Los Cárdenas II

Rufino Rodríguez Garza.

Para poder valorar los valiosos sitios arqueológicos que tenemos en nuestro Estado, primero hay que conocer los lugares que tienen Arte Rupestre y así poder lograr su protección y preservación.

Actualmente se está preparando la elaboración de un gran catálogo de sitios para el estado de Coahuila. Podemos manifestar que a estas alturas conocemos una buena cantidad de espacios con motivos arqueológicos con diferentes representaciones como lo son los petroglifos, las pinturas y los geoglifos.

El apunte o ensayo tendremos que dividirlo por municipios o por las zonas económicas en que se ha dividido nuestro estado, es decir la zona fronteriza, cinco manantiales, centro, desierto laguna y sureste.

Cada región cuenta con manifestaciones rupestres en mayor o menor escala. En general el norte de Coahuila se considera rico en su mayoría de pinturas, y a su vez de escasísimos grabados. Podemos mencionar que en nuestra opinión el norte empieza a partir de la Muralla hacia el norte; al igual que desde la Sierra de la Gavia hacia el oriente y San Marcos y Pinos al poniente.

Cada zona tiene sus propias características. En el norte abundan las pinturas, cuevas que fueron de habitación o sirvieron de tumbas, los grabados son casi inexistentes.

El sur del estado, que va de la región comprendida de Torreón a Paredón, se puede distinguir por los múltiples grabados, asi como también pinturas y geoglifos.

A grosso modo podemos dividir el arte rupestre en dos grandes apartados. Todo lo que nos dejaron los nativos en llanos (chimeneas y geoglifos), en rocas y abrigos rocosos (las pinturas y los petrograbados); a eso le llamamos prehispánicos, y a partir de la llegada de los españoles, en el siglo XVI, que llamamos históricos.

El siglo XVI es un parteaguas, pues los europeos colonizaron amplias zonas que dedicaron a la minería, agricultura y la ganadería, persiguiendo los nativos a los cuales se les mata, se les esclaviza y se les vende para los arduos trabajos mineros de Zacatecas; o se venden a Cuba, Venezuela y las Antillas.

Del siglo XVI a la fecha se les conoce como motivos históricos, y a los antiguos, hasta antes del arribo de los europeos le llamamos arte rupestre antiguo, prehistórico o simplemente prehispánico.

Para mediados del siglo XIX el número de indios quedó totalmente exterminados.

En la época del contacto, el indio conoció al hombre blanco pero también el caballo, la nueva religión, otras costumbres, enfermedades y la ambición por acaparar minas y tierras hicieron que los nativos se fueran retirando a lo más profundo del desierto y de los montes.

El afán de grabar en la roca pasó de los indios a los recién llegados y así podemos encontrarlas cruces cristianas con las que se trató de evangelizar. Pero también las rocas guardan fechas, fundaciones y fierros de herrar ganado.

A su vez los indios dejaron evidencias de lo que ahora estaban viendo y así localizamos grabados y pinturas con caballos y sus jinetes, sus armas, sus capillas y sus carruajes.

Aquí en el sitio denominado “Los Cárdenas”, en esta segunda entrega, caminamos hacia el poniente y al igual que en otros lugares vemos motivos grabados por los naturales pero encima de éstos podemos observar que los intrusos llegaron y grabaron sus nuevos mensajes sobre los antiguos. Quizá pensando que poniendo la cruz en los sitios sagrados era suficiente para que se cambiaran a la “buena nueva”.

Aquí, en esta parte norponiente, podemos ver grabados que van desde la época Colonial abarcando los siglos XIX y XX. Una fecha de 1884 y muchos grabados de principio del siglo XX, desde 1901, 1909, 1910 hasta los años treinta del siglo pasado.

Aquí son varios los fierros de herrar pero también unos extraños avisos como el que dice: “La situación a mejorado, septiembre de 1933”.
Y uno se pregunta: ¿que pasaba en esas fechas del primer tercio del siglo XX?

Hay otro grabado que reza: “La Ordeña”, quizá reminiscencias de antiguas majadas donde se ordeñaba para el consumo y/o para elaborar quesos.

Otro por demás curioso, pues tiene que ver con política: “Viva Zapata y Canales que son hombres...”, el texto continúa pero muy borroso y no podemos leer como acaba éste llamado. Zapata y Canales fueron personajes importantes del norte de México, pues al principio del siglo XVIII quisieron hacer una república con los estados de Tamaulipas, N.L., Coahuila y Texas.

De estos se cuentan 11 intentos por hacer pequeñas repúblicas con partes de México y el sur de los Estados Unidos.

Ninguna prendió pero ¿que fue lo que motivó a la gente de estas abandonadas regiones a dejar semejantes mensajes? No se sabe. Otros letreros nos hablan de enfermedades o epidemias que se dieron en el siglo XIX y principios del XX.

Hay grabados con recuerdos de la Revolución Mexicana, existe uno de un rifle muy famoso en esas épocas, el texto dice: “carabina 30-30”.
Otros no se entienden por la modesta escritura, pero se ve que se hace mención a la semana santa y la cruz de la pasión.

Entre estos avisos y manifiestos podemos observar no pocos grabados originales de nuestros ancestros y reconocemos puntas de proyectil, navajas enmangadas, un arco y flecha y dibujos abstractos de muy difícil interpretación. El lugar tiene otros mensajes pero ya no pude llegar pues sólo dispongo de la tarde del sábado y la mañana de domingo.

Hay otras rinconadas que se tendrán que visitar pues sabemos que tienen datos que completarán otras historias.

www.CoahuilaRupestre.com.mx
rufino.rupestre@gmail.com
Facebook: Rufino Rodríguez Garza