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el periodico de saltillo

Mayo 2018

Edición No. 351


Crónicas de un saltillense agringado

Héctor Alejandro Calles Valdez.

 

Un Cuento de Héctor A. Calles

— Entonces, ¿Cuento con esa historia?

— Ja, ja, ja. ¡Pero esa historia es puro cuento licenciado! ¿No importa?

— Pues la revista ya entra a imprenta el viernes González. Necesitamos un relleno para interiores. No se vendieron esas dos páginas, hay que meterle algo, pero al menos hay que esmerarse un poco en publicar material original. No te pido que escribas una obra ganadora de premios, solo escríbeme un cuento breve basado en esa historia que dices que escuchaste, aunque sea corto. Le metemos unas ilustraciones grandes y con eso se compensa. Solo quiero que se vean bonitas esas páginas que sobran.

— ¿Y quiere que lo escriba como una narración o le metemos puros diálogos licenciado?

— Lo voy a dejar a tu criterio González. Confío en tu profesionalismo. Ya conoces perfectamente las políticas editoriales de la empresa, no tengo que recordarte la línea que manejamos. Así que sé perfectamente que vas a escribir algo digno de tu buena fama. Por lo pronto, ya les avisé a los del departamento de arte. Háblales hoy mismo y diles que ilustraciones quieres para tu historia. Yo te veo el lunes que regrese del simposio. Bueno, te dejo y ahí te encargo mucho eso. Gracias González.

— Qué le vaya bien licenciado, aquí nos vemos el lunes y no se preocupe yo le pongo un título a la historia.

— ¿Cómo dices González?

— Decía qué le vaya bien en lo del simposio.

— No, lo que dijiste después.

— Ah, dije que yo le pongo el título a la historia.

— Qué extraño. No vas a creer, pero siento como que ya habíamos platicado esto antes. ¿No hablamos de esto ayer? Todas las palabras o el orden de las cosas, me suena como que ya lo habíamos dicho todo antes.

— No licenciado, apenas hoy en la mañana le platiqué de la historia y le pregunté cuál título le gustaría que le pusiéramos, pero no me contestó nada, así que pensé en ponerle algún título adecuado a la historia, nada fuera de las políticas.

— Ah, muy bien. Tú dale para adelante González. Bueno, te dejo trabajar. Nos vemos el lunes.

— Qué le vaya bien licenciado, aquí nos vemos el lunes y no se preocupe yo le pongo un título a la historia.

— ¿Eh? Ahora sí como que me siento mareado. ¿Oye González, qué fue lo que dijiste?

— Pues solo le estaba deseando buen viaje.

— No, no. Espera, ¿Qué dijiste al final?

— Pues nada relevante, solo que como usted siempre elige los títulos de las historias, le comentaba que en este caso yo me encargaba de eso y pues, yo le pongo un título, algo adecuado, usted ya sabe, acorde a las políticas.

— Qué locura. No me vas a creer pero siento que este momento, ya lo había vivido antes. ¿No habíamos platicado de esto ayer?

— Apenas hoy le dije de la historia, no creo que le haya mencionado esto antes. Platicamos mucho sobre las mismas cosas, a lo mejor de tanto hablar sobre lo mismo ya nos suena muy repetido.

— Bueno, ahora sí ya me voy porque me estoy estresando mucho por este simposio o quizá es que ya necesito salir de la ciudad. Nos vemos González, ya te dejo en paz.

— Qué le vaya bien licenciado, aquí nos vemos el lunes y no se preocupe yo le pongo un título a la historia.

— Oye González. ¿No tendrás un analgésico por ahí guardado? Como que me dio una punzada en la sien.

— Claro que si licenciado. Aquí tiene. Ya sabe que siempre tengo mi ración. Los de la redacción últimamente hemos sufrido una extraña epidemia de jaquecas.

— ¿Ah sí? ¡Qué raro! Por un momento sentí como que si todo esto ya hubiera pasado antes. A lo mejor yo me estoy contagiando también. Por cierto, ¿Qué fue lo que dijiste antes de que te pidiera las pastillas para el dolor de cabeza?

— ¿Será lo del viaje o lo del título de la historia?

— No lo sé. Olvídalo. No tengo idea ni de que estoy hablando. Me siento mal. No sé si debería ir a ese simposio.

— Pues no vaya licenciado. ¿Por qué no se toma el fin de semana y se relaja? Vaya a echarse unos tragos por ahí y olvídese del trabajo.

— Pues si me gustaría quedarme, pero va a ir la hija del dueño de la empresa a presentar una plática muy importante sobre la fusión de la tecnología digital y los productos impresos. Tú sabes que tenemos que apoyar con nuestra presencia en esas ocasiones.

— Pues eso es verdad, pero no estaría mal que se quedara.

— Bueno González. Lo que si voy a hacer es tomarme una cervecita antes de subirme al avión. Planeo dormir todo el vuelo. Ya me voy porque luego se me hacer tarde.

— Qué le vaya bien licenciado, aquí nos vemos el lunes y no se preocupe yo le pongo un título a la historia.

— ¿La, la qué?

— ¿Cómo dice licenciado?

— ¿Escuché o imaginé que dijiste algo González?

— ¿De qué licenciado? ¿Será sobre lo del viaje o la historia?

— ¿Viaje e historia dices?

— Pues lo dije separado, le deseaba que tuviera buen viaje y luego le comenté sobre la historia.

— ¿Y de qué dices que trata la historia González?

— La historia es buena, pero como le decía antes, está demasiado fantástica. Se trata de una persona que todo lo que pensaba, bueno o malo, ocurría en la realidad.

— Pues se oye interesante. ¿Y qué título pensabas ponerle?

— Había pensado en “Una tragedia anunciada” o “pensamiento fatal”, algo por ese estilo.

— Pues no elegiste nada mal el título, pero no sé… ¿Qué tal si esta vez le ponemos algo positivo?, ¿Qué te parece “el control secreto” o “los dioses internos”, o algo así?

— Me gustan sus ideas licenciado, suena muy intenso. Claro que sí, cuente con eso.

— Bueno, creo que ya me voy, se me hace tarde. Fíjate que me siento como aliviado. Creo que este viaje va a ser algo grandioso. Nos vemos la semana que entra González.

— Qué le vaya bien licenciado, aquí nos vemos el lunes.

— Ni hablar, somos un equipo poderoso González.

— Oiga licenciado.

— ¿Qué pasa González?

— No nada, es que creí haber escuchado como que dijo algo, pero creo que fue mi imaginación.

— Ja, ja, ja. ¡Ah que González tan distraído!, Bueno, ya me voy ahí te encargo.

—Sí…. Claro que sí… Claro que sí… Claro que sí… Claro que sí… Claro que sí… Claro que… Qué extraño, el licenciado ya se fue y no recuerdo si acaso le comenté algo sobre título de la historia.

Sito web: http://www.hectorcalles.com
Contacto: hector_calles@hotmail.com

 

 
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