Política aldeana

El circo priista.- Finalmente la XXII Asamblea Ordinaria priista hizo lo que le ordenó el presidente de la república: quitar los candados para que cualquier militante o simpatizante externo (“con prestigio y fama pública”) pueda ser postulados por el PRI a cargos de elección popular, seguramente también en las candidaturas plutinominales.

Esta gran “hazaña modernizadora” se logró en el principal partido de México, debido fundamentalmente a la gran docilidad y obediencia de sus miembros activos y sus dirigencias, pero fue motivada principalmente porque a un año de distancia, el PRI no tiene un precandidato presidencial competitivo para participar en las elecciones para presidente de la república que se celebrarán el Primero de julio de 2018.

Con estas modificaciones a los Estatutos partidistas, ahora si el PRI se convirtió verda- deramente en una agencia de colocaciones que pondrá la estructura política que se paga y “aceita” con el dinero de la nación al servicio de quien determinen los dirigentes priistas. A partir de ahora cualquier maleante o potentado que quiera ser presidente de la república, gobernador, legislador o alcalde podrá ser postulado por el PRI, bastará con comprar a los dirigentes... y ya. Si con candados tenían acceso los maleantes a los cargos públicos, ahora sin candados con mayor razón.

Hasta hoy se ha dicho que los candados priistas se quitaron para beneficiar a un miembro del gabinete peñista, el Secretario de Hacienda (el sin partido) José Antonio Meade Kuribreña que anda desatado en sus ambiciones de ser Presidente de la República, pero también aspira a ser Gobernador del Banco de México, seguramente como premio de consolación

Sin embargo, el presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza señaló el supuesto objetivo de los “cambios modernizadores” al decir: “al romper los candados que impedían las candidaturas externas, el tricolor está haciendo una alianza con los ciudadanos que vuelve invencible al partido. Esa es la mejor fórmula para detener al populismo autoritario”. Y advirtió: “Lo que vive Venezuela no lo queremos para México, El PRI es el único capaz de frenar al populismo, por eso vamos a ganar en 2018”.

Lo que no se ha dado cuenta el dirigente priista es que López Obrador lleva más de dos décadas haciendo política contra el PRI, al cual también perteneció AMLO, sólo con una cantaleta: la corrupción priista, y es fecha que los priistas nada hacen por terminar con la corrupción que tanto daño le ha hecho a México, a los mexicanos, pero también a su partido. En lugar de combatir la grosera, cínica e impune corrupción de los políticos y empresarios mexicanos, los priistas se dedican ha hacer circos distractores e inútiles... Deveras creen que los mexicanos somos tontos...

De todo y de nada
1.- Los priistas han hecho mucho escarnio con el delegado de Tláhuac, el morenista Rigoberto Salgado Vázquez, acusado de tener vínculos con criminales y por tener tres casas. En Coahuila hay segundones del moreirismo que tienen muchísimo más que eso y no los molestan...

2.- En el circo priista los payasos son polifacéticos, actualmente Jericó Abramo Masso anda disfrazado de ambientalista y Armando Luna Canales de defensor de los derechos humanos...

3.- El obispo Raúl Vera López volvió a demostrar que el Decálogo que tanto predica le vale madre. Otra vez volvió a mentir y dijo no recordar a los dos pederastas que mencionó en 2014. Luego volvió a desmentirse y dijo que Miguel Ángel Riquelme sería el próximo gobernador, porque no anularían las elecciones. Lo dicho: La política es para hombres...

Pregunta Huérfana.- ¿Será cierto que la verdadera pretensión de Javier Guerrero García y los suyos es integrarse a MORENA? ¿Por qué entonces no declinó en favor de Guadiana?