Luis Miranda Nava, el compadre
Augusto Hugo Peña Delgadillo.
Es imprescindible para entender la clase, el tipo y los vericuetos del gobierno de Peña Nieto,
adentrarnos en los personajes más cercanos a él y que forman parte del gabinete, podríamos
abocarnos a siete u ocho, pero lo haremos solo en uno, en Luis Miranda Nava, su compadre. |
Por supuesto que luego de terminar este artículo, lo haré llegar a Salvador García Soto, antes de enviarlo a mis lectores por medio de varias publicaciones, y esperando que no me lo tome a mal porque mi intención es halagarlo por su claridad y certeza. Empieza así: “Luis Miranda Nava no se entera de nada. Si le preguntan por las cifras de pobreza, el secretario de Desarrollo social no sabe que la esperanza de vida se mide en años y no en porcentajes; no sabe de siquiatría para entender las preguntas de la diputada Araceli Damián, especialista en el tema de pobreza, cuando ésta exhibió su ignorancia en el tema. Si tiene que ir a votar no sabe si su credencial está vencida ni que hay que renovarla para emitir el sufragio; y en todo caso tampoco es culpa suya sino del tonto de “Rafa”; y claro, si su hermana y su cuñado son atrapados vendiendo gasolina robada en sus gasolineras del estado de México, Miranda tampoco tiene idea:” ¿Cómo voy a saber lo que tiene mi hermana y mi cuñado? No sé de sus negocios ni me interesa. No les ando revisando su patrimonio. Eso dijo el funcionario federal.
“De lo único que sabe y se hace cargo el titular de SEDESOL es de su amistad y cercanía con su compadre, Enrique Peña Nieto. De que esa relación no solo le ha permitido tener poder sino ganar mucho dinero desde que conoció al hoy presidente cuando los dos eran parte del gabinete de Arturo Montiel y que de haberse acercado a aquel jovencito que venía creciendo meteóricamente, con el apoyo de su padrino Montiel, fue una de las decisiones más redituables de su vida política, pues el gobernador Peña lo llevaría no solo a ser su secretario de gobierno, sino después a las alturas de la política nacional, primero como subsecretario de gobernación y luego como responsable de la política social de todo un país, sin tener la mínima idea del desarrollo social”.
“Miranda si sabe, como le gusta a Peña, jugar golf y como complace al presidente que le acompañen mientras avanza entre hoyos de los mejores campos de golf; también sabe extorsionar y amenazar a comuneros y a ejidatarios con averiguaciones penales, para que vendan sus tierras a 10 pesos el metro y luego valuar esos terrenos a precios millonarios, tal como hizo en el 2005 con los campesinos de San Salvador Atenco para el primer proyecto fallido del aeropuerto. Y por supuesto entiende bien como pactar en lo oscurito con la oposición, como en el 2010 cuando fue testigo del “Pacto entre César Nava y Beatriz Paredes, por el que el PAN se comprometía “a no hacer alianzas en el estado de México en los comicios del 2011”, a cambio de que los diputados federales del PRI le aprobasen al presidente Calderón su Ley de Ingresos de aquel año”. Como se ve, Luis Miranda es una porquería elevada a Secretario de SEDESOL. ¿Y los pobres y el hambre?
Luis Miranda es una de las inmundicias del sistema político, ¿y es mejor que quien lo colocó en ese puesto tan sensible a la sociedad como es SEDESOL? Muy claro es que son lo mismo e iguales, y para eso hay que seguir leyendo lo que escribió del caso Salvador García Soto. Prosigamos: “Sabe también complacer a la CNTE y a sus aguerridos dirigentes, que en agosto del 2013 en medio de tomas, bloqueos y plantones que secuestraron la ciudad de México, encontraron en Luis Miranda al mejor aliado para avanzar en sus demandas y lograr, entre otras cosas, evitar despidos y regularizaciones de plazas ilegales, con todo y su rechazo a la reforma educativa”. Estos datos que nos aporta el columnista de El Universal, serían suficientes –en cualquier país medio civilizado- para meter a la cárcel a quien hoy despacha como secretario de SEDESOL y, por supuesto también, a quien aviesa e irresponsablemente lo colocó en dicha secretaría.
Es relevante también saber que Peña Nieto, antes colocó a Rosario Robles, una fulana peor que Luis Miranda, en SEDESOL, y después de que la enrocó a otro puesto, mandó a José Antonio Meade Kuribreña- a tapar todas las porquerías que Rosario Robles Berlanga dejó en SEDESOL, con el fin de entregar esa secretaría rechinado de limpia para que no hubiese reclamos y, o posteriores investigaciones y evitar persecuciones judiciales en contra de su amiga y socia, y para que Luis Miranda la volviera a empuercar como seguramente lo está haciendo. Para finalizar expongo el último relato de este caso, que nos hizo en El Universal Salvador García Soto:
“En fin, que Luis Miranda puede ignorar muchas cosas, pero definitivamente sabe lo que hay que saber para ser hoy, con todos sus escándalos y probada ineficacia, un hombre poderoso y cercano al presidente: que en este sexenio no se requiere ni capacidad ni experiencia, mucho menos expertise para estar en el gabinete; lo único que cuenta es la amistad, la gratitud y la incondicionalidad a Peña Nieto. Y en eso sí Don Miranda es maestro”. ¿Qué pasará luego de que se pilló a la hermana de Luis Miranda en negocios con el huachicoleo y que es de suponer que el propio secretario de SEDESOL es parte del huachicol? Me imagino que lo mismo que sucedió cuando en Veracruz se hizo público que de SEDESOL, Rosario Robles extrajo sumas cuantiosas de dinero de esa dependencia para fines electorales, y que luego del tamaño escándalo, el propio Peña Nieto le dijo: “No te mortifiques Rosario, esto yo lo arreglo, y por ningún motivo te arrugues”. |