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el periodico de saltillo

Octubre 2017

Edición No. 344


El estado mental de Trump

Augusto Hugo Peña Delgadillo.



Es un hecho y no una suposición que la llegada de Trump a La Casa Blanca es producto de una conspiración de quienes piensan que EEUU se debe erigir de inmediato o lo más pronto posible como la única fuerza hegemónica global por encima de cualquier nación. La alianza con Europa no se los ha permitido, y hoy hemos de suponer que Rusia será la mancuerna para tal finalidad.

 

Esta es la quinta evaluación que grupos de siquiatras –todos ellos expertos connotados- hacen pública la enfermedad mental de Donald Trump. Su desequilibrio mental no es de ahora, siempre fue un excéntrico sujeto que actúa invariablemente en contra de todo mundo, sobre todo contra aquellos a los que puede sacarles algún provecho. Hace 27 años dijo que si él fuese el presidente de EEUU no confiaría en nadie, esto nos indica que amén de ser esquizofrénico es paranoico, razones más que suficientes para quitarlo de la presidencia. Los países más avanzados –como Francia, Holanda, Gran Bretaña y Alemania, por ejemplo- no permiten –por medio de sus leyes- que alguien que esté enfermo sea su presidente. Las razones son obvias porque un tipo enfermo, y más si su enfermedad es mental, representa un peligro inminente para su país y para sus gobernados. ¿Por qué las leyes de EEUU permiten que un loco de remate los gobierne?

donald trumpEs claro que en EEUU hay leyes que contemplan retirar del cargo a un presidente que esté loco o padezca enfermedades terminales, se trata de la enmienda 25 de la Constitución. Por medio y a causa de esta enmienda constitucional se han recabado 65 mil firmas de expertos profesionales de salud mental para que sea retirado de la presidencia. Promueven un juicio político (impeachment) para deshacerse de Trump. También hay otra vía: Declararlo como alguien incapaz de llevar a cabo sus deberes. Desde que lanzó su campaña, la voz popular lo declaraba “un loco”, de ahí que Robert Jay Lifton, sicohistoriador famoso por sus estudios sobre la mentalidad de médicos nazis y sobre las condiciones en conflictos como el de Viet Nam, comentó que Trump tiene un poder particular que lo hace “el hombre más peligroso del mundo”. Robert Jay Lifton es un profesor emérito de la universidad de Columbia. El doctor James Gilligan argumenta que el punto principal de esta evaluación no es para ver si Trump está loco sino para ver el grado de su peligrosidad, y está confirmado que es un peligro latente para EEUU y el mundo.

Lance Dodes, profesor retirado de siquiatría en Harvard asegura que las características sociopáticas de Trump son innegables, y crean un peligro profundo para la democracia y la seguridad de Estados Unidos. Su pronóstico es que Trump empeorará en el transcurso del tiempo. El sicólogo Philip Zimbardo de la universidad de Stanford dice: “Creemos que Trump es el hombre más peligroso del mundo”. Un hombre de estas características no puede gobernarse a sí mismo, menos podrá hacerlo gobernando un país como EEUU el más poderoso del mundo.

Los mexicanos lo hemos estado soportando por medio de negociadores inexpertos, los que sin duda cederán en muchas de las exigencias de este loco; el problema para los mexicanos es doblemente crítico porque nuestro presidente ha dado muchas muestras de su ineptitud, la falta de amor a la patria, y de una insensatez terrible, además de su talante corrupto y corruptivo, el que por un lado nos ha hundido en un desgobierno nunca visto, y por otro, en una entrega de nuestros recursos y bienes nacionales a una casta oligárquica nacional, y a trasnacionales radicadas en el país. Sobre estos dos problemas que nos acogen, uno solo está en nuestras manos resolver, y esto se arregla sacando a Peña Nieto de la cosa pública. Sobre Trump no podemos hacer nada, solo los norteamericanos pueden sacarlo de La Casa Blanca por medio de sus leyes o bien, que alguien de veras patriota, se le ocurra asesinarlo antes que haga alguna barbaridad.

Realmente no entiendo como un país como EEUU quiere resolver todos los problemas del mundo y no resuelve el peor de todos que está dentro de su nación. Supongo que quienes lo pusieron en la presidencia de EEUU, lo sabían un loco, al que han usado de instrumento para el beneficio de ellos, de quienes desde los poderes fácticos lo impulsan y respaldan. Querían arrebatarle las riendas del poder a otros grupos de poder fáctico que desde la época de Kennedy lo ostentaban. Se hicieron de la presidencia asesinando al presidente, y no porque estaba loco, sino por blandengue ante los retos que Rusia en ese entonces les planteaba, y porque iba en contra de sus intereses. Este juego político nos deja una incógnita, ya veremos en qué para.

Esto es un indicativo que el poder político de EEUU no se recarga en demócratas y republicanos sino en otros poderes que están atrás y por encima de los partidos. La teoría de la conspiración encaja perfectamente con la llegada de Trump al poder presidencial. Se unieron a Rusia para cerrarle el paso a Hillary Clinton a La Casa Blanca. Ahora están viendo todas las posibilidades de sacar a Trump y poner en su lugar a alguien que ya fue previamente designado, solo hay que esperar un poco para percatarse que cuando Trump ya no les sirva, se irán sobre la segunda etapa que es la de colocar en La Casa Blanca a alguien incondicional a este poder fáctico que se hizo de la presidencia por medio de una conspiración, la que no es una simple teoría sino una realidad que es palpada por politólogos y especialistas en actos conspirativos, en donde encajan algunos siquiatras y especialistas en el comportamiento humano. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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