 ¡Ah, qué Aurelio!
Profesor Evaristo Velasco Álvarez.
Es imposible no hacer comparaciones, cuando son estas mismas la razón de mi desconcierto. Sucede que el gobierno federal y sus administradores, entre los que resalta el tan célebre Aurelio Nuño Mayer (gran lector), puesto que nos dice que en los resultados de la evaluación (PISA), practicada a los alumnos mexicanos, nos situamos en un lugar muy bajo; por decir en el lugar 28 de 30 países calificados.
Pero no nos dice Nuño que en Finlandia, en Suecia, en Reino Unido (Inglaterra, Escocia y Gales), los grupos se componen de 15 a 20 alumnos, atendidos por un maestro que además cuenta con uno o dos maestros más por grupo, para auxiliar al maestro titular, mientras que en México los grupos oscilan entre los 40 y los 60 alumnos por grupo, y no se cuenta más que en el 0.5 % donde existe un maestro auxiliar.
No nos dice que allá todos los niños están muy bien alimentados desde su casa, y llegan a la escuela o en el vehículo propio de la familia o en un autobús escolar, que pasa por los alumnos “casi” a su domicilio particular; mientras que en México contamos con escuelas que se encuentran a kilómetros de distancia de las casas, teniendo que recorrer esa distancia a pie, cargando los útiles escolares y sin haber desayunado en muchos casos.
O por lo menos caminan muchos pasos cargando semejante mochilón y con una alimentación muy deficiente, no porque los padres así lo quieran, sino por los sueldos de miseria con los que se cuenta. Y en la escuela no podrán poner atención y aprender como debieran porque tienen hambre. Mientras que en los países desarrollados (con los que se compite en este examen), los alumnos reciben alimentos en la misma escuela.
No nos dice Nuño que en aquellos lugares los maestros cuentan con apoyos técnico didácticos y materiales suficientes para hacer más entendible y sencillo el proceso de la enseñanza, mientras que en México en ocasiones no se cuenta con mobiliario suficiente y algunos alumnos se tienen que sentar en el suelo o llevar algún banco de su casa, por eso digo que PISA, ese examen de la OCDE ni nos atañe ni es justo.
Tampoco nos dice Nuño que los profesores allá, reciben constante capacitación de maestros especializados y que también reciben salarios que les permiten a los maestros contar con un solo trabajo, para poder dedicar tiempo de calidad a la planeación, así como a su propia diversión. Mientras que en México se hace necesario contar con DOBLE PLAZA para poder mantener una familia con calidad. Sin exagerar, yo tenía que atender 13 grupos de 40 alumnos cada uno, lo que me mantenía trabajando desde las 7:30 de la mañana y hasta las 8:20 de la noche en la escuela, con las consecuencias de alimentación y descompensaciones naturales (salvo por dos o tres horas donde aprovechaba para comer algo), por lo que puedo afirmar que la profesión magisterial es sumamente bella y llena de satisfacciones; pero muy pesada.
¡Claro! También existen algunos maestros que medio trabajan y medio cumplen, porque no se cuenta con los recursos reales. Y en estas condiciones, señor Aurelio Nuño, no se vale que haga sus comparaciones, porque son desleales, desiguales, atentatorias a la verdad y sólo buscan que el magisterio nacional se sienta mal, y el pueblo en general ataque a los maestros, en lugar de apoyarlos.
Desde este sencillo lugar y aprovechándome de esta posición le digo señor Aurelio Nuño, y a todos los que estén involucrados con sus aseveraciones, que es usted un mal mexicano y un mal servidor público. Le digo que es necesario que diga la verdad completa porque su media verdad es mentira a medias. Y le digo que ponga los pies en la tierra y hable con fundamentos reales, para ¡Que viva México!
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