicho- son un par de ineptos y corruptos, productos del sistema implantado por Carlos Salinas con fines aviesos, los que han degradado sobremanera, todo el quehacer político y de la cosa pública. Tenemos que reprobarlos y señalarlos como traidores a la patria. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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